Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
sólo las <strong>de</strong> un <strong>de</strong>terminado rubro, ocuparían más tiempo <strong>que</strong> el <strong>que</strong><br />
tendremos disponible por mucho <strong>que</strong> vivamos.<br />
Debemos, por lo tanto, empezar diciéndonos: la posibilidad<br />
<strong>que</strong> algo <strong>de</strong> lo imaginado <strong>que</strong><strong>de</strong> sin hacer no es una anormalidad:<br />
es la más absoluta normalidad. No hay vida en la <strong>que</strong> no<br />
<strong>que</strong><strong>de</strong> algo sin hacer.<br />
Esta i<strong>de</strong>a pue<strong>de</strong> parecerse peligrosamente a la <strong>de</strong> <strong>los</strong> resignados<br />
<strong>que</strong> practican el “culto a la imposibilidad”, y podría llevarnos<br />
a la misma vida <strong>que</strong> viven el<strong>los</strong>.<br />
La diferencia fundamental es <strong>que</strong> esta i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>be convertirse<br />
en una convicción previa, una sabiduría <strong>que</strong> nos disuelva<br />
toda histeria o reproche ante alguna posibilidad <strong>que</strong> imaginamos<br />
y no concretamos; pero, <strong>de</strong> ninguna manera, <strong>de</strong>be fijarnos<br />
en la aparentemente cómoda con<strong>de</strong>na <strong>de</strong> no intentar.<br />
Una vida verda<strong>de</strong>ramente sana, una vida verda<strong>de</strong>ramente<br />
encaminada hacia la no-infelicidad, es una vida en la <strong>que</strong> se intenta.<br />
Una vez convencidos <strong>de</strong> <strong>que</strong> lo mejor es intentar, pero<br />
convencidos también <strong>de</strong> <strong>que</strong> no existe la posibilidad <strong>de</strong> <strong>que</strong> no <strong>que</strong><strong>de</strong><br />
nada sin hacer, la única síntesis superadora será la <strong>de</strong> elegir bien qué<br />
hacer.<br />
No podremos hacer todo en extensión, no podremos encarar,<br />
y mucho menos concretar, todas las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las<br />
<strong>que</strong> escuchemos hablar o <strong>que</strong> en algún momento nos atraigan;<br />
pero sí po<strong>de</strong>mos, <strong>de</strong>bemos, necesitamos, hacer en profundidad.<br />
Y para hacer en profundidad no necesitamos hacer una infinidad<br />
<strong>de</strong> cosas: necesitamos simplemente respon<strong>de</strong>r a nuestro llamado<br />
más profundo.<br />
Ese llamado más profundo, esa necesidad <strong>que</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />
fondo <strong>de</strong> nosotros nos fuerza a movernos y jamás se resignará<br />
a <strong>que</strong>dar sin satisfacción, pue<strong>de</strong> ponerse en marcha por diversos<br />
medios concretos. De ahí <strong>que</strong> no importe <strong>de</strong>masiado, si se<br />
elige alguno <strong>de</strong> esos caminos concretos, <strong>de</strong>jar otros sin recorrer.<br />
Lo <strong>que</strong> verda<strong>de</strong>ramente importa es <strong>de</strong>splegar nuestra potencia<br />
interior.<br />
Entre <strong>los</strong> <strong>que</strong> no se resignan, entre <strong>los</strong> <strong>que</strong> eligen la opción<br />
174