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Las hazañas de Sherlock Holmes

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-Realmente, Watson, no sé qué haría sin usted -dijo-. Como ya he tenido ocasión <strong>de</strong><br />

observar antes, cuenta usted con cierta intuición para proporcionar el elemento preciso<br />

en el contraste <strong>de</strong> las más elevadas especulaciones <strong>de</strong> la mente <strong>de</strong>ductiva.<br />

-Un elemento que, a mi enten<strong>de</strong>r, ha quebrantado tres veces la ley para ayudarle a usted<br />

-repliqué algo picado.<br />

-Mi estimado amigo -dijo con un tono <strong>de</strong> voz que disipaba todo resentimiento y que<br />

ablandó por completo mi enfado.<br />

-Hace ya algún tiempo que no le veía fumar a usted un cigarro puro -dije, mientras me<br />

retrepaba también en mi viejo sillón.<br />

-Es un mero capricho, Watson. En esta ocasión me tomé la libertad <strong>de</strong> sustraer uno <strong>de</strong><br />

las existencias <strong>de</strong>l difunto coronel Warburton. -Se <strong>de</strong>tuvo para lanzar una mirada al reloj<br />

<strong>de</strong> pared-. ¡Hum! Disponemos aún <strong>de</strong> una hora. Cambiemos, pues, los problemas que<br />

crean las múltiples facetas <strong>de</strong> la maldad <strong>de</strong>l hombre por la expresión <strong>de</strong> ese po<strong>de</strong>r tan<br />

elevado que existe incluso en el peor <strong>de</strong> nosotros. ¡Watson, el Stradivarius! Está en ese<br />

rincón <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> usted.<br />

Eran cerca <strong>de</strong> las ocho <strong>de</strong> la noche y acababa yo <strong>de</strong> encen<strong>de</strong>r el gas, cuando llamaron<br />

a la puerta, la cual al abrirse dio paso a la larga y angulosa silueta <strong>de</strong>l inspector<br />

MacDonald, embutido en un abrigo a cuadros.<br />

-Recibí su mensaje, señor <strong>Holmes</strong> -dijo, irrumpiendo en la habitación-, y todo se ha<br />

hecho <strong>de</strong> acuerdo con sus sugerencias. Un policía se apostará a medianoche en el jardín.<br />

No se preocupe por el balcón, podremos entrar sin <strong>de</strong>spertar a nadie.<br />

<strong>Holmes</strong> se frotó las manos.<br />

-¡Excelente, excelente! Tiene usted una auténtica capacidad para llevar a cabo las... eh...<br />

sugerencias. Llegará muy lejos, ya lo verá -dijo calurosamente-. La señora Hudson nos<br />

servirá aquí la cena y luego haremos tiempo fumando una o dos pipas. Consi<strong>de</strong>ro que<br />

podría ser fatal para mis planes el que tomásemos posiciones antes <strong>de</strong> medianoche.<br />

Ahora, MacDonald, acerque su sillón y pruebe este tabaco. Watson pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirle que<br />

tiene unas características notables.<br />

La velada transcurrió bastante agradablemente. <strong>Sherlock</strong> <strong>Holmes</strong>, que estaba <strong>de</strong>l<br />

mejor humor, prestó oído atento al informe <strong>de</strong>l hombre <strong>de</strong> Scotland Yard sobre una<br />

banda <strong>de</strong> falsificadores franceses, cuyas operaciones amenazaban la estabilidad <strong>de</strong>l luis<br />

<strong>de</strong> oro, y luego divirtió al escocés con una ingeniosisima teoría referente a los efectos <strong>de</strong><br />

la ciencia rúnica sobre el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los clanes en su tierra. Fueron las campanadas <strong>de</strong><br />

la medianoche las que nos volvieron a las <strong>de</strong>sagradables realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l momento.<br />

<strong>Holmes</strong> se dirigió a su escritorio, y a la luz <strong>de</strong> la lámpara <strong>de</strong> lectura, <strong>de</strong> pantalla<br />

ver<strong>de</strong>, capté la grave expresión <strong>de</strong> su rostro mientras abría un cajón y sacaba <strong>de</strong> él una<br />

porra.<br />

-Métase esto en el bolsillo, Watson -dijo-. Sospecho que nuestro hombre se inclinará a<br />

la violencia. Y ahora, señor Mac, como la señora Hudson ya se habrá acostado hace una<br />

hora, si está usted listo po<strong>de</strong>mos bajar y tomar el primer coche que pase.<br />

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