Ecuador

Mujeres, Empoderamiento y Trabajo Informal en Ecuador
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etnia y raza en el mercado formal de trabajo. En
el mismo sentido que sostiene Silvia Rivera, al
indagar en las formas de estratificación
social en el mercado informal urbano en La
Paz y El Alto en Bolivia, se ha observado que
la feminización del mercado informal, en este
caso la venta minorista en Quito, “se configura
a partir de un complejo entramado de
elementos coloniales y patriarcales, en el que
las condiciones más precarias son experimentadas
por mujeres de origen rural e indígena”
(Rivera, en Pereira Morató, Bridikhina,
Montaño García y Blanco Torrez, 2008).
5.1.4. Organización del trabajo y del espacio
Para el abordaje de esta dimensión hacemos
hincapié en la propuesta teórica de Olivo
Pérez (2010) quien analiza el modo en que
los vendedores ambulantes de México
aprenden a “asimilar, construir y controlar su
ocupación” (Olivo Pérez, 2010:19) a partir del
estudio de los artefactos socioculturales que
utilizan. Con el término artefacto sociocultural,
el autor define a la instancia objetiva de
mediación social a través de la cual los individuos,
los grupos sociales y las sociedades
aprenden a adaptarse y controlar mejor sus
entornos. Aborda principalmente cuatro artefactos:
el sistema de complicidades con
diferentes actores de la venta ambulante, las
expresiones estético-sociales y emocionales,
las luchas contra el estigma que desarrollan
los trabajadores y las diversas formas que
adquiere la agresividad en ese ámbito.
La calle, que funciona como lugar de trabajo
para las comerciantes minoristas, es un
espacio disputado por varios actores. Por un
lado se visibiliza una clara contradicción
entre el espacio urbano planificado “desde
arriba”, por funcionarios del estado, y los
sentidos que construyen cotidianamente, y
“desde abajo” los y las comerciantes minoristas.
Se observa un proceso de conflictividad
entre los y las comerciantes del mercado
municipal Ciudadela Ibarra, que tiene más de
20 años de funcionamiento, llamado comúnmente
“la plataforma”, ubicado en un
extremo de la calle Martha Bucaram, y las
comerciantes minoristas que posteriormente
se asientan con puestos callejeros o de
manera ambulante sobre la calle y que desde
hace dos años conforman la Asociación
Martha Bucaram. De ese proceso emerge la
principal demanda de la Asociación que
exige la construcción de un Centro Comercial
ubicado en un sitio escogido por los y las
socias:
“La idea es armar un Centro Comercial no
donde el distrito nos diga, sino donde se vea
que han hecho un evalúo de mercado.
Porque ellos nos quieren botar a la plataforma
donde no hay venta, no hay “giros”, no
hay nada. Entonces si nos vamos allí es para
morirnos de hambre y nosotros como comerciantes
autónomos necesitamos trabajar día
a día para el diario comer. Si nosotros no
trabajamos un día no podemos llegar a la
casa y decirle a nuestros hijos no tuve que
trabajar, no vendí nada porque ellos no
comen. Tenemos que trabajar”. (E 3, Marta).
El mercado municipal Ciudadela Ibarra o la
“plataforma” se ubica sobre la calle Martha
Bucaram y es un espacio de aproximadamente
una hectárea, cubierto por un tinglado 6 . Los
comerciantes que conformaron la Asociación
Martha Bucaram han recibido invitaciones para
formar parte del mercado municipal. Sin
embargo, Marta consideraba que quienes
habían intentado trasladarse tuvieron como
consecuencia directa, la disminución de las
ventas ya que la “plataforma” se encuentra en
un sitio aislado, “botado”: