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No le mates ensenale - Karen Pryor

El arte de enseñar y adiestrar

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El gato se sube a la

mesa de la cocina.

El arisco conductor

del autobús es rudo

contigo y eso te

altera.

Tu hijo ya adulto,

que debería ser

autosuficiente e

independiente,

quiere volver a

vivir en casa.

Pon cinta de celofán, con la parte que pega para arriba, sobre la

mesa de la cocina.

Quédate de pie en la puerta o pegado al conductor de modo que

no pueda arrancar hasta que tú te muevas. Muévete cuando deje

de hablar, aunque sólo sea por un instante.

Deja que vuelva a ser niño, pero exígele lo que le cobrarías a

una persona extraña por el alquiler, la comida y cualquier

servicio adicional como lavandería o cuidado de los niños. Haz

que le sea rentable mudarse.

Método 4: La extinción

Si has adiestrado a una rata a apretar una palanca repetidamente para obtener un

premio de comida y después apagas la máquina que entrega la comida, en un

principio la rata apretará la palanca con mucha frecuencia, luego menos y menos,

hasta que al final se rinde. El comportamiento se ha «extinguido».

La extinción es un término procedente de los laboratorios de psicología. Hace

referencia a la extinción de un comportamiento —no sólo animal— que desaparece

por sí mismo por falta de reforzamiento, como una vela consumida.

El comportamiento que no produce resultados, ni buenos ni malos, probablemente se

extinga. Esto no siempre significa que ignorando un comportamiento este vaya a

desaparecer. Ignorar a un ser humano es en sí mismo un resultado, algo antisocial.

Uno no siempre consigue extinguir el comportamiento de otra persona simplemente

por ignorarla.

Si una acción ha sido reforzada con antelación, ignorarla puede dar resultado. En una

ocasión observé a Thomas Schippers, director de orquesta sinfónica, durante un

ensayo de la Filarmónica de Nueva York. Un director de fuerte carácter, pero también

una orquesta feroz. Cuando Schippers se dirigía al estrado, la orquesta hacía

travesuras: un instrumento de cuerda tocó «I wish I was in Dixie» y un violín hizo un

sonido increíblemente humano «oh, oh». Schippers ignoró esa tontería y se extinguió

rápidamente.

En las interacciones entre humanos la extinción se aplica con mejores resultados,

desde mi punto de vista, en comportamientos verbales, sollozos, discusiones, bromas,

www.lectulandia.com - Página 113

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