evangelizacion en la iglesia primitiva
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460 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA<br />
Imperio. El clímax de esta política urbana se ve <strong>en</strong> su decisión de<br />
ir a Roma, proyecto que había esperado durante mucho tiempo<br />
y que finalm<strong>en</strong>te llevó a cabo de una manera muy difer<strong>en</strong>te a sus<br />
expectativas. H<strong>en</strong>ry Chadwick, <strong>en</strong> The Circle and the Ellipse<br />
interpretó, bril<strong>la</strong>ntem<strong>en</strong>te lo significativo de este deseo y sus<br />
resultados. Allí argum<strong>en</strong>ta que Pablo <strong>en</strong>contró al cristianismo<br />
como un círculo c<strong>en</strong>trado <strong>en</strong> una ciudad Oerusalén), y lo dejó<br />
como una elipse, con dos focos: Jerusalén, <strong>la</strong> ciudad madre, y<br />
Roma, el asi<strong>en</strong>to del Imperio. Pablo, por su insist<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> ir a<br />
Roma, involuntariam<strong>en</strong>te puso <strong>en</strong> movimi<strong>en</strong>to el proceso que, a<br />
<strong>la</strong> <strong>la</strong>rga, dio surgimi<strong>en</strong>to al papado. Entonces, <strong>la</strong> elipse se<br />
transformó una vez más <strong>en</strong> un círculo, pero un círculo <strong>en</strong> que<br />
coincidían el c<strong>en</strong>tro de <strong>la</strong> influ<strong>en</strong>cia cristiana y el poder imperial.<br />
Después de Constantino, esto tuvo efectos incalcu<strong>la</strong>bles, bu<strong>en</strong>os<br />
y malos, sobre <strong>la</strong> <strong>iglesia</strong> cristiana. Pero ilustra, por cierto, <strong>la</strong><br />
manera <strong>en</strong> que <strong>la</strong> estrategia de <strong>la</strong> misión cristiana estaba<br />
dominada por una política urbana.<br />
Provincial y global<br />
La estrategia paulina era, <strong>en</strong> tercer lugar, provincial. Se sabe<br />
bi<strong>en</strong> que Pablo acostumbraba a referirse a <strong>la</strong> provincia más que,<br />
como lo hace Lucas tan a m<strong>en</strong>udo <strong>en</strong> Hechos, a los nombres<br />
étnicos de aquellos a qui<strong>en</strong>es escribe. Macedonia, Acaya, Asia<br />
eran nombres de provincias. Esto era natural para un ciudadano<br />
romano como Pablo. Apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, se propuso establecer <strong>en</strong><br />
una provincia dos o tres c<strong>en</strong>tros de <strong>la</strong> fe y, luego, permitir que el<br />
<strong>en</strong>tusiasmo de los nativos y <strong>la</strong> iniciativa de los convertidos los<br />
llevara a otros que podían ganar para Cristo. Por ello, <strong>en</strong><br />
Macedonia predicó <strong>en</strong> Tesalónica, Berea y Filipos; <strong>en</strong> Acaya hizo<br />
conversos <strong>en</strong> At<strong>en</strong>as y Corinto, y <strong>en</strong> Chipre, <strong>en</strong> Sa<strong>la</strong>mina y Pafos.<br />
La importancia c<strong>en</strong>tral de Efeso lo atrajo tanto que pasó dos años<br />
<strong>en</strong>teros allí, y <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios se ext<strong>en</strong>dió a toda <strong>la</strong> provincia<br />
de Asia (Hch. 19.10). No hay duda de que durante este período<br />
Calosas y Laodicea fueron evangelizadas por aquellos a qui<strong>en</strong>es<br />
Pablo había conducido a <strong>la</strong> fe (Col. l.5s.; 2.1). Esta estrategia<br />
provincial demostró ser sumam<strong>en</strong>te efectiva. Pablo parece haber<br />
LA ESTRATEGIA DE LA EVANGELIZACION - 461<br />
tomado muy <strong>en</strong> serio <strong>la</strong> doctrina de que cada <strong>iglesia</strong> debía ser<br />
pars pro tato. No trabajó int<strong>en</strong>sam<strong>en</strong>te durante muchos años <strong>en</strong><br />
un solo lugar, sino que estableció comunidades de personas<br />
portadoras de luz, que habían <strong>en</strong>contrado su salvación <strong>en</strong> Cristo<br />
y que serían a partir de allí «<strong>la</strong> señal, firme e instrum<strong>en</strong>tada, del<br />
p<strong>la</strong>n total de <strong>la</strong> salvación divina» <strong>en</strong> esa provincia. lO Por ello se<br />
anima a decir:<br />
De manera que desde Jerusalén, y por todos los alrededores<br />
hasta Ilírico, todo lo he ll<strong>en</strong>ado del evangelio de Cristo ...<br />
Pero ahora, no t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do más campo <strong>en</strong> estas regiones, y<br />
deseando desde hace muchos años ir a vosotros, cuando<br />
vaya a España, iré a vosotros (Ro. 15.19, 23).<br />
Su predicación había sido repres<strong>en</strong>tativa: cada provincia había<br />
escuchado algo del evangelio y se habían imp<strong>la</strong>ntado pequeñas<br />
comunidades cristianas para continuar con el trabajo.<br />
Esto nos lleva, naturalm<strong>en</strong>te, a <strong>la</strong> visión más grande de Pablo:<br />
el evangelio para todo el mundo. Por ello se desp<strong>la</strong>zó sin<br />
descanso a través del Mediterráneo, de este a oeste. Por ello t<strong>en</strong>ía<br />
que ir a Roma, su base para evangelizar hasta <strong>la</strong>s regiones<br />
occid<strong>en</strong>tales más alejadas del mundo conocido. «y de esta<br />
manera me esforcé por predicar el evangelio, no donde Cristo ya<br />
hubiese sido nombrado» (Ro. 15.20s.). La parroquia de Pablo era<br />
el mundo <strong>en</strong>tero. Y no podía ser de otra manera, porque era el<br />
mundo que Dios había amado y redimido; el mundo sobre el<br />
cual Cristo, qui<strong>en</strong> autorizaba <strong>la</strong> misión, debía ser exaltado como<br />
Señor (kyrios). Hahn ha demostrado cómo «Pablo no tuvo<br />
ninguna duda de que el evangelio debía ser predicado <strong>en</strong> todo<br />
el mundo».l1 La misión mundial era inseparable de su<br />
l<strong>la</strong>mami<strong>en</strong>to a ser apóstol de los g<strong>en</strong>tiles: era una necesidad<br />
divina que pesaba sobre él, pues era deudor a g<strong>en</strong>tiles y a judíos<br />
de compartir con ellos <strong>la</strong>s riquezas de Cristo; estaba, como dice<br />
Hahn,<br />
basada <strong>en</strong> el evangelio mismo y su horizonte, que abarca<br />
todo el mundo ... Es <strong>la</strong> luz <strong>en</strong> <strong>la</strong> oscuridad de un mundo que