evangelizacion en la iglesia primitiva
evangelizacion en la iglesia primitiva
evangelizacion en la iglesia primitiva
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
56 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA<br />
muchas p<strong>en</strong>urias para poder «salir del mundo» resueltam<strong>en</strong>te.<br />
Esta fue <strong>la</strong> t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia que prevaleció <strong>en</strong> el siglo 2, aunque hubo<br />
notorias excepciones. Podemos verlo mejor <strong>en</strong> Tertuliano. Sus<br />
obras De Spectaculís, De Corona y De Ido<strong>la</strong>tría muestran cuán<br />
mezc<strong>la</strong>da con <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría estaba <strong>la</strong> vida social de <strong>la</strong> época, y con<br />
cuánta s<strong>en</strong>sibilidad (quizá hipers<strong>en</strong>sibilidad) <strong>la</strong> conci<strong>en</strong>cia<br />
cristiana reaccionaba fr<strong>en</strong>te al problema. Por tal motivo, el<br />
cristiano no asistía a exhibiciones de g<strong>la</strong>diadores ni a juegos ni a<br />
repres<strong>en</strong>taciones teatrales. No leía literatura pagana. No se<br />
alistaba como soldado porque, <strong>en</strong> tal caso, podía quedar bajo<br />
órd<strong>en</strong>es incompatibles con sus normas y con su lealtad a<br />
Jesucristo. Tampoco podía ser pintor ni escultor para no incurrir<br />
<strong>en</strong> <strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría, ni maestro de escue<strong>la</strong> porque <strong>en</strong>tonces,<br />
inevitablem<strong>en</strong>te, t<strong>en</strong>dría que <strong>en</strong>señar re<strong>la</strong>tos inmorales sobre los<br />
dioses paganos. Era mejor que el cristiano se abstuviera de hacer<br />
contratos comerciales puesto que dichos contratos requerían<br />
juram<strong>en</strong>tos de los cuales los cristianos debían abst<strong>en</strong>erse. Mejor<br />
era mant<strong>en</strong>erse alejado de los cargos administrativos a causa de<br />
<strong>la</strong> ido<strong>la</strong>tría que ellos implicaban ... y así sucesivam<strong>en</strong>te. ¿Hay que<br />
sorpr<strong>en</strong>derse de que con normas como éstas los cristianos<br />
parecies<strong>en</strong> estar «unidos para odiar a <strong>la</strong> raza humana»?<br />
Ciertam<strong>en</strong>te, los seguidores de Cristo parecían tan extraños<br />
y tan inútiles socialm<strong>en</strong>te a los ojos paganos que Tertuliano, a<br />
fines del siglo 2, tuvo que destacar que ellos eran de <strong>la</strong> misma<br />
carne y sangre que los demás hombres:<br />
Vivimos <strong>en</strong>tre vosotros, comemos el mismo alim<strong>en</strong>to,<br />
llevamos <strong>la</strong>s mismas ropas, t<strong>en</strong>emos los mismos hábitos y <strong>la</strong>s<br />
mismas necesidades vitales. No somos brahamanes de <strong>la</strong><br />
India ni gimnosofistas que habitan <strong>en</strong> los bosques y se aís<strong>la</strong>n<br />
de <strong>la</strong> vida humana común ... Habitamos con vosotros <strong>en</strong> el<br />
mundo, no abjurando ni del foro, ni de <strong>la</strong>s asambleas, ni de<br />
los baños, ni de <strong>la</strong>s cabañas, ni de taller, ni de posada, ni de<br />
mercado ... Navegamos con vosotros, combatimos junto a<br />
vosotros, cultivamos <strong>la</strong> tierra con vosotros, nos unimos a<br />
vosotros <strong>en</strong> empresas comerciales. 53<br />
LOS OBSTACULOS EN LA EVANGELIZACION - 57<br />
Pero es dudoso que los paganos hayan sido impresionados por<br />
esta oratoria. Era demasiada <strong>la</strong> evid<strong>en</strong>cia que t<strong>en</strong>ían <strong>en</strong> su<br />
contra. 54<br />
No sólo <strong>en</strong> <strong>la</strong> vida pública los cristianos suscitaban tanta<br />
sospecha y hostilidad. Imaginemos qué podía ocurrir <strong>en</strong> un<br />
matrimonio donde uno de los cónyuges era cristiano y otro<br />
pagano. Tertuliano describe gráficam<strong>en</strong>te una casa dividida y<br />
nos da un vívido cuadro de los problemas de una esposa<br />
cristiana así como de lo que un marido pagano pudo haber<br />
p<strong>en</strong>sado respecto a <strong>la</strong>s actividades cristianas de su esposa: 55<br />
Todos los días conmemorativos de los demonios ... el<strong>la</strong> se<br />
s<strong>en</strong>tirá agitada por el olor del inci<strong>en</strong>so. Y t<strong>en</strong>drá que salir<br />
por una puerta adornada con <strong>la</strong>ureles y faroles, como si se<br />
tratara de un nuevo consistorio de concupisc<strong>en</strong>cias públicas;<br />
frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>drá que s<strong>en</strong>tarse junto con su esposo <strong>en</strong><br />
reuniones de círculos y <strong>en</strong> tabernas.<br />
¿Qué esposo habría tolerado <strong>la</strong> obra y el culto cristiano<br />
practicados por el<strong>la</strong>?<br />
Si hay que asistir a un culto matutino, su marido <strong>la</strong> cita para<br />
reunirse con el<strong>la</strong> <strong>en</strong> los baños al amanecer. Si hay un ayuno<br />
que guardar, el esposo ese mismo día organiza una reunión<br />
seguida por una c<strong>en</strong>a. Si hay que hacer un viaje para realizar<br />
obras de caridad, nunca son más urg<strong>en</strong>tes los asuntos de <strong>la</strong><br />
familia. Porque, ¿quién permitiría que su esposa, bajo el<br />
pretexto de visitar a los hermanos, ande de calle <strong>en</strong> calle<br />
<strong>en</strong>trando <strong>en</strong> <strong>la</strong>s casas de otros hombres y, lo que es peor, <strong>en</strong><br />
<strong>la</strong>s casuchas más misérrimas? ¿Quién iba a tolerar que el<strong>la</strong><br />
estuviese aus<strong>en</strong>te del lecho conyugal a causa de reuniones<br />
nocturnas? ¿Quién, sin ansiedad, sufriría <strong>la</strong> aus<strong>en</strong>cia de <strong>la</strong><br />
esposa durante toda <strong>la</strong> noche para <strong>la</strong> vigilia de <strong>la</strong> Pascua?<br />
¿Quién permitiría, sin sospecha, que el<strong>la</strong> saliese para asistir<br />
a <strong>la</strong> c<strong>en</strong>a del Señor, de <strong>la</strong> cual circu<strong>la</strong>ban informes tan<br />
difamatorios? ¿Quién le iba a permitir que se arrastrase hasta<br />
<strong>la</strong> prisión para besar <strong>la</strong>s cad<strong>en</strong>as de un mártir? ¿Quién le iba<br />
a tolerar que se <strong>en</strong>contrase con los hermanos para<br />
intercambiar con ellos el beso?