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Es preciso destacar que durante la adaptación de la Directiva marco de 1989,
Francia decidió no imponer la obligación general de disponer de un servicio
interno de prevención en la empresa. Se trata de una decisión de la organización
que no cuestiona el principio de la prevención integrada en la empresa, que
constituye una prioridad.
En concreto, desde el punto de vista de la empresa, se distinguen dos
partes implicadas principales:
Los servicios de salud en el trabajo, que antes se conocían como “medicina
del trabajo”. Son servicios propios de la empresa o que sirven a varias
empresas. Su papel es exclusivamente preventivo y consiste en “evitar toda
alteración de la salud de los trabajadores por motivos de trabajo, especialmente
por lo que se refiere a la supervisión de las condiciones higiénicas, los riesgos
de contagio y el estado de salud de los trabajadores”.
Durante mucho tiempo se centraban en el reconocimiento médico durante las
visitas periódicas de los trabajadores. Desde el 2000 intentan transformarse
para integrar progresivamente el carácter multidisciplinar que se precisa para la
evolución del riesgo profesional y el enfoque europeo. En la actualidad, los
servicios de salud en el trabajo cuentan con unos 6.500 médicos y 10.500
trabajadores no médicos que se agrupan en 943 servicios.
En el 2002, siempre con el objetivo de aplicar el enfoque multidisciplinar en
materia de salud y prevención de los riesgos profesionales, así como de cumplir
con el derecho europeo, Francia creó la figura de los interventores en
prevención de riesgos profesionales (IPRP). Son especialistas habilitados a tal
efecto (especialistas en ergonomía, ingenieros de seguridad, psiquiatras,
psicólogos, toxicólogos, epidemiólogos, etc.) a quienes pueden recurrir los
servicios de salud en el trabajo, en colaboración con las empresas pertinentes.
A pesar de las distintas reformas, son muchos los informes que subrayan que
estos servicios sólo atienden a una parte de las misiones de SST, sin que medie
una relación estrecha entre los diferentes interventores.
Se trata de pasar de una lógica de la visita individual sistemática a la gestión de
una prevención primaria de los riesgos profesionales.
Está en proceso una consulta, con el apoyo del ministro de Trabajo, para
proponer un plan de definición de reformas de estos servicios.
También se trata de adaptar estos servicios a las necesidades de las empresas,
así como a sus prácticas y expectativas. En definitiva, las transformaciones
experimentadas en el mundo del trabajo a modo de ejercicio (contrato precario,
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