Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
76<br />
mientras ponía en las manos de Pachacutec una<br />
lámina plateada y brillante-. El será tu oráculo y<br />
mientras gobiernes el imperio sólo en él deberás<br />
confiar. [5][2].<br />
Y en la misma tradición oral incaica está<br />
el pájaro Indi, un ave parecida a un halcón y<br />
venerado como algo sagrado porque hacia augurios<br />
en los que el Inca confiaba ciegamente.<br />
Manco Inca lo llevaba siempre con él y lo tenía<br />
dentro de una petaca hecha de paja. La portada<br />
mágica también cuenta la vida de las profundidades<br />
del lago Poopó, donde los samiri, pequeños<br />
duendes dedicados a la música, esperan<br />
pacientes que caiga al agua algún incauto para<br />
devorarlo al estilo de los enanos malvados de<br />
los cuentos occidentales: “Varios hombrecitos,<br />
de estatura muy pequeña y una larga cabellera<br />
azul, salían de unos agujeros de la pared y se<br />
iban metiendo dentro de la laguna cada uno con<br />
un instrumento en la mano. Algunos tocaban<br />
flautas, otros tambores y otros violines, todos<br />
los instrumentos eran de oro y plata. Las notas<br />
musicales salían de cada uno de los instrumentos<br />
haciéndose visibles para los tres visitantes<br />
que miraban absortos lo que pasaba. Las notas<br />
blancas seguían el ritmo con el semblante muy<br />
serio, las notas negras conversaban entre sí,<br />
mientras que las corcheas, todas tomadas de la<br />
mano, daban vueltas en círculos alrededor de<br />
los intérpretes”[6][3]<br />
Garcilaso de la Vega también cuenta que en<br />
una batalla de los Incas contra los Chancas, las<br />
piedras se convirtieron en guerreros por orden<br />
del Sol para ayudar al Inca Pachacutec [7][4].<br />
Y en La sirena del Parapetí, la saliva del héroe<br />
y de la heroína es capaz de hablar por sí sola<br />
para protegerlos de las malas intenciones del<br />
ogro[8][5].<br />
Algunos especialistas están convencidos de<br />
la desaparición de la literatura en este nuevo<br />
milenio, mientras que otros afirman que ésta<br />
subsistirá y que es probable que lo que sufra<br />
un cambio sea el soporte. El internet es una<br />
probabilidad que en la actualidad ya es palpable,<br />
pues navegando por su mar de información se<br />
encuentran cuentos para niños cuya lectura se<br />
sigue en la pantalla, donde el niño puede ver<br />
que las ilustraciones cobran vida. La literatura<br />
infantil y juvenil no debería temer estos<br />
cambios, más bien unirse a ellos. El cine y la<br />
televisión ayudan a la literatura y viceversa ¿no<br />
fue Tolkien conocido y leído por los jóvenes<br />
del mundo entero a partir de la trilogía de “El<br />
Señor de los Anillos”? ¿y no se vendieron innumerables<br />
libros de Harry Potter y se sumaron<br />
millones de lectores a los relatos de la escritora<br />
Rowling gracias al cine? También la literatura<br />
latinoamericana debía llevarse a la pantalla para<br />
difundir al mundo una identidad cultural y una<br />
tradición oral plasmadas en la literatura.<br />
La historia de la literatura infantil y juvenil<br />
en Latinoamérica es nueva. Tenemos escritores<br />
con obras de calidad extraordinaria y elementos<br />
propios: personajes fantásticos, un sinnúmero<br />
de escenarios exóticos y mucha magia. Estos<br />
tres elementos, unidos a una narrativa actual,<br />
ágil y divertida puede evitar que nos borren la<br />
memoria y la cultura.<br />
No es el propósito de este trabajo demostrar<br />
que lo expuesto sea la respuesta para una mejor<br />
literatura infantil–juvenil, pero es el resultado de<br />
una experiencia que en Bolivia ha tenido buena<br />
acogida en cuanto a receptividad y disfrute de<br />
textos, sobre todo de parte de los niños y adolescentes<br />
que ya pertenecen al siglo XXI y que<br />
serán los protagonistas del nuevo milenio.<br />
[1][1] Gisbert, Teresa. Iconografía y mitos indígenas en el<br />
arte. Editorial Gisbert. La Paz, 2004. Págs. 86-87.<br />
[2][2] Mesa, Isabel. La pluma de Miguel: una aventura en<br />
los andes. Editorial Santillana. La Paz, 1998. Pag. 43.<br />
[3][3] Mesa, Isabel. La pluma de Miguel: una aventura en<br />
los andes. Editorial Santillana. La Paz, 1998. Pag. 77.<br />
[4][1] Sarmiento de Gamboa, Pedro. Historia de los Incas.<br />
Editores Emecé. Buenos Aires, 1943. Pág 86.<br />
[5][2] Mesa, Isabel. La Turquesa y el Sol. Editorial<br />
Santillana. La Paz, 2003. Pág. 223<br />
[6][3] Mesa, Isabel. La portada mágica. Editorial<br />
Santillana, 2001. Pags. 94.<br />
[7][4] De la Vega, Garcilaso. Obras completas del Inca<br />
Garcilaso de la Vega II. Edición y estudio preliminar del<br />
P. Carmelo Saenz de Santa María. S.I. Madrid, 1963.<br />
Pág. 173.<br />
[8][5] Mesa, Isabel. El espejo de los Sueños. Editorial<br />
Santillana. Pag. 132.