Ecuador

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comercio y prestación de Servicios de las
trabajadoras y los trabajadores autónomos del
Distrito Metropolitano de Quito. Esta Ordenanza
define al trabajador o trabajadora autónoma
como aquella persona que realiza actividad de
comercio y prestación de servicios de manera
independiente (sin relación de dependencia de
un tercero) en el espacio público autorizado.
Con ello se intenta una mayor regulación
estatal del trabajo y del uso del espacio público
que tuvo efectos concretos en la experiencia
de las y los comerciantes minoristas.
El segundo punto en cuestión tiene que ver
directamente con las expulsiones violentas que
sufren los vendedores ambulantes de parte de la
Policía:
“Porque así vendiendo solas, ya viene la Policía y
nos hace correr o nos quita; no le importa los niños,
no importa nada”. (E9, Alejandra).
“A mí me quitaron mis cositas; me quitaron las tetas
de la bebé, el coche, la mesa; mis ollitas. ¡Dijo que
tengo que pagar 170! Para retirar, si no, no me
dejan; me compré otra vez”. (E9, Alejandra).
Es posible reconocer que las comerciantes minoristas
despliegan distintas estrategias en torno al
trabajo vinculadas especialmente con el uso del
espacio. La conformación de la Asociación Martha
Bucaram ha sido una de ellas, que tuvo por objetivo
organizarse para enfrentar los abusos policiales y
una forma de negociar, incluso con los vecinos del
barrio su permanencia en la calle Martha Bucaram.
Los procesos identitarios que emergen se vinculan
con el sentido de pertenencia con el territorio y se
vertebra en torno al trabajo. Estar en la calle
aparece como un elemento estigmatizante, sin
embargo el carácter de sujetos laborales que se
construye en torno al trabajo opera legitimando ese
espacio social ocupado:
“Nosotros vinimos acá porque no vimos tanta competencia,
tanto comercio. Sin embargo, a medida
que nosotros los comerciantes…a nosotros nos
dicen vulgarmente que somos ‘la alegría del barrio’.
Porque nosotros venimos, salimos viernes, sábado
y domingo y esto está pintado (tipo…) y aquí es una
alegría que el barrio le da. Cuando nosotros no
estamos no hay nada. (...) Nosotros le damos
mucha vida al barrio”. (E 3, Marta).
En relación al “trabajo interno”, una característica
fundamental refiere a la organización del trabajo en
el espacio. Una primera gran clasificación se da en
función de la forma de ocupación del espacio público,
es decir, si sus puestos son locales o puestos
callejeros (que pueden ser móviles o fijos). Existe
también una categoría que combina puestos fijos
con móviles al vincularse con redes de familiares.
Por ejemplo, algunas tienen puestos fijos en la calle
Martha Bucaram, pero sus hijas/os o hermanas/os
salen a recorrer las calles, operando como vendedores
ambulantes. Ello genera diversas formas de
apropiación y sentido de pertenencia en relación al
espacio y al mismo tiempo, y se vincula con los
sentidos que le otorgan al trabajo.
Aquellas mujeres que tienen trayectorias de venta
ambulante perciben una mejora en las condiciones
de trabajo el conseguir puestos fijos, a diferencia
del gran esfuerzo que implica ser ambulante.
Sandra, ahora vende legumbres sobre la calle
Martha Bucaram y anteriormente “rodeaba” el
mercado San Roque vendiendo, identifica ese
avance:
“Aquí yo estoy sentada, en cambio en el mercado
uno se está rodeando con las cosas en los dedos o
los brazos y si se cansa en andar con las canastas.
Más que todo cuando uno se tiene el bebé cargado
un bebé, es más pesado, entonces yo aquí sí me
siento bien”. (E 6, Sandra).