Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
entrecruzaron y las ideas para la tableta se filtraron en los planes del teléfono. Dicho de otra forma, la idea que dio origen al<br />
iPad se plasmó antes en el iPhone, contribuyó a su nacimiento y ayudó a darle forma.<br />
MULTITÁCTIL<br />
Uno de los ingenieros que estaban desarro lando una tableta en Microsoft era el marido de una amiga de <strong>La</strong>urene y Steve<br />
Jobs, y cuando cumplió cincuenta años organizó una cena a la que los dos estaban invitados junto con Bi l y Melinda Gates.<br />
Jobs asistió de mala gana. «Steve se mostró bastante cordial conmigo en la cena», recordaba Gates. Sin embargo, «no<br />
estuvo especialmente amistoso» con el hombre que celebraba su cumpleaños.<br />
A Gates le molestaba que aquel hombre anduviera revelando constantemente información sobre la tableta que había<br />
desarro lado para Microsoft. «Era empleado nuestro y manejaba información cuya propiedad intelectual nos pertenecía»,<br />
relató Gates. A Jobs también le irritó su comportamiento, que trajo consigo las consecuencias exactas temidas por Gates.<br />
Según recordaba Jobs:<br />
Ese tío no hacía más que darme la lata con que Microsoft iba a cambiar completamente el mundo con su software para<br />
tabletas electrónicas, que iba a eliminar todos los ordenadores portátiles y que Apple debía hacerse con licencias de uso de<br />
su software de Microsoft. Pero todo el diseño de aquel dispositivo estaba mal. Tenía un puntero. En cuanto tienes un<br />
puntero, estás muerto. Aquella cena era como la décima vez que me hablaba de ello, y yo estaba tan harto que llegué a<br />
casa y me dije: «A la mierda, vamos a enseñarle lo que puede hacer de verdad una tableta».<br />
Jobs legó a la oficina al día siguiente, reunió a su equipo y afirmó: «Quiero fabricar una tableta, y no puede tener ni puntero<br />
ni teclado». Los usuarios debían ser capaces de teclear tocando la panta la con los dedos. Eso implicaba que la panta la<br />
necesitaba contar con una tecnología conocida como «multitáctil», que le otorgaba la capacidad de procesar múltiples<br />
órdenes al mismo tiempo. «¿Vosotros seríais capaces de fabricarme una panta la multitáctil que se pueda manejar con los<br />
dedos?», preguntó. Tardaron unos seis meses, pero al final crearon un prototipo rudimentario, aunque viable. Jobs se lo<br />
entregó a otro de los diseñadores de interfaz de usuario de Apple, y este presentó al cabo de un mes la idea del<br />
desplazamiento con inercia, que le permite al usuario moverse por la panta la y deslizar la imagen como si fuera un<br />
elemento físico. «Me quedé alucinado», recordaba Jobs.<br />
Jony Ive guardaba un recuerdo diferente sobre el desarro lo de esa novedosa tecnología. Según su versión, su equipo de<br />
diseño ya había estado trabajando en un<br />
sistema de navegación multitáctil destinado al trackpad del ordenador portátil MacBook Pro, y por entonces experimentaban<br />
con la forma de trasladar dicha capacidad a la panta la de un ordenador. Utilizaron un proyector para mostrar sobre una<br />
pared el aspecto que iba a tener. «Esto va a cambiarlo todo», le dijo Ive a su equipo, pero se tomó sus precauciones y no<br />
se lo enseñó a Jobs de inmediato, especialmente porque su equipo había estado trabajando en aquel proyecto en su<br />
tiempo libre y no quería echar por tierra su entusiasmo. «Como Steve ofrece sus opiniones al instante, no suelo enseñarle<br />
las cosas cuando hay más gente delante — recordaba Ive—. Podía soltarte algo como “Esto es una mierda” y rechazar la<br />
idea. Yo opino que las ideas son algo muy frágil, así que hay que tener cuidado con e las cuando se encuentran en su fase<br />
de desarro lo. Me di cuenta de que si Jobs hubiera mandado al garete este proyecto habría sido muy triste, porque yo sabía<br />
que resultaba muy importante».<br />
Ive preparó la demostración en su sala de reuniones y se la presentó a Jobs en privado, consciente de que era menos<br />
probable recibir un juicio apresurado si no había público. Afortunadamente, la idea le encantó. «Esto es el futuro», exclamó<br />
con regocijo.<br />
Aque la era, de hecho, una idea tan buena que Jobs se dio cuenta de que podría resolver su problema para crear una<br />
interfaz destinada al teléfono móvil que estaban<br />
diseñando. Aquel proyecto era mucho más importante, así que interrumpió momentáneamente el desarro lo de la tableta<br />
mientras la interfaz multitáctil se adaptaba para una panta la del tamaño de un teléfono. «Si funcionaba en un teléfono —<br />
recordaba—, sabía que podríamos volver a e lo y aplicarlo a la tableta».<br />
Jobs convocó a Fade l, Rubinstein y Schi ler para que asistieran a una reunión secreta en la sala de conferencias del<br />
estudio de diseño, donde Ive ofreció una<br />
demostración de la panta la multitáctil. «¡Guau!», se sorprendió Fade l. A todo el mundo le encantó, pero no estaban<br />
seguros de que aque lo pudiera funcionar en un teléfono móvil. Decidieron proseguir por dos vías: «P1» era el código que<br />
recibió el teléfono que estaban desarro lando con una rueda como la del iPod, y «P2» era la nueva alternativa que<br />
248<br />
www.LeerLibrosOnline.net