No le mates ensenale - Karen Pryor
El arte de enseñar y adiestrar
El arte de enseñar y adiestrar
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borde del estanque para alcanzar su premio.
En la bibliografía sobre análisis del comportamiento se reconocían estos dos aspectos
del reforzador condicionado. Pero había otros aspectos por descubrir. A principios de
los 90, más y más adiestradores comenzaron a utilizar el condicionamiento
instrumental, el moldeado, el reforzamiento positivo y los reforzadores
condicionados, y lo mismo hizo el público en general, liderado por los propietarios de
perros (ver capítulo 6). Para ello utilizaban como reforzador condicionado una cajita
de plástico con una placa de metal en su interior, clicker. Denominaron la técnica
adiestramiento con el clicker, y a sí mismos, adiestradores con el clicker.
El click, tal y como es aplicado por los adiestradores del clicker, tiene varias
funciones todavía no estudiadas con detalle, además de ser un reforzador
condicionado y servir de estímulo puente entre haberse ganado la comida y obtenerla.
En primer lugar constituye lo que el catedrático Ogden Lindsley ha denominado un
marcador de acontecimientos. El alumno identifica exactamente el comportamiento
que ha sido reforzado. Pero hace más que eso. Pone en las manos, patas, aletas o lo
que sea, del alumno el control. Con el tiempo el alumno no sólo repite el
comportamiento, sino que además muestra sus intenciones. «¡Eh, te hago hacer click!
Mírame, ¡lo voy hacer otra vez!». Los adiestradores del clicker denominan a ese
momento en que se produce el cambio «encenderse la bombilla». Este momento
resulta muy reforzante tanto para el maestro como para el alumno.
La catedrática de Filosofía Ellen Reese me ha comentado que el reforzador
condicionado tal y como lo usan los adiestradores del clicker es también una señal
que indica el fin del comportamiento. Significa que «el trabajo está hecho». Como ha
dicho Gary Wilkes «el click termina el comportamiento». Refuerza por sí mismo.
Esto supone, sin embargo, un shock para los adiestradores tradicionales: de alguna
manera no parece lógico y natural que el modo de enseñarle a un perro a portar el
rodillo es hacer click por aguantarlo, con lo cual se le permite soltarlo y comer un
trozo de salchicha.
El filósofo Gregory Bateson, que trabajó en Sea Life Park durante varios años,
sostenía que el condicionamiento instrumental era sólo un sistema de comunicación
con otras especies. Ciertamente, puede que sea así.
Otro de los aspectos importantes de la señal marcadora es que puede usarse para
comunicar información concreta y específica. Steve White, oficial de policía, me
comentó que en una ocasión ordenó a su Pastor Alemán buscar un objeto que le había
lanzado y que había caído encima de unos arbustos de dos metros de altura. El perro
rastreó la zona durante mucho tiempo sin resultado. Entonces, cuando el perro elevó
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