Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
La aspiración a <strong>vivir</strong> mejor<br />
Se <strong>de</strong>fine habitualmente al hombre como animal racional.<br />
No faltan <strong>los</strong> <strong>que</strong>, en sus arran<strong>que</strong>s <strong>de</strong> originalidad, buscan<br />
otras <strong>de</strong>finiciones, como único animal religioso, o único animal <strong>que</strong><br />
ríe.<br />
No falta en eso algo <strong>de</strong> verdad; pero no es imposible ver<br />
en algunos animales cierta capacidad <strong>de</strong> razonar, en otros algo<br />
parecido a la capacidad <strong>de</strong> reír, y en otros cierta religiosidad<br />
(para la <strong>que</strong>, créase o no, nosotros venimos a ser <strong>los</strong> dioses).<br />
Sin embargo, si se busca la única <strong>de</strong>finición <strong>que</strong> distinga al<br />
hombre <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> <strong>los</strong> seres habría <strong>que</strong> concluir en la siguiente:<br />
animal <strong>que</strong> aspira a <strong>vivir</strong> mejor.<br />
Lo <strong>que</strong> verda<strong>de</strong>ramente nos diferencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> animales es<br />
<strong>que</strong> no sólo aspiramos a conservar y reproducir nuestra vida,<br />
sino también a convertirla en “algo más”, en una vida distinta<br />
<strong>de</strong> la <strong>que</strong> en el presente experimentamos.<br />
Cuando se dice “la esperanza es lo último <strong>que</strong> se pier<strong>de</strong>”,<br />
dando por indiscutible <strong>que</strong> no valdría la pena <strong>vivir</strong> sin ella, no<br />
se está diciendo <strong>que</strong> <strong>de</strong>bamos sentarnos a esperar algo <strong>de</strong>terminado:<br />
se está diciendo <strong>que</strong> lo <strong>que</strong> da sentido a la vida, y solemos<br />
llamar con el impreciso y peligroso nombre <strong>de</strong> “esperanza”, es<br />
la aspiración a <strong>vivir</strong> mejor, y la paralela convicción <strong>de</strong> <strong>que</strong> es posible.<br />
No hablaríamos sobre “qué vamos a ser cuando seamos<br />
gran<strong>de</strong>s”, no estudiaríamos cómo tratar con la gente, con las<br />
129