07.05.2013 Views

Las hazañas de Sherlock Holmes

Las hazañas de Sherlock Holmes

Las hazañas de Sherlock Holmes

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

no haga más rondas es mi reumatismo. ¡La gente no sabe lo cruelmente que se pue<strong>de</strong><br />

sufrir <strong>de</strong> este mal! Lo que hacen es reírse.<br />

-¡Válgame Dios! -murmuró <strong>Holmes</strong> con simpatía y empujando la lata <strong>de</strong> picadura hacia<br />

el viejo.<br />

-¡En fin, señor! Mi Nellie, aquí presente, es una buena muchacha a pesar <strong>de</strong> su<br />

educación y el trabajo escogido que hace. Cuando mis ataques reumáticos son fuertes, y<br />

lo han sido toda esta semana, cada mañana se levanta a las siete para acompañarme al<br />

autobús. Pero esta noche, sintiéndose preocupada por mí, cosa que no <strong>de</strong>bía hacer, vino<br />

hace sólo una hora con el joven Bob Parsnip, el cual se prestó a relevarme en mi trabajo,<br />

<strong>de</strong> manera que me dije: “He leído mucho sobre ese señor <strong>Holmes</strong>, que vive a solo un<br />

paso <strong>de</strong> aquí; vamos, pues, a contárselo.” Y así es como he venido a verle.<br />

<strong>Holmes</strong> inclinó la cabeza.<br />

-Ya veo, señor Baxter. Pero, ¿no hablaba usted <strong>de</strong> la noche pasada?<br />

-¡Ah, sí! Sobre la Cámara <strong>de</strong> los Horrores. Pues verá usted. En un lado <strong>de</strong> ésta hay una<br />

serie <strong>de</strong> cuadros plásticos, quiero <strong>de</strong>cir, que hay compartimentos separados, cada uno <strong>de</strong><br />

ellos tras una barandilla <strong>de</strong> hierro, <strong>de</strong> forma que nadie pueda entrar; las figuras <strong>de</strong> cera<br />

están en cada compartimiento. Los cuadros plásticos <strong>de</strong>scriben un suceso titulado “La<br />

historia <strong>de</strong> un crimen”, la cual se refiere al asesinato cometido por un joven caballero,<br />

agradable y correcto, pero cuyo débil carácter le arrastra a las malas compañías. Juega y<br />

pier<strong>de</strong> su dinero, y entonces mata a un viejo tramposo, siendo por fin colgado, igual que<br />

Charlie Peace. Esta <strong>de</strong>scripción preten<strong>de</strong> ser una... una...<br />

-Una lección moral, eso es. Tome nota, Watson. ¿Y bien, señor Baxter?<br />

-Pues, mire usted, es esa maldita escena <strong>de</strong> la partida. Sólo aparecen dos figuras en ella:<br />

el joven caballero y el viejo tramposo; sobre la mesa hay un montón <strong>de</strong> monedas <strong>de</strong> oro,<br />

<strong>de</strong> imitación, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego. El suceso no ha acontecido en la actualidad, sino en tiempos<br />

antiguos, cuando los hombre usaban medias y calzón corto.<br />

-¿Indumentaria <strong>de</strong>l siglo XVIII, tal vez?<br />

-Así es, señor. El caballero joven se sienta al otro lado <strong>de</strong> la mesa, es <strong>de</strong>cir, se ve <strong>de</strong><br />

frente; pero el viejo tramposo da la espalda al público, con las cartas en la mano, las<br />

cuales pue<strong>de</strong>n verse con facilidad. ¡Pero la pasada noche...! Cuando digo la pasada<br />

noche, señor, me refiero a la antepasada, porque ya está amaneciendo. Pasé, pues, ante<br />

ese maldito grupo sin darme cuenta, <strong>de</strong> momento, <strong>de</strong> nada anómalo. Cuando, hete aquí,<br />

que al cabo <strong>de</strong> un cuarto <strong>de</strong> hora se me ocurre pensar, sin saber por qué: “¿Qué es lo que<br />

le pasaba a aquel cuadro? ¿Qué estaba equivocado?” No <strong>de</strong>bía ser cosa <strong>de</strong> importancia,<br />

puesto que no reparé en ello en seguida; pero también era raro que me hubiese vuelto al<br />

pensamiento. Algo <strong>de</strong>bía haber que no estaba en or<strong>de</strong>n... Para salir <strong>de</strong> dudas, bajé a<br />

echar otro vistazo.<br />

“¡Dios me valga, señor! El viejo tramposo tenía en sus manos menos cartas <strong>de</strong> las que<br />

acostumbraba. Se diría que había <strong>de</strong>scartado, o hecho una baza tal vez. Y también pu<strong>de</strong><br />

observar que estaban cambiados los naipes que había encima <strong>de</strong> la mesa.<br />

“Le aseguro que no tengo imaginación, ni maldita la falta que me hace. Pero cuando<br />

Nellie vino a buscarme a las siete <strong>de</strong> la mañana, me sentía muy mal <strong>de</strong>bido al<br />

reumatismo y a todo aquel jaleo <strong>de</strong> las cartas. No quise contarle a ella lo que pasaba...<br />

por si había sido una alucinación. Hoy pensé que acaso lo había soñado. ¡Pero no había<br />

soñado, no, señor! ¡Lo mismo, exactamente lo mismo, ocurrió esta noche!<br />

“Le aseguro que no chocheo. ¡Veo lo que veo! Usted pensará tal vez que alguien lo hizo<br />

para gastarme una broma pesada. Pero nadie es capaz <strong>de</strong> hacerlo durante el día sin ser<br />

visto; en cambio, pue<strong>de</strong> efectuarse por la noche, pues hay una puerta lateral que no<br />

43

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!