Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
II<br />
antiguo también hizo su aporte a través del<br />
folclore infantil, tradición compartida con<br />
otros países.<br />
En cuanto al repertorio de cuentos y leyendas,<br />
aunque hay algunas de autores nacionales,<br />
las de mayor conocimiento corresponden al<br />
legado cultural de otros pueblos. En la zona<br />
norte del país hay relación estrecha con el<br />
folclore brasileño («el lobisón», «el negrito<br />
del pastoreo», el folclore mágico); al oeste<br />
hay eclecticismo de cultura negra y sociedad<br />
cristiana y, si bien predomina la última, en la<br />
zona rural persiste la leyenda de «la luz mala»<br />
y el resto conserva leyendas zoo y fitomórficas,<br />
pero no autóctonas, las más conocidas en la<br />
cultura escrita del s. XX son las andanzas de<br />
Juan el zorro y el Tigre, cultivadas por Montiel<br />
Ballesteros (1888-1971), Francisco Espínola<br />
(1901-1973) y Serafín J. García (1905-1985).<br />
El investigador Daniel Vidart ubica su origen<br />
en la zona guaraní y como centro difusor a las<br />
Misiones Jesuíticas: “el ciclo de Pedro Malasartes<br />
procede de las influencias portuguesas<br />
de Río Grande; las creencias en aparecidos y<br />
lobisones fueron adaptación de modelos hispánicos...”<br />
de allí derivaron las diferentes versiones,<br />
que al norte del continente se conocen<br />
como las de Tío Conejo y Tío Tigre.<br />
Gabriela Armand Ugon (1960) edita<br />
Verano de luces malas (2006), donde la protagonista<br />
aborda unas vacaciones que dejaron un<br />
verano de leyendas y aventuras en el que cuentos<br />
de luces malas y aparecidos pueblan sus<br />
sueños. Su último libro transita un tema más<br />
moderno: El blog de Julieta Penino (2009).<br />
No poseemos personajes infantiles que<br />
protagonicen historias con difusión de alcance<br />
masivo, aunque es bastante conocida la figura<br />
de «el pequeño héroe del arroyo de oro»,<br />
Dionisio Díaz, quien con siete años salvó a su<br />
hermana a costa de su vida. El hecho sucedió a<br />
comienzos del s. XX en circunstancias oscuras,<br />
en el marco de violencia doméstica, pero se<br />
reverencia la figura del<br />
niño en varios textos por<br />
su valentía.<br />
En la prehistoria de la<br />
LIJ uruguaya encontramos<br />
a Dámaso Antonio<br />
Larrañaga (1771-1848),<br />
quien dictó sus Fábulas<br />
americanas en 1826, que<br />
vieron la luz editorial en<br />
1919 y Petrona Rosende<br />
(1787-1863), primera<br />
poeta uruguaya que da a conocer textos de<br />
discretos méritos en 1835 (El parnaso oriental<br />
de Luciano Lira). En 1888 Isidoro de María<br />
(1815-1906), cuya obra perdurable es Montevideo<br />
Antiguo, estampas de una aldea del s.<br />
XIX, publica una recopilación de poemas de<br />
diversos autores donde el objetivo didascálico<br />
ensombrece los escasos valores estéticos.<br />
Ese año, el Poeta de la Patria, Juan Zorrilla<br />
de San Martín (1855-1931), publica una obra<br />
que hará el deleite de numerosas generaciones:<br />
Tabaré. Extenso poema que relata la conquista<br />
de América, el sometimiento de una mujer española<br />
por un cacique indígena, su prematura<br />
muerte y las vivencias del hijo mestizo. El texto<br />
es una alegoría de una comunidad que muere<br />
y otra que comienza. Distintas expresiones del<br />
arte han recreado este libro que se mantiene en<br />
el merchandising de útiles escolares, que fue<br />
traducido a numerosos idiomas, incluido el chino<br />
y llevado a la ópera por cinco compositores.<br />
Como dato anecdótico comento que la versión<br />
de Alfredo Schiuma se estrenó en el Teatro<br />
Colón de Buenos Aires durante los homenajes<br />
al centenario de la Independencia de Bolivia.<br />
Tabaré consolida a Zorrilla como el principal<br />
poeta romántico de Uruguay. Y, en una época en<br />
que no se hablaba de LIJ, este libro y “La leyenda<br />
patria” fueron obras de rigor en numerosos<br />
círculos culturales y centros educativos.