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No le mates ensenale - Karen Pryor

El arte de enseñar y adiestrar

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Debes obligarte a parar cuando el sujeto ejecuta la respuesta deseada. En ocasiones se

requiere coraje. Pero quizá descubras que en la siguiente sesión el cobro, el salto

mortal, el solista, no sólo es tan bueno como en la sesión previa sino incluso mejor.

Al comienzo de la siguiente sesión puedes iniciar el ejercicio un nivel por debajo de

donde lo dejaste previamente y así tendrás ese margen adicional para poder reforzar.

El moldeado de un comportamiento es, por supuesto, lo opuesto a adiestrar

machacando y repitiendo el ejercicio. No sólo se obtendrá un progreso sostenido sino

que además estará completamente libre de errores, y acelerará extraordinariamente

todo el proceso. En una ocasión logré poner por primera vez el ronzal a un potro de

un año en quince minutos y de forma permanente, pasando de uno a otro por los

cinco ejercicios a moldear (avanza, para, izquierda, derecha y atrás) y reforzando los

avances en cada uno de ellos. Conseguir un adiestramiento tan rápido depende,

paradójicamente, de tu voluntad de trabajar sin establecer como objetivos un plazo

fijo, metas específicas ni velocidad de progreso. En su lugar debes considerar

simplemente tu disposición a dejarlo cuando estás obteniendo una respuesta

satisfactoria. Un fenómeno Zen.

En ocasiones no puedes finalizar cada una de las sesiones de adiestramiento cuando

el animal está realizando el comportamiento deseado. Tal vez porque el aprendiz paga

por una hora y quiere esa hora, aunque el momento adecuado para dejarlo se haya

alcanzado antes. O tal vez la sesión no está progresando del modo deseado y no se

llega a alcanzar el nivel de ejecución requerido y la fatiga pronto se convierte en un

problema. En estos casos es aconsejable finalizar la sesión con un ejercicio sencillo

para garantizar que el alumno consiga un reforzador y toda la sesión se recuerde

como reforzadora. Los adiestradores de delfines suelen finalizar las largas y exigentes

sesiones con unos ejercicios sencillos jugando con la pelota, los profesores de

equitación en ocasiones utilizan juegos como «Simón dijo» o «la queda» (juegos

sociales). Lo menos aconsejable es introducir nuevos ejercicios o materias en la parte

final de la sesión, ya que se terminaría con una serie de comportamientos

inadecuados y sin refuerzo. Mis lecciones de piano, de niña, siempre finalizaban de

este modo, resultaba muy desalentador y todavía hoy soy incapaz de tocar el piano.

El juego de adiestramiento

Incluso aunque ya conozcas y comprendas los principios del moldeado, no debes

aplicarlos a menos que los practiques con anterioridad. El moldeado no es un proceso

teórico sino una habilidad no verbal, un flujo de comportamiento interactivo a través

del tiempo, como bailar, hacer el amor o hacer surf. Por este motivo no puede

www.lectulandia.com - Página 57

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