Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Abrir - El club de los que deciden vivir
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
cierto grado <strong>de</strong> relatividad por razones similares al ejemplo <strong>de</strong>l<br />
castillo. Depen<strong>de</strong>, entre otros factores, <strong>de</strong> cuáles sean esas potencialida<strong>de</strong>s<br />
preexistentes, o <strong>de</strong> cuánta antinomia haya entre éstas y<br />
el ambiente.<br />
Hay individuos <strong>que</strong> resultaron, para bien o para mal, muy<br />
distintos a la familia o a la sociedad en <strong>que</strong> crecieron, por mucho<br />
<strong>que</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>más hayan intentado “encarrilar<strong>los</strong>” para <strong>que</strong> se<br />
parecieran a el<strong>los</strong>. Esto pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>berse a <strong>que</strong> albergaban alguna<br />
potencialidad preexistente muy fuerte y resuelta a <strong>de</strong>sarrollarse,<br />
<strong>que</strong> no cedió ante la acción <strong>de</strong>l ambiente en su contra.<br />
<strong>El</strong> hecho <strong>de</strong> <strong>que</strong> una potencialidad o aspiración sea más<br />
fuerte <strong>que</strong> otras y hasta más fuerte <strong>que</strong> la influencia <strong>de</strong>l ambiente<br />
sobre el individuo no se contradice con la viabilidad <strong>de</strong>l<br />
aliento o <strong>de</strong>saliento <strong>de</strong> las potencialida<strong>de</strong>s preexistentes. Es un factor<br />
más entre <strong>los</strong> <strong>que</strong> hacen <strong>que</strong> cada persona sea única, y esto, a<br />
su vez, no se contrapone con el hecho <strong>de</strong> <strong>que</strong> cada sociedad<br />
esté integrada por personas más o menos parecidas entre sí.<br />
De ahí las habituales afirmaciones acerca <strong>de</strong> <strong>que</strong> <strong>los</strong> argentinos,<br />
<strong>los</strong> italianos, <strong>los</strong> judíos, sean casi todos <strong>de</strong> tal o cual manera; <strong>de</strong><br />
ahí las clasificaciones según influencias temporales (”en mi época<br />
la gente era distinta”) y <strong>los</strong> también habituales comentarios sobre<br />
individuos no tan mo<strong>de</strong>lados por su ambiente (“ése no parece <strong>de</strong><br />
la familia”).<br />
De modo <strong>que</strong> no po<strong>de</strong>mos ignorar <strong>que</strong> la influencia <strong>de</strong><br />
quienes habitan una época y un lugar <strong>de</strong>terminados alienta o<br />
<strong>de</strong>salienta las potencialida<strong>de</strong>s preexistentes <strong>de</strong> <strong>los</strong> individuos <strong>que</strong> arriban<br />
posteriormente a él.<br />
Se pue<strong>de</strong> discutir eternamente si lo hace mucho o poco.<br />
Por todo lo comentado se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>ducir <strong>que</strong> lo hace en magnitud<br />
variable; pero no cabe duda <strong>de</strong> <strong>que</strong> esa influencia existe.<br />
Entonces, es importante tomar conciencia <strong>de</strong> qué po<strong>de</strong>mos<br />
o <strong>de</strong>bemos hacer al respecto, en vista <strong>de</strong> <strong>que</strong> nuestras acciones<br />
producirán inevitable efecto no sólo en cuanto a qué les<br />
suceda a <strong>los</strong> <strong>de</strong>más, sino también en cuanto a qué serán <strong>los</strong> <strong>de</strong>más.<br />
Al respecto, suele presentarse una firme objeción a todo<br />
198