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Diez Negritos De Agatha Christie 5 Diez negritos se fueron a cenar ...

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ha cometido faltas tontas y ha enviado a la muerte a sus mejores hombres.» ¡<strong>De</strong> ahí todo!<br />

<strong>De</strong>spués de la guerra... ¿Armitage había hablado?<br />

Leslie no estaba al corriente de nada... <strong>se</strong>guramente lloró la muerte de su amante, pero su<br />

pena <strong>se</strong> había pasado cuando volvió su marido a Inglaterra. Jamás le dijo nada referente a<br />

su infidelidad. Entre ellos la vida continuaba normalmente... salvo que a sus ojos ella había<br />

perdido su aureola de virtud. Tres o cuatro años después, su mujer murió de pulmonía.<br />

Todo esto era muy lejano... quince años... quizá dieciséis.<br />

Se retiró del ejército para ir<strong>se</strong> a la región del <strong>De</strong>von, donde compró una casita, el sueño de<br />

su vida.<br />

Simpáticos vecinos, bonito paisaje, caza y pesca.<br />

El domingo asistía a los oficios (a excepción del día en que el pastor leía en la Biblia aquel<br />

pasaje en donde David envía a Urías en primera fila entre sus guerreros).<br />

No, esto era demasiado fuerte para él; e<strong>se</strong> trozo le turbaba en extremo.<br />

Todo el mundo, al principio, le trataba con amabilidad... después sintió la impresión de que<br />

<strong>se</strong> hablaba de él... Las gentes le miraban de reojo, como si les hubie<strong>se</strong> robado algo.<br />

Los rumores crecían... Supuso que Armitage habría hablado.<br />

Evitó la gente y <strong>se</strong> encerró en un mundo creado por él, sólo para sus pensamientos y<br />

recursos. Prescindió hasta de sus viejos camaradas.<br />

Los hechos y los recuerdos <strong>se</strong> iban esfumando.<br />

Leslie <strong>se</strong> desvanecía en un pasado lejano, lo mismo que Richmond. ¡Qué importaba ya todo<br />

esto, actualmente!<br />

Pero esta noche sintió una inquietud en su espíritu al oír la voz... aquella voz que parecía de<br />

ultratumba, al decir la verdad.<br />

¿Había adoptado una actitud adecuada?<br />

¿Sus labios <strong>se</strong> habían estremecido?<br />

¿Supo expresar su indignación y su disgusto... o le traicionó su confusión, su culpabilidad?<br />

¡Qué asunto más embarazoso!<br />

Seguramente ninguno de los invitados tomó en <strong>se</strong>rio esta acusación. La voz había proferido<br />

toda cla<strong>se</strong> de enormidades, a cual más inverosímil.<br />

Por ejemplo, ¿no había reprochado a aquella encantadora joven el haber ahogado a un<br />

niño? ¡Disparates! ¡Un monomaniaco que <strong>se</strong>ntía el placer de acusar a los demás a troche y<br />

moche!<br />

Emily Brent, la sobrina de su viejo compañero de armas, Tom Brent, estaba acusada, como<br />

él, de homicidio. Saltaba a la vista que esta mujer era una persona piadosa, siempre metida<br />

en la iglesia.<br />

¡Qué asunto más estrafalario! ¡Una verdadera locura!<br />

El general <strong>se</strong> preguntaba cuándo podría abandonar la isla del Negro. Mañana, <strong>se</strong>guramente,<br />

cuando la canoa automóvil llegara a la costa...<br />

¡Bravo...! En e<strong>se</strong> preciso momento no de<strong>se</strong>aba sino salir de aquella isla... abandonar la casa<br />

con todos sus disgustos. Por la ventana abierta le llegaba el ruido de las olas rompiendo en<br />

el acantilado, más fuerte ahora que al caer la tarde. Ahora paulatinamente <strong>se</strong> levantaba el<br />

viento.<br />

El general pensaba:<br />

«Ruido monótono... paisaje apacible... La ventaja de una isla consiste en la imposibilidad<br />

que tiene el viajero de ir más lejos... parece haber llegado al fin del mundo...»<br />

<strong>De</strong> repente dio<strong>se</strong> cuenta de que no de<strong>se</strong>aba más que alejar<strong>se</strong> de aquella isla.<br />

Tendida en su cama, con sus ojazos abiertos, Vera Claythorne miraba fijamente al techo.<br />

Asustada por la oscuridad, no apagó la luz.<br />

Pensaba:<br />

<strong>Agatha</strong> <strong>Christie</strong><br />

<strong>Diez</strong> <strong>Negritos</strong><br />

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