No le mates ensenale - Karen Pryor
El arte de enseñar y adiestrar
El arte de enseñar y adiestrar
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se elimina el comportamiento indeseado.
En una ocasión observé cómo un director de orquesta acertaba con brillantez en el
uso de un comportamiento incompatible durante unos ensayos de ópera.
Repentinamente todo el coro había perdido la sincronía con la orquesta. Parecía que
habían memorizado un compás de música algo corto. Una vez identificado el
problema, el director buscó una «s» en el texto de la ópera y pidió a los miembros del
coro que alargasen esa «s»: «Los reyesssss llegan». El resultado fue un zumbido
gracioso, incompatible con un compás demasiado rápido, así que el problema quedó
resuelto.
La primera vez que utilicé el método 5 fue para resolver un problema, potencialmente
muy grave, con un delfín. En Sea Life Park teníamos al mismo tiempo tres grupos
actuando en el espectáculo de la piscina exterior: un grupo de seis delicados delfines
comunes pequeños, una hembra inmensa de delfín mular llamada Apo, y una hermosa
muchacha hawaiana que nadaba y jugaba con los delfines comunes durante parte del
show. Contrariamente a la creencia popular, los delfines no son siempre amistosos, y
los mulares en particular están siempre dispuestos a incordiar y hacer bromas. Apo,
de 275 kilos, se empeñó en acosara la nadadora cuando se metía en el agua,
poniéndose debajo de ella y empujándola desde abajo o golpeándola en la cabeza con
las aletas de la cola. Aterraba a la muchacha, y ciertamente era muy peligroso.
No queríamos retirar a Apo del espectáculo, ya que con sus saltos y capirotazos era la
estrella. Comenzamos por construir un recinto en el que encerrarla durante la
actuación de la muchacha, una solución del método 1, pero al mismo tiempo
decidimos enseñarle un comportamiento incompatible: apretar una palanca situada en
un extremo de la piscina por debajo del nivel del agua, a cambio de un pescado. Apo
aprendió entusiasmada a apretar la palanca repetidamente por cada pescado: incluso
llegó a defender su palanca ante otros delfines. Durante los espectáculos, un
entrenador ponía la palanca en la piscina y la reforzaba por tocarla mientras la
nadadora jugaba con los delfines en el centro de la piscina. Apo no podía apretar la
palanca y molestar a la nadadora al mismo tiempo: los dos comportamientos eran
incompatibles. Afortunadamente Apo prefería apretar la palanca, por lo que el
comportamiento se eliminó. (La nadadora, no obstante, nunca llegó a fiarse
totalmente de esta magia y sólo se tranquilizaba totalmente cuando Apo estaba
encerrada entre barras).
Adiestrar un comportamiento incompatible es un buen sistema para resolver un error
en el movimiento de balanceo del saque en tenis o cualquier otro patrón muscular que
se haya aprendido de forma equivocada. Los músculos aprenden lentamente pero con
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