Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
100<br />
HABLANDO DE LECTURAS ...<br />
Me dejé volar en las faldas de mi abuela escuchando<br />
mil cien veces el mismo relato. Guardaré<br />
para siempre la imagen de mi padre obsequiándome<br />
el primer libro. Fui pirata, monje, bandolero,<br />
médico, soñador e inesperado concertista sin<br />
moverme de lugar. Supe de noches de espera tratando<br />
que el libro nunca termine. Me prohibieron<br />
leer en alguna época, sin éxito alguno. Leí a la<br />
luz de una vela. Retuve el aroma que desprenden<br />
las hojas de un libro nuevo. Reí con las caras de<br />
mi profesora cuando leía novelas interminables<br />
en la clase de bachillerato. Conservaré intacta la<br />
imagen de mis hijas leyendo por primera vez.<br />
Comprendí que a cada momento hay un libro<br />
que nos está aguardando. Compré un libro por su<br />
portada. Abandoné muchas lecturas sin sentido<br />
y releí tantas otras. Recuperé el libro que había<br />
prestado. Me despedí de aquel libro que jamás<br />
debí prestar. Vi películas por el libro. Compré<br />
libros por la película. Quedé suspendido en el<br />
aire por ese misterio no resuelto de aquel libro<br />
policial. Leí contratapas que en nada orientaban.<br />
Me perdí entre tantas otras contratapas. Compré<br />
el señalador adecuado y lo olvidé en un viaje.<br />
Lloré con ese final que no quería leer. Regalé<br />
el libro a la persona amada. Aún sigo buscando<br />
el libro para la persona no querida. Quedé<br />
desconcertado ante mi autor preferido. Dejé<br />
libros por las primeras páginas. Leí para calmar<br />
penas ajenas y propias. Olvidé historias que no<br />
hubiese querido conocer. Compré el libro que no<br />
debía y me quedé con ganas de aquel libro que<br />
aún espera por mí en un escaparate. Acepté mi<br />
condición bibliófila. Ya regalé un libro. Ya me<br />
han regalado un libro deseado, uno de los tantos.<br />
Conversé con desconocidos en el tren, en el bus,<br />
en el avión acerca del libro que llevábamos entre<br />
manos. Recorrí librerías buscando ese título. Rescaté<br />
libros olvidados. Recomendé alguna buena<br />
lectura. Agradecí a mis maestros lectores. Intento<br />
ir en camino a ser uno de ellos. Conversé sobre<br />
libros. Me callé ante un libro. Me dormí con la<br />
historia hecha en mí y soñé que era otro. Acepté<br />
que habrá libros que jamás conoceré.<br />
Me preguntas: ¿Qué queda por hacer ante<br />
la lectura?<br />
Disfrutar también de las experiencias de<br />
los otros…Este libro es una bella manera de<br />
concretarlo.<br />
Daniel Menéndez Vigil<br />
Recordando a Daniel, quien partió prematuramente el<br />
21 de marzo del 2009. Este es el prólogo que hizo para mi<br />
libro Atrévete a leer, y no pudimos ver publicado.<br />
¡HASTA SIEMPRE, ADELITA!<br />
Partió en alas del sueño una amiga de los niños.<br />
Adela y Monserrat Di Lorenzi en casa de la autora,<br />
2007. Adela Marziali nació en Montevideo el 17 de octubre<br />
de 1911, falleció en Montevideo el 1º de abril de<br />
2009. Maestra especializada en clases jardineras. Sus poemas<br />
fueron musicalizados por valiosos compositores.<br />
María Luisa Cresta de Leguizamón- Nació<br />
en Paraná, residió en Córdoba desde 1940 al 2002,<br />
en que pasó a vivir en Buenos Aires. Miembro de la<br />
Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, a través<br />
de la Maestría en Literatura para niños y jóvenes,<br />
compartió con A.U.L.I. y la Cátedra Juana de Ibarbourou<br />
su docencia. Estudiosa permanente del campo<br />
disciplinar y valiosa defensora de sus derechos.