09.05.2013 Views

evangelizacion en la iglesia primitiva

evangelizacion en la iglesia primitiva

evangelizacion en la iglesia primitiva

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

150 - LA EVANGELIZACION EN LA IGLESIA PRIMITIVA<br />

comunes como Santiago y Juan bar Zebedeo, a co<strong>la</strong>boracionistas<br />

como los publicanos Mateo y Zaqueo, y a extremistas zelotes<br />

como Simón el Zelote (y quizá también Judas Iscariote y Pedro).52<br />

Jesús fusionó este conjunto de incompatibilidades políticas<br />

llevándo<strong>la</strong>s a experim<strong>en</strong>tar una comunión profunda y unánime.<br />

y esto era como un anticipo de lo que él podía hacer <strong>en</strong> cualquier<br />

parte para reconciliar posiciones políticas y sociales <strong>en</strong> conflicto.<br />

Ciertam<strong>en</strong>te, él murió sobre <strong>la</strong> cruz, pero ¿es que nunca los<br />

israelitas había oído acerca de los dolores de parto de <strong>la</strong> era<br />

mesiánica, acerca del lugar del sufrimi<strong>en</strong>to <strong>en</strong> <strong>la</strong> victoria y acerca<br />

de <strong>la</strong> necesidad de que aun el Siervo de Jehová sufriera antes de<br />

su vindicación? Con toda seguridad que hay un s<strong>en</strong>tido <strong>en</strong> el<br />

cual el reino de Jesús no es de este mundo, pero aun así llegará<br />

el día <strong>en</strong> que él restaure el reino de Israel, <strong>en</strong> que sus apóstoles<br />

regirán al nuevo Israel, <strong>en</strong> que los reinos del mundo llegarán a<br />

convertirse <strong>en</strong> los reinos de Jehová y de su Mesías (Hch. 1.6; Mt.<br />

19.28; Ap. 11.15).<br />

La temprana predicación a los judíos no demoró esta<br />

esperanza indefinidam<strong>en</strong>te ni <strong>la</strong> puntualizó, esfumándo<strong>la</strong>. Aun<br />

<strong>en</strong> el siglo 2 todavía se ofrecía a los fieles un reino terr<strong>en</strong>al y un<br />

mil<strong>en</strong>io terr<strong>en</strong>a1. 53 El arrep<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de los judíos-su retomo<br />

a Jesús como Mesías- era un hecho que apresuraría el<br />

adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to de los anhe<strong>la</strong>dos «tiempos de refrigerio de <strong>la</strong><br />

pres<strong>en</strong>cia del Señor» cuando ((él <strong>en</strong>víe a Jesucristo, que os fue<br />

antes anunciado; a qui<strong>en</strong> de cierto es necesario que el cielo reciba<br />

hasta los tiempos de <strong>la</strong> restauración de todas <strong>la</strong>s cosas, de que<br />

habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde<br />

tiempo antiguo» (Hch. 3.20ss.). Entonces Jesús sería un conductor<br />

político perfecto. 54 Y <strong>en</strong> el ínterin, para demostrar que<br />

ciertam<strong>en</strong>te él no era un <strong>en</strong>gañador sino que disfrutaba del lugar<br />

más <strong>en</strong>cumbrado <strong>en</strong> cuanto a honor y poder junto a Dios,<br />

esperando el mom<strong>en</strong>to adecuado para ejercer su autoridad sobre<br />

los <strong>en</strong>emigos, estaba <strong>en</strong> <strong>la</strong> <strong>iglesia</strong> <strong>la</strong> pres<strong>en</strong>cia de su poderoso<br />

Espíritu continuando <strong>en</strong> medio de sus fieles y a través de ellos<br />

los dynameis, los actos de poder cumplidos durante su vida. No,<br />

<strong>la</strong> cruz no significaba que Jesús era débil; todo lo contrario. 55 Era<br />

LA EVANGELIZACION DE LOS JUDIOS - 151<br />

el clímax de los poderosos actos de Dios <strong>en</strong> Jesús; allí él era<br />

reivindicado triunfalm<strong>en</strong>te mediante <strong>la</strong> resurrección, de <strong>la</strong> cual<br />

ellos eran testigos. Tal era <strong>la</strong> manera <strong>en</strong> que los primitivos<br />

predicadores respondían al cargo respecto a <strong>la</strong> debilidad política<br />

que implicaba <strong>la</strong> ejecución de Jesús. No hay duda de que muchos<br />

judíos se negaron a aceptar que un criminal cond<strong>en</strong>ado pudiera<br />

haber sido aquel que los israelitas habían estado esperando. Pero<br />

existe sólida evid<strong>en</strong>cia de que muchos creyeron y de que el<br />

rápido crecimi<strong>en</strong>to de <strong>la</strong> <strong>iglesia</strong> de Jerusalén <strong>en</strong> los primeros<br />

tiempos se debió, no <strong>en</strong> pequeña medida, a una ardi<strong>en</strong>te<br />

expectativa y esperanza de los cristianos de orig<strong>en</strong> judío. Tal<br />

expectativa y tal esperanza t<strong>en</strong>ían que ver con un inmin<strong>en</strong>te<br />

regreso de Jesús dotado con poderes para gobernar, para<br />

derrotar a los romanos y para consumar aquello que ya él había<br />

iniciado. Aunque <strong>en</strong> el temprano evangelio este elem<strong>en</strong>to político<br />

era indudablem<strong>en</strong>te de mayor significación que <strong>la</strong> que se le ha<br />

adjudicado, no debe exagerarse. 56 Los cristianos de orig<strong>en</strong> judío<br />

no tomaron parte <strong>en</strong> <strong>la</strong> Gran Rebelión de los años 66-70 d.C.,<br />

ocasión <strong>en</strong> que hasta los pactantes de Qumrán fueron <strong>en</strong>gañados<br />

crey<strong>en</strong>do que el día de <strong>la</strong> liberación había amanecido, pereci<strong>en</strong>do<br />

así por su error. Tampoco se sumaron los cristianos a <strong>la</strong> Segunda<br />

Rebelión de los años 133-135 d.C. Indudablem<strong>en</strong>te que<br />

recordaban <strong>la</strong>s advert<strong>en</strong>cias de Jesús <strong>en</strong> cuanto a no seguir a<br />

falsos Mesías (p. ej., Mt. 24.24s.). Se negaron a aliarse con Bar<br />

Kojba, a qui<strong>en</strong> el rabino Aquiba proc<strong>la</strong>maba como Mesías: sabían<br />

que si Jesús no había traído el reino, tal realización tampoco sería<br />

posible mediante el poder del Hijo de <strong>la</strong> Estrel<strong>la</strong>.<br />

¿Fue Jesús un Mesías profético o fue, quizá, un Mesías<br />

sacerdotal? Fue ambas cosas. Todos reconocían a Jesús como<br />

profeta (Lc. 7.16; Mt. 21.46). Pero aun durante su vida hubo un<br />

sector del pueblo judío que lo consideraba como el profeta que<br />

t<strong>en</strong>ía que aparecer al fin de los tiempos an. 6.14; Me. 6.15; Mt.<br />

21.10s.). Parece no haber evid<strong>en</strong>cia respecto a que Jesús mismo<br />

haya p<strong>en</strong>sado acerca de sí de esta manera. Sin embargo, se nos<br />

dice que después de <strong>la</strong> resurrección sus discípulos emplearon<br />

esta categoría de expectativa mesiánica para l<strong>la</strong>mar <strong>la</strong> at<strong>en</strong>ción

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!