No le mates ensenale - Karen Pryor
El arte de enseñar y adiestrar
El arte de enseñar y adiestrar
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gato, adiestrado con el láser, salta encima de la nevera a la orden.
El adiestramiento con un objeto diana, marcado con una señal y premios, también
puede ser de utilidad para personas con problemas de expresión verbal. Una maestra
de educación especial me comentó en una ocasión que había visto cómo los
adiestradores de mamíferos marinos usaban los objetos diana e inmediatamente los
aplicó en su trabajo. Me contó su experiencia un día en el que le habían asignado a un
niño extremadamente activo con problemas de desarrollo. El trabajo requería que se
sentase en su mesa de trabajo pero como su clase estaba ocupada tuvieron que ir al
gimnasio. Rodeados de grandes balones, balancines y material para escalar, el niño,
por supuesto, se fue corriendo a jugar. A ella le resultaba físicamente imposible
forzarlo a sentarse ante el pupitre, y tampoco es que tuviese intención de hacerlo. Así
que le mostró la palma de su mano y le dijo «toca». El niño así lo hizo. «Bien». Con
el «toca» y «bien» fue capaz de llevarlo hasta su silla y conseguir que se quedase allí
el tiempo suficiente para terminar el trabajo intercalando juegos periódicamente
(saber que puedes conseguir que tu alumno vuelva con una señal como la de un
objeto diana hace que uno se muestre mucho más confiado y use la libertad como
reforzador). He presenciado el uso de objetos diana, incluyendo la mano del maestro
y el puntero láser, para ayudar a individuos con severos problemas de aprendizaje a
acudir a sus clases, pupitres u otros lugares de forma voluntaria y sin necesidad de
guiarlos físicamente, una habilidad liberadora tanto para el alumno como para el
maestro.
La utilización de un estímulo aversivo condicionado como señal
El único caso en que el grado del estímulo discriminativo parece que marca la
diferencia es en el adiestramiento tradicional de los animales domésticos. Con
frecuencia la señal —un tirón de las riendas o de la correa, un codazo en las costillas
del caballo— es una versión suavizada del estímulo incondicionado original: el
empujón o tirón con fuerza o la patada que provoca una respuesta no adiestrada. Si el
estímulo suave no funciona, parece que uno va a obtener una mayor respuesta
incrementando la intensidad del estímulo. Los esfuerzos para poner esto en práctica,
no obstante, dan lugar a la aparición de problemas.
La señal aprendida y el estímulo primario son dos tipos de eventos separados, pero
los adiestradores novatos tienden a confundir o no prestar atención a esto. Si no
obtienen una respuesta con, por un ejemplo, un ligero tirón, pues tiran un poco más
fuerte, después un poco más todavía, todo ello en vano pues el caballo o el perro tiran
con igual incremento de fuerza en sentido contrario.
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