Boletin A.U.L.I. Nº 44-45 - Trapolandia
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DESENTRAÑANDO EL MISTERIO DE LUIS CABRERA DELGADO*<br />
Lic. Yamil Díaz Gómez *<br />
signosne@cenit.cult.cu<br />
Al entrar en un texto como la reciente<br />
novela juvenil de Luis Cabrera Delgado El<br />
misterio del pabellón hexagonal (Editorial<br />
Gente Nueva, La Habana, 2008), ocurre como<br />
en los viejos relatos maravillosos: se impone<br />
responder a tres enigmas.<br />
Una primera y cardinal pregunta sería:<br />
¿Quién es Luis Cabrera? Una segunda, no<br />
menos importante: ¿qué es la ciudad de Santa<br />
Clara para él? Una tercera y muy dramática:<br />
¿cuál es el sitio que la familia cubana destina<br />
cada día a los más viejos?<br />
Pues… ¿quién es Luis Cabrera? Uno de<br />
los más grandes escritores con que cuenta en<br />
Cuba esa difícil serie literaria conocida como<br />
literatura para niños y jóvenes. Así lo avalan<br />
sus multipremiados, multieditados y multitraducidos<br />
libros de narrativa, entre los que<br />
se incluyen títulos como Antonio el pequeño<br />
mambí; Tía Julita; Pedrín; Los calamitosos;<br />
Ito; Vino tinto y perejil; Raúl, su abuela y los<br />
espíritus; ¿Dónde está La Princesa? y otros<br />
más, que se cuentan por decenas. Pero, además<br />
de eso, Luis Cabrera es un autor de sostenida<br />
imaginación; notoria soltura para los diálogos;<br />
visible precisión para concebir sus personajes<br />
(por algo es psicólogo); una notable habilidad<br />
para moverse del cuento a la novela y la novela<br />
al cuento, o para borrar toda frontera entre<br />
ambos, y una anticipada valentía para enfrentar<br />
dentro de libros para niños y jóvenes asuntos<br />
complejos como la discapacidad física, la<br />
homosexualidad o el sida… temas que luego<br />
pueden convertirse en moda, de tanto autor cubano<br />
que sigue los caminos que habitualmente<br />
Luis va abriendo. A todo eso, Luis Cabrera une<br />
un mérito aparentemente extra-literario: su<br />
proverbial modestia —virtud muy rara entre<br />
escritores— y de ello dio pruebas con este<br />
propio libro. El 20 de mayo del año 2005, en<br />
Luis Cabrera con su editor en la presentación de su<br />
novela El misterio del pabellón hexagonal en la Feria<br />
de l Libro de La Habana , 2009.<br />
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la Unión de Escritores de su ciudad, se hizo<br />
un debate sobre la novela, entonces aún en<br />
manuscrito. Allí la doctora Elena Yedra asumió<br />
brillantemente la tarea de defender la obra,<br />
mientras a este amigo-lector-comentarista<br />
correspondió la misión de atacarla. ¿Pueden<br />
creer que me pasé la noche entera sacando a<br />
la luz pública los defectos del relato? Y ¿qué<br />
hizo Luis? Me dio las gracias y casi rescribió<br />
su texto, de tal manera que enmendó todo lo<br />
que le cuestioné en aquella jornada. ¡Excepcional<br />
privilegio para un crítico este saberse un<br />
poquito coautor de una magnífica obra!<br />
Pero aún no hemos respondido la segunda<br />
pregunta: ¿Qué es Santa Clara para Luis? Él,<br />
que le he dado varias veces la vuelta al mundo,<br />
lo confesó una noche: su patria definitiva está<br />
en el centro de Cuba, en Santa Clara. He aquí<br />
su sitio elegido para vivir, crear y morir. Nos<br />
recordó que Ulises se hizo amarrar a un mástil<br />
para poder escuchar el canto de las sirenas, y<br />
nos pidió que si un día algún canto de sirena<br />
lo atraía a otra tierra, debíamos atarlo a una<br />
columna del Parque Vidal. Tanto ama Luis<br />
a Santa Clara que, cuando lean esta novela,<br />
notarán cómo el escritor le ha regalado un