monografia28abril2008.pdf - Asepeyo

prevención. Si no se tienen en cuenta los aspectos preventivos (consecuencias
y ventajas o desventajas) desde la toma de decisiones, el diseño, el proyecto, la
planificación… (la gestión en todo su amplio concepto); si los profesionales,
desde los externos responsables de proyectos, de diseños de equipos y
métodos, asesoramiento, etc., los altos responsables de la gestión productiva,
mandos intermedios, todos los empleados, no asumen los principios preventivos
y tienen los conocimientos necesarios en materia preventiva, difícilmente se
podrán conseguir unos aceptables niveles de prevención. La prevención debe
estar asumida por todos, dentro y fuera de la empresa, encardinada en la
responsabilidad social, en todos los aspectos de la gestión, como un elemento
más que traerá consigo, una mayor productividad y calidad, y, en definitiva: una
mejor competitividad.
Para conseguir este objetivo deben incorporarse los aspectos preventivos en
todos los niveles de la enseñanza, obligatoria, profesional reglada y para el
empleo y la universitaria.
Para paliar el déficit de prevencionistas, especialmente de nivel intermedio, se
tomarán medidas urgentes para paliarlo lo más rápidamente posible.
En el ámbito superior se señala el segundo ciclo, máster de postgrado, en el
marco del Acuerdo de Bolonia como la única vía futura para la capacitación del
prevencionista superior, sin perjuicio de los especialistas en medicina y
enfermería del trabajo, que ya tienen su propio sistema en vigor.
Se elaborará un Plan Nacional de Formación en PRL para ordenar las acciones
formativas en todos los niveles.
Objetivo 7: Reforzar las instituciones dedicadas a la prevención de riesgos
laborales.
Para que el sistema preventivo laboral funcione sin distorsiones y con plena
eficiencia resulta imprescindible una Administración eficaz que no solo vigile y
controle el buen hacer en las empresas, sino que además apoye fuertemente a
empresas, profesionales y trabajadores, especialmente a los más necesitados,
particularmente a las pequeñas y medianas empresas. Hay que hacer y aplicar
una legislación que para ser eficaz debe ser fácilmente aplicable. Y hay que
facilitar instrumentos asequibles, comprensibles, fáciles de utilizar, que permitan
una prevención ampliamente satisfactoria para todos en todas las actividades,
que como mínimo faciliten la aplicación de la ley.
En consecuencia se debe reforzar el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene
en el Trabajo, potenciando su función investigadora y de estudio, incrementando
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