Obras Espírituales que encaminan a una alma, a la mas perfecta Unión con Dios, Segunda Parte

498 1LAMA DE AMOR VIVA. CANC. 11.
do reo-alar. Efte cauterio , y efta lia- pirkuales venas del alma , feg^ .
es I mi ver el mas alto grado, que potencia , y fuerza del ardor. Y lie^
en efte ellado puede fer.Mas hay otras te crecer tanto 3 y convalecer, y
muchas maneras, que ni llegan aqui, narfe clamor, que parecen en ella
ni fon como efta. Porque cito es de mares de fuego , llenándolo iodo de
toque de Divinidad en el alma , fin amor. Y ío que aqui goza el alma
forma , ni figura alguna , natural, for- no hay mas que decir , íino , que allj
mal, ni imaginaria. ficnte , quan bien comparado eftá el
Mas otra manera de cauterizar al Reyno de los Cielos al grano de mof,
alma fuele haver también muy fubi- taza en el Evangelio , que por ^
da , y es en efta manera. Acaecerá, gran calor , Tiendo tan pequeño ere.
que eftando el alma inflamada en ef- ce en árbol grande : Simle efl ñ^mm
te amor, aunque no efta tan cauteri- Coelorum grano finafis, qmd accipiens J|
zada , como aqui havemos dicho, homo feminavit in agrofuo ; (jmd mi-
( aunque harto conviene lo efte , pa- nimnm quidem ejl ómnibus femmibus:
ra lo que quiero decir ) y es , que cum autem creverit, maius efl omníacaecerá,
que íicnta embeftir en ella bus olenbns , ¡it arbor , tu m voun
Serafín con un dardo enarbola- lucres Coeli veniant, & habitent in rudo
de amor encendidifsimo , trafpaf- mis ehs. Porque el alma fe vé hecha
fando á efta alma encendida ya como como un imraenfo fuego de amor,
afcua, 6 por mejor decir, como Ha- Pocas almas Uegm á efto , mas alguma,
y la cauteriza fubidamente, y en- ñas han llegado : mayormente las
tonce» en efte cauterizar trafpaílan- de aquellos , cuya virtud j y efpiritu
dola, aprefurafe la llama , y lube de fe havia de difundir en la fuccefsioa
punco con vehemencia , al modo, de fus hijos: dando Dios la riqueza,
que en un encendidifsimo horno , ó y valor á la cabeza , fegun havia de
fragua , quando menean, ó rebuei- íer la fuccefsion de la cafa en las ptiven
la leña, fe afervora la llama, y mielas del efpiritu.
fe aviva el fuego: y entonces al he- Pero volvamos á la obra, que harir
de efte encendido dardo , íiente zia aquel Serafín , que verdaderamenefta
llaga el alma en deleyte fobre to- te es llagar , y herir; y afsi íi alguna
do encarecimiento. Porque demás de vez fe dá licencia para que falga alfer
toda removida , al tiempo, que gun efeíto afuera al fentido corpola
rebuelven , ya la moción impe- ral, al modo que hirió dentro , lale
tuofa , caufada por aquel Serafín , en fuera la herida , y la llaga: como acaeque
es grande d ardor , y derretí- ció , quando el Serafín llagó al Sanmiento
de amor, fíente la herida fi- to Francifco , que llagándole en eí
na, y eficáz la yerva con que viva- alma de amor , con aquella miasra
mente iba templado el hierro , fíente falió el efedo de las Hagas á íuera.
el alma lo profundo del efpiritu traf- Porque Dios ninguna merced hace al
paífado, y lo fino del deleyte , de cuerpo , que principalmente no1^
que nadie podrá hablar como convie- haga primero en el alma. Y entonceí
ne. Siente el alma allí como un gra- quanto mayor es el deleyte , y
no de moftaza muy minimo , vivifsi- de amor , que cauía la llaga de aoe^
mo , y encendidifsimo en lo muy in- tro , tanto mayor es el dolor &
tuno del corazón del efpiritu , que es llaga de fuera 5 y creciendo lo
el punto de la herida , donde efta la crece lo otro. Lo qual acaece aiMf
fuftancia , y virtud de la yerva , y por eftar eftas almas purgadas, y
difundiife fútilmente por todas las ef- tes en Dios, les es deleyte en «
p.n-