No le mates ensenale - Karen Pryor
El arte de enseñar y adiestrar
El arte de enseñar y adiestrar
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en la enseñanza. Al hacerlo de ese modo cometen varios errores. El primero es que
entienden las correcciones como si tuviesen el mismo valor que el reforzamiento
positivo, sin tener en cuenta los otros efectos que tiene sobre el alumno (ver el
capítulo 4, El castigo). En segundo lugar, usan estas reprimendas y castigos sin el
establecimiento de una señal de aviso, o estímulo condicionado aversivo. El secreto
para hacer que el «¡No!» sea efectivo es establecer un reforzador condicionado
negativo. Por ejemplo, cualquiera que considere necesario colocarle al perro un collar
metálico corredizo (collar de castigo) debería siempre decir «¡No!» en el momento en
que el perro realiza el comportamiento no deseado, y luego hacer una pausa antes de
dar el tirón del collar, dándole así al perro la posibilidad de evitar el estímulo aversivo
si cambia su comportamiento. Dar un tirón del collar sin más hace que este sea
simplemente un castigo, sin efecto para futuras respuestas y con resultados
potencialmente acumulativos sobre la voluntad de trabajo del perro. El tercer error es
continuar corrigiéndolo cuando ha cesado el comportamiento no deseado, con lo que
se está castigando ambos comportamientos.
Ignorar el reforzador condicionado negativo incrementa la cantidad de control
aversivo que se requiere durante el adiestramiento basado en las correcciones.
Además hace más lento el aprendizaje. Los adiestradores de perros y los domadores
de caballos tradicionales en ocasiones necesitan mucho más tiempo para adiestrar o
domar al animal que aquellos que utilizan el refuerzo. Más meses e incluso años para
establecer comportamientos y respuestas fiables, y se debe a que no sólo dependen
del castigo, que interrumpe el comportamiento en lugar de iniciarlo, sino a que
aplican el control aversivo sin usar un reforzador condicionado negativo, necesitando
cientos de repeticiones antes de que el animal sea capaz de descifrar lo que se supone
que debe hacer.
Un ejemplo de señal aversiva condicionada que recientemente se ha hecho popular
entre los adiestradores de perros es la señal para marcar la ausencia de premio,
diciendo «mal» en un tono neutro. De esta forma, cuando el perro ofrece varios
comportamientos puedes ayudarle a elegir indicándole cuál de ellos no va a reportarle
premios, es decir, estableces una señal que signifique «esto que estás haciendo no va
a ser reforzado».
Siguiendo la definición de castigo de B. F. Skinner, retirar una cosa deseable, la
señal «mal» es, inevitablemente, un castigo condicionado, pues indica que los
reforzadores no están disponibles. ¿Proporciona información y por lo tanto pasa a ser
un refuerzo? En los círculos de adiestramiento de perros he encontrado situaciones
especiales donde la señal «mal» resulta muy útil. Si tu perro tiene un amplio
repertorio de respuestas totalmente moldeadas y asociadas a órdenes, si, en pocas
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