Abrir - El club de los que deciden vivir
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lutamente infelices por<strong>que</strong> no tenemos conciencia para acce<strong>de</strong>r<br />
a la felicidad absoluta?<br />
Una mirada al mundo nos dirá <strong>que</strong> no.<br />
Tal vez no hayamos visto a nadie absolutamente consciente<br />
ni absolutamente feliz; pero vemos <strong>que</strong> la gente sufre en mayor<br />
o menor medida a causa <strong>de</strong> las circunstancias y/o <strong>de</strong> su propia<br />
incapacidad.<br />
Si nos ocupamos precisamente <strong>de</strong> sufrir cada vez en menor<br />
medida, no sólo dispondremos <strong>de</strong> un i<strong>de</strong>al alcanzable, sino <strong>que</strong><br />
estaremos acercándonos <strong>de</strong> algún modo a la no-infelicidad.<br />
Si nos parece alcanzable y sensato el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> sufrir cada<br />
vez en menor medida, si compren<strong>de</strong>mos <strong>que</strong> el sufrimiento no<br />
pue<strong>de</strong> eliminarse por completo con la modificación <strong>de</strong>l mundo y sí<br />
con la modificación <strong>de</strong>l hombre, po<strong>de</strong>mos esbozarnos una fórmula<br />
precisa (no para la felicidad absoluta pero tampoco contradictoria<br />
con ella, lo <strong>que</strong> ya es mucho pedir) para ir eliminando la<br />
infelicidad: modificar circunstancias en la medida en <strong>que</strong> sean<br />
<strong>de</strong>masiado perturbadoras, sin esperar <strong>de</strong>masiada felicidad <strong>de</strong><br />
esos logros, y al mismo tiempo modificarnos interiormente, con la<br />
convicción <strong>de</strong> <strong>que</strong> por ese camino vamos, sin prisa pero sin<br />
pausa, hacia la felicidad en el verda<strong>de</strong>ro sentido.<br />
Esto es comparable con caminar hacia la claridad. Caminar<br />
hacia no significa <strong>que</strong> no dispongamos <strong>de</strong> algo <strong>de</strong> claridad, ni<br />
<strong>que</strong> la claridad esté por completo en otro lugar: a medida <strong>que</strong> nos<br />
acercamos ya hay más claridad <strong>que</strong> cuando estábamos más lejos.<br />
Si el camino es la modificación interior, todo lo <strong>que</strong><br />
usualmente llamamos ser bueno, moral, inteligente, equilibrado,<br />
etc., consiste en dar prioridad a la modificación interior sobre la<br />
exterior, mientras <strong>que</strong> ser malo o inmoral viene a ser matemáticamente<br />
lo contrario.<br />
Así pasamos a <strong>de</strong>scubrir, y esto es muy importante para<br />
quien aspire seriamente a <strong>vivir</strong> mejor, <strong>que</strong> a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser malo<br />
con <strong>los</strong> <strong>de</strong>más (lo <strong>que</strong> ante una mirada superficial pareciera el<br />
único modo <strong>de</strong> ser malo) se lo pue<strong>de</strong> ser consigo mismo; por<strong>que</strong><br />
cada vez <strong>que</strong> se <strong>de</strong>secha la modificación interior en aras <strong>de</strong><br />
la exterior el hombre empeora y sufre, y la posible felicidad se<br />
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