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148 Eduardo Bedoya Garland Cocaleros: estrategias productivas y riesgo<br />
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de los cocaleros, además de la coca, se nota una fuerte inserción a través de<br />
otros productos tales como plátano, palta y maíz, además del cacao y el café.<br />
Igualmente, entre los cocaleros existe una clara diferencia entre cultivos comerciales<br />
y cultivos de autoconsumo. Los cultivos de autoconsumo permiten<br />
a los productores cocaleros reducir los gastos monetarios, en especial los<br />
referidos a los gastos de alimentación para sus trabajadores asalariados. En<br />
caso de que no los produjesen, tendrían que adquirirlos en el mercado a un<br />
costo mayor. La producción de autoconsumo constituye, en este sentido, un<br />
ahorro monetario. Es más barato producirla en su propia parcela familiar que<br />
adquirirla a precio de mercado. En el caso de los no cocaleros, la estrategia<br />
resulta siendo distinta. El portafolio de productos significativamente comerciales<br />
de los segundos se limita a un número más reducido (aunque más<br />
extenso) de cultivos como café, cacao e inclusive yuca, los cuales muestran<br />
una intensa comercialización de sus productos en el mercado local y en la<br />
misma chacra. De igual manera, mientras que entre los cocaleros algunos<br />
cultivos anuales como la yuca se orientan únicamente al autoconsumo, entre<br />
los no cocaleros dicho cultivo se destina de manera preferente al mercado. Es<br />
decir, los agricultores no cocaleros buscan obtener ingresos monetarios inclusive<br />
de cultivos tradicionalmente considerados sobre todo de autoconsumo.<br />
Entre los cocaleros, la diversificación como mecanismo de reducción de<br />
riesgos no solo es agrícola sino también ocupacional, lo cual posibilita a los<br />
indicados agricultores el traslado de excedentes de una actividad ocupacional<br />
a otra, dentro de la unidad productiva familiar. En numerosas ocasiones,<br />
y sobre todo entre los cocaleros más antiguos, luego de cubrir el costo de la<br />
mano de obra asalariada utilizada para la cosecha (el rubro más alto en los<br />
gastos de la familia), los ingresos obtenidos en la última campaña de la coca<br />
se invierten en la instalación o en el abastecimiento de una tienda. Posteriormente,<br />
la tienda provee los ingresos para las necesidades diarias de la familia<br />
e incluso para cubrir los costos del mantenimiento de los cultivos de la chacra.<br />
Así, la agricultura cocalera permite el abastecimiento de la tienda en<br />
determinados periodos (cosecha de los productos comerciales) y ésta, a su<br />
vez, funciona como un pequeño banco que genera ingresos constantes durante<br />
el año, y que pueden, además, ser reinvertidos en la agricultura. Respecto<br />
a los no cocaleros, la diversificación ocupacional funciona más en el<br />
ámbito de la venta de la fuerza de trabajo familiar a otros predios agropecuarios,<br />
principalmente cocaleros, u otras actividades propias de la zona. Recordemos<br />
que dos tercios de los familiares no cocaleros trabajan como jornaleros<br />
fuera de la unidad familiar, porcentaje que se reduce a solo un cuarto<br />
entre los familiares de los cocaleros. En otras palabras, la diversificación ocu-<br />
pacional de los cocaleros ocurre dentro de la empresa familiar, mientras que<br />
la de los no cocaleros sucede fuera de ella.<br />
Por último, cabe recalcar que la percepción del riesgo varía según se<br />
trate de mujeres u hombres agricultores. Concretamente, existen discrepancias<br />
significativas respecto a la importancia y el riesgo de un cultivo como la<br />
coca. Las entrevistas realizadas a doce familias por el equipo de Winrock<br />
(2001) y a otras doce por el grupo de investigación de CARE (2002), así lo<br />
demuestran. En general, se percibe una mayor conciencia del riesgo que implica<br />
el cultivo de la coca en el caso femenino. Las entrevistas señalan que los<br />
hombres, especialmente los jóvenes, aceptan el riesgo cuando son padres de<br />
familias de reciente formación y cuando requieren de ingresos considerables<br />
para solventar gastos mayores. Las mujeres, por el contrario, asumen el riego<br />
cuando existen serios problemas en la satisfacción de las necesidades alimenticias<br />
familiares, preocupación fundamental entre las mujeres campesinas. En<br />
este sentido, las mujeres tienden a percibir la coca como un cultivo más. Las<br />
mujeres cocaleras entrevistadas, a pesar de coincidir con sus respectivos esposos<br />
en que la coca es el cultivo principal de su chacra, valoran en mayor<br />
medida el resto de los productos que trabajan. Para ellas, todos sus cultivos<br />
son importantes para complementar el sustento familiar, dado que sostienen<br />
que solamente con la coca y con los cacaotales no podrían abastecerse. Los<br />
frutos pueden ser intercambiados por otros productos que se cosechan en la<br />
sierra y que, de otro modo, tendrían que comprar a un mayor precio en la<br />
selva. “Hacemos negocio con todo”, señalan las mujeres cocaleras.<br />
Conclusiones y comentarios adicionales<br />
La investigación realizada por Winrock comprobó que la mayoría de los<br />
cocaleros de Santa Rosa y Palmapampa, en el VRAE, poseen predios que<br />
oscilan entre 0.1 y 5 hectáreas. Las plantaciones de coca que se siembran en<br />
dichos predios, sin embargo, por lo general no alcanzan la media hectárea y<br />
acompañan a otros tantos cultivos de carácter legal. Es decir, los cocaleros<br />
son predominantemente pequeños productores, con extensiones de coca también<br />
bastante reducidas, siendo la coca uno de varios sembríos. Cabe mencionar<br />
que el sistema agrícola de producción de los agricultores en el VRAE<br />
se caracteriza por el predominio de la agricultura de rozo y quema dentro de<br />
sus parcelas. En este sentido, la mayor o menor disponibilidad de tierra entre<br />
los colonos cocaleros y no cocaleros constituye el factor más importante que<br />
determina la forma en que los agricultores manejan los recursos naturales. La<br />
evidencia indica que cuanto más grande es la extensión del predio, el índice