Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
ción <strong>que</strong> cada uno tenga sobre qué es el hombre.<br />
Para quien está convencido <strong>de</strong> <strong>que</strong> el hombre necesita en<br />
lo más profundo <strong>de</strong> sí <strong>de</strong>sarrollarse, <strong>de</strong> <strong>que</strong> es hombre sólo cuando<br />
se <strong>de</strong>sarrolla, el no <strong>de</strong>sarrollo aparece como un modo <strong>de</strong> muerte,<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>saparición <strong>de</strong>l hombre como hombre, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong><br />
<strong>que</strong> prosiga existiendo como ente biológico. Esta posibilidad le<br />
resulta tan pavorosa como ver a un semejante morir ahogado o<br />
aplastado.<br />
De ahí <strong>que</strong> quien siente amor exigente quiere para <strong>los</strong> <strong>de</strong>más<br />
cualquier tipo <strong>de</strong> bienes mientras no se contrapongan con su <strong>de</strong>sarrollo.<br />
Cuando exista una contraposición entre un bien externo y el<br />
<strong>de</strong>sarrollo interno, siempre dará prioridad a este último. Incluso<br />
cuando se contraponga con la necesidad <strong>de</strong> comer; por<strong>que</strong><br />
su convicción sobre la naturaleza humana le dice <strong>que</strong> en llegado<br />
el caso la otra persona extraerá <strong>de</strong> sí la capacidad necesaria,<br />
se pondrá en movimiento, se <strong>de</strong>sarrollará, para obtener el alimento<br />
<strong>que</strong> su hambre le exige.<br />
Y si el hambre exige, el partidario <strong>de</strong>l amor exigente nunca<br />
estará <strong>de</strong>l todo convencido <strong>de</strong> <strong>que</strong> sea un mal.<br />
A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>los</strong> males <strong>que</strong> acarrea el amor superficial, existe<br />
para el partidario <strong>de</strong>l amor exigente otra calamidad: el amor fingido,<br />
<strong>que</strong> aparenta dar algo por amor pero lo da con un interés<br />
oculto.<br />
Cuando un ser humano da algo a otro pue<strong>de</strong> hacerlo <strong>de</strong>sinteresadamente,<br />
con sincero afán <strong>de</strong> hacer el bien a ese otro, o<br />
interesadamente, como recurso para lograr indirectamente su<br />
propio bien.<br />
También se pue<strong>de</strong> dar interesadamente sin un fin oculto, sin<br />
ningún tipo <strong>de</strong> amor fingido. Por ejemplo, cuando un ven<strong>de</strong>dor<br />
da algo a un comprador y éste le paga; por<strong>que</strong> ambos actúan<br />
abiertamente y <strong>de</strong> mutuo acuerdo en su propio beneficio.<br />
Cuando alguien da <strong>de</strong>sinteresada y sinceramente, entra en<br />
juego lo <strong>que</strong> verda<strong>de</strong>ramente cree sobre qué es el hombre y qué<br />
necesita. Aquí pue<strong>de</strong> haber algún acto perjudicial, <strong>que</strong> empeore a<br />
quien reciba un aparente bien, sólo a causa <strong>de</strong> la superficialidad<br />
<strong>de</strong> quien vea un bien superficial como bien supremo.<br />
191