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No le mates ensenale - Karen Pryor

El arte de enseñar y adiestrar

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Aprender y divertirse

Existe además otro efecto colateral del adiestramiento con el clicker que la gente me

refiere una y otra vez: se modifica el comportamiento global del alumno. Un animal

que ha sido adiestrado con castigos o correcciones aprende a dar lo mínimo necesario

para evitarse problemas. Estos alumnos son buenos «soldados»: hacen lo que se les

ordena y nunca se ofrecen voluntarios. Bajo este régimen, incluso cuando obedecen,

los alumnos están mucho más interesados en sus propios asuntos y su vida privada

que en lo que tú o cualquier voz autoritaria pueda querer. Por lo tanto no sólo son

vulnerables a la distracción, sino que están deseando distracciones. Es más, cuando se

les castiga con mucha intensidad o con demasiada frecuencia, se vuelven locos o

abandonan. Este es precisamente el tipo de comportamientos que vemos en la

mayoría de los perros, en las familias, en muchos empleados y en los niños en la

escuela.

Por el contrario, el adiestramiento con el clicker es divertido, tanto para los

adiestradores como para los alumnos. El juego es un componente importante. He

visto a una adolescente con problemas de aprendizaje reír al conseguir un click por

primera vez ante un comportamiento nuevo, y hacer el signo de «juego» cuando vio

el clicker, un signo que la profesora no le había enseñado. Los adiestradores con el

clicker han aprendido a reconocer los comportamientos de juego en los animales

como señal de que el alumno se ha hecho consciente de qué comportamiento ha sido

reforzado.

Cuando se enciende la bombilla, como dicen los adiestradores del clicker, los perros

saltan de alegría y ladran, los caballos hacen cabriolas y mueven su cabeza a un lado

y a otro, y los elefantes, por lo que me han dicho, corren y gorjean haciendo círculos.

Están felices y excitados. Eso es un refuerzo en sí mismo. Esta situación es

predecible y repetible, y casi con toda seguridad está acompañada de cambios

psicológicos, otra fructífera área de investigación.

Cuando un animal participa a este nivel, el click adquiere un enorme valor. Tiene

muchísimo más valor que la comida. Tanto el sonido como el objeto que lo produce

pasan a ser reforzadores. Presentamos un ejemplo: Deddie Davis es una instructora

que enseña a personas minusválidas a adiestrar a sus propios perros de asistencia

utilizando el clicker. Ella también es minusválida y utiliza una silla de ruedas, y su

perro es un pequeño Papillón blanco y negro, una raza enana del tamaño de un gato.

El perro es muy útil, independientemente de su tamaño: puede cobrar lápices,

encontrar el mando a distancia del televisor y sacar la ropa de la secadora. Cuando

Debbie va con él a las clases de adiestramiento, el perro baja de su regazo, da una

vuelta por debajo de las sillas para buscar las bolsas de las personas que asisten a las

www.lectulandia.com - Página 160

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