evangelizacion en la iglesia primitiva
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18 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA<br />
ti<strong>en</strong>e que haber preparado, <strong>en</strong> una medida no desdeñable, el<br />
camino para el m<strong>en</strong>saje cristiano. Sin lugar a dudas, los<br />
apologistas del siglo 2 edificaron sobre el fundam<strong>en</strong>to puesto por<br />
aquellos y frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te usaron <strong>la</strong>s armas de los filósofos<br />
griegos para d<strong>en</strong>unciar a los dioses hel<strong>en</strong>os. Un vistazo a <strong>la</strong><br />
Apología de Arístides o al Discurso a los griegos de Justino<br />
mostrará que los cristianos usaban este método de ataque. Deb<strong>en</strong><br />
haber t<strong>en</strong>ido una cantidad de anteced<strong>en</strong>tes <strong>en</strong> sus manos pues no<br />
sólo P<strong>la</strong>tón sino también los estoicos, los epicúreos y los cínicos<br />
habían precedido al cristianismo <strong>en</strong> este ataque. El riguroso<br />
p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to griego y su búsqueda honesta de <strong>la</strong> verdad hicieron<br />
que el pueblo se impaci<strong>en</strong>tase a causa de <strong>la</strong>s indignas deidades<br />
que habían adorado tradicionalm<strong>en</strong>te. Bi<strong>en</strong> se ha dicho de los<br />
griegos que no fue que los hombres se volvieron tan depravados<br />
que abandonaron a sus dioses, sino que los dioses se volvieron<br />
tan depravados que fueron abandonados por los hombres.<br />
En el siglo 1 no sólo existía un movimi<strong>en</strong>to que se apartaba<br />
del politeísmo del mundo grecorromano (por supuesto, con<br />
muchas dificultades, ya que el paganismo era todavía una fuerza<br />
temible <strong>en</strong> el siglo 4 d.C.) sino que también podía discernirse una<br />
cierta t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia hacia el monoteísmo. El problema del Uno y de<br />
lo Múltiple había fascinado por <strong>la</strong>rgo tiempo a los p<strong>en</strong>sadores<br />
griegos y éstos no se hal<strong>la</strong>ban listos para aceptar una explicación<br />
del universo que no diese adecuada razón, tanto de su unidad<br />
como de su diversidad. En época tan temprana como <strong>la</strong> de<br />
J<strong>en</strong>ófanes, <strong>en</strong> el siglo 6 a.c., los p<strong>en</strong>sadores no sólo atacaban <strong>la</strong>s<br />
ley<strong>en</strong>das homéricas que hacían actuar a los dioses deshonrosam<strong>en</strong>te<br />
16 adoptando formas humanas sino que, además,<br />
int<strong>en</strong>taban <strong>en</strong>contrar un camino hacia una deidad única que<br />
gobierna todo el universo mediante el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to. Expresiones<br />
tales como «conforme a <strong>la</strong> costumbre hay muchos dioses, pero<br />
conforme a <strong>la</strong> naturaleza hay so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te Uno» o «hay un Dios, el<br />
mayor <strong>en</strong>tre los dioses y los hombres, distinto de los mortales <strong>en</strong><br />
apari<strong>en</strong>cia, distinto <strong>en</strong> p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to»,l? tuvieron considerable<br />
influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>la</strong> m<strong>en</strong>talidad griega. Aun <strong>la</strong> g<strong>en</strong>te común, que<br />
creía <strong>en</strong> una multitud de dioses, frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te consideraba a<br />
LOS CAMINOS PARA LA EVANGELIZACION - 19<br />
Zeus, el rey de los dioses, como <strong>la</strong> fu<strong>en</strong>te de <strong>la</strong> deidad, el «Padre<br />
de los dioses y de los hombres», como lo l<strong>la</strong>maba Homero. 1B<br />
Tanto P<strong>la</strong>tón como Aristóteles imprimieron ímpetu a este<br />
movimi<strong>en</strong>to hacia el monoteísmo. El primero pres<strong>en</strong>tó como <strong>la</strong><br />
más elevada de sus ideas <strong>la</strong> Idea de Bondad, que él id<strong>en</strong>tificaba<br />
con Dios, y este Dios era personal. 19 Era el Demiurgo, aquél que<br />
imprimía <strong>en</strong> el flujo de <strong>la</strong> materia informe <strong>la</strong>s ideas que hal<strong>la</strong>mos<br />
copiadas <strong>en</strong> el mundo de <strong>la</strong> apari<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el cual vivimos. En el<br />
Timeo se describe el proceso de <strong>la</strong> creación y, obviam<strong>en</strong>te, se lo<br />
atribuye a <strong>la</strong> bondad de Dios. 20 También Aristóteles se inclinó<br />
definidam<strong>en</strong>te hacia el monoteísmo. Los dioses subsidiarios que<br />
pudiera haber son expulsados al espacio intereste<strong>la</strong>r; d<strong>en</strong>tro de<br />
nuestra esfera hay un Primer Motor, el cual, aunque no creó el<br />
mundo (que es eterno), sin embargo le da forma mediante el<br />
p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to. Por sobre el cambio y <strong>la</strong> decad<strong>en</strong>cia, aquél está<br />
obrando incesantem<strong>en</strong>te aunque <strong>en</strong> perfecto reposo. Este Dios es<br />
inmaterial; Aristóteles ciertam<strong>en</strong>te lo describió como p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to<br />
del p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to: noesis noeseos. 2l Sin embargo, aunque<br />
logra evitar exitosam<strong>en</strong>te el antropomorfismo de los poetas,<br />
Aristóteles priva a su deidad de toda re<strong>la</strong>ción personal con los<br />
seres humanos, si es que su dios era personal de alguna<br />
manera. 22 La deidad que él concibe es una fría y matemática<br />
Causa Final. En su Magna Moralia afirma expresam<strong>en</strong>te que es<br />
muy erróneo p<strong>en</strong>sar que puede haber amistad alguna <strong>en</strong>tre Dios<br />
y <strong>la</strong> raza humana. 23 No podríamos decir que nosotros amamos a<br />
Dios de modo alguno ni que Dios puede corresponder a nuestro<br />
amor.<br />
Es evid<strong>en</strong>te que el Dios propuesto por estos filósofos griegos<br />
carece de una conci<strong>en</strong>cia intrínseca y de ninguna manera se lo<br />
debe confundir con el Dios personal, creador y red<strong>en</strong>tor, es decir,<br />
el Dios de <strong>la</strong> tradición judeo-cristiana. No obstante, el movimi<strong>en</strong>to<br />
g<strong>en</strong>eral hacia cierto tipo de monoteísmo o monismo <strong>en</strong>tre los<br />
intelectuales de <strong>la</strong> época (con <strong>la</strong> excepción de epicúreos y<br />
escépticos) se convirtió <strong>en</strong> una importante praeparatio evangelica<br />
que los cristianos no tardaron <strong>en</strong> aprovechar. Es un hecho<br />
reconocido que <strong>la</strong> primera actitud de los cristianos hacia <strong>la</strong>