Ecuador

Mujeres, Empoderamiento y Trabajo Informal en Ecuador
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ciones intrínsecas e impuestas (Kabeer,
2011) que dificultan los procesos de formalización
y asalarización del trabajo. Al abordar
las motivaciones y los condicionamientos de
la participación de las mujeres en el trabajo
del comercio minorista se ha identificado que
uno de ellos se vincula con los procesos
migratorios que, generalmente, expresan
traslados del campo a la ciudad y tienen
como efecto una creciente proletarización de
las mujeres rurales. Los procesos migratorios
se configuran en la vida de las mujeres como
una estrategia de empoderamiento que les
permite “escapar” de los círculos de violencia
patriarcal, aunque contradictoriamente,
también limita o cercena las redes de solidaridad
y apoyo con los miembros de la familia.
Otra condicionante está constituida por el
embarazo, el cuidado de los/las hijos/as y el
matrimonio, estados que confinan a las
mujeres a su rol de cuidadoras y dadoras de
bienestar a la familia, y son elementos centrales
en las restricciones que las afectan y
determinan su participación en el comercio
minorista. Estos elementos a la vez coartan
las expectativas laborales y educacionales y,
por lo tanto, se constituyen en el factor de
segregación y discriminación más importante
en el mercado de trabajo, convirtiéndose en
restricciones impuestas en el ámbito laboral
y educativo.
Sin embargo, desde las construcciones
socio-ideológicas de sentido que ellas
mismas configuran, las entrevistadas remarcan
la dimensión positiva del trabajo de
comerciante, ya que valoran la posibilidad de
autonomizarse y tomar decisiones de manera
personal. El intento de conciliar los tiempos y
espacios productivos y reproductivos es la
principal motivación del trabajo autónomo.
Es decir, las restricciones intrínsecas son
asumidas como dadas y las mujeres buscan
formas de trabajo que les permitan convivir
con estas restricciones.
Adicionalmente, la venta minorista se configura
como la alternativa más propicia ante
momentos de urgencia económica o ante
situaciones extraordinarias, como los accidentes,
especialmente por la disponibilidad
inmediata de recursos monetarios para la
subsistencia.
Los valores y las normas que definen los
modelos de género, los sesgos y los estereotipos
se ponen de manifiesto durante toda la
trayectoria de la mujer. Las restricciones
impuestas por las dinámicas del mercado,
tales como prácticas clientelares, desempleo
para disciplinar a las trabajadoras, exigencia
de títulos superiores, entre otros, profundizan
los procesos de discriminación provenientes
del ámbito privado.
Existe una serie de estrategias desplegadas
por las mujeres estrictamente vinculadas con
la forma de organizar el trabajo en el sector.
Se han reconocido procesos de cualificación
tanto en el trabajo externo, es decir el referido
a las habilidades y esfuerzos que las
comerciantes despliegan con otros actores
–la Policía, los vecinos, los funcionarios