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C a z a d o r e s d e m i c r o b i o s<br />
P a u l d e K r u i f<br />
experimento? Gernez fue enviado al norte de Francia para estudiar los gusanos de<br />
seda de Valenciennes, y Pasteur, sin una razón bien determinada, le escribió<br />
recomendándole repitiese allí el experimento que había fracasado anteriormente.<br />
Gernez tenía unas cuantas carnadas de gusanos y la convicción, además,<br />
independiente del criterio de su maestro, que los globulitos en cuestión eran seres<br />
vivos, parásitos, asesinos de los gusanos de seda. Escogió cuarenta gusanos en buen<br />
estado de salud y los alimentó con hojas de morera buenas y sanas que no habían<br />
sido utilizadas por gusanos enfermos. Estos gusanos tejieron veintisiete capullos<br />
hermosos y en las mariposas que de ellos salieron no encontró glóbulos. Manchó otras<br />
hojas con mariposas enfermas machacadas y las dio a comer a los gusanos nacidos el<br />
día anterior, gusanos que vivieron una muerte lenta, y cubrieron de motitas negras y<br />
tenían los cuerpos llenos de glóbulos subdivisibles. Con más hojas manchadas con<br />
mariposas machacadas alimentó gusanos que se disponían a tejer sus capullos, y así<br />
lo hicieron; pero las mariposas a que dieron vida estaban plagadas de glóbulos y se<br />
malograron los gusanos procedentes de sus huevos. Gernez fue presa de gran<br />
agitación, que aumentó cuando fas noches que pasó pegado al microscopio, le<br />
mostraron que los glóbulos aumentaban enormemente en número a medida que los<br />
gusanos caminaban a la muerte.<br />
Gernez se apresuró a reunirse con Pasteur, a quien dijo:<br />
—¡Ya está resuelta la cuestión! Los globulitos están vivos, son parásitos, son los<br />
que hacen enfermar a los gusanos.<br />
Tuvieron que transcurrir seis meses para que Pasteur quedara convencido de la<br />
razón que asistía a Gernez pero al fin, cuando lo estuvo, retornó a su antigua tarea y<br />
volvió a reunir al Comité.<br />
—Los pequeños corpúsculos no son sólo señal de la enfermedad, sino también la<br />
causa. Los globulitos están vivos, se multiplican, se infiltran por todas partes del<br />
cuerpo de las mariposas.<br />
Pasteur se dio cuenta entonces de que los globulitos causantes de la pebrina<br />
procedían de fuera de los gusanos, no nacían en su interior, y emprendió largas<br />
peregrinaciones para enseñar a los campesinos la manera de preservar a los gusanos<br />
sanos de toda contaminación por las hojas manchadas por gusanos enfermos.<br />
En aquellos días sufrió un ataque de hemorragia cerebral que le puso a las<br />
puertas de la muerte: pero al enterarse de que habían sido suspendidas las obras de<br />
su nuevo laboratorio, cesó de espera la muerte, se puso furioso y decidió seguir<br />
viviendo.<br />
Quedó paralítico de un lado, pero se dedicó a leer con todo ardor el libro del<br />
doctor Smiles «Auto-ayuda», y resolvió continuar su obra con toda energía, no<br />
obstante su impedimento. Cuando debía haber continuado en cama o haber ido a<br />
reponerse a la orilla del mar, se puso de pie, vacilante, y salió cojeando a tomar el<br />
tren para el Mediodía de Francia, alegando indignado, que seria criminal no acabar de<br />
salvar los gusanos de seda, cuando tanta pobre gente se moría de hambre.<br />
Seis años estuvo luchando Pasteur con las enfermedades de los gusanos de seda;<br />
no había acabado de solucionarlo, cuando atacó otra enfermedad a estos desgraciados<br />
animalillos: pero ya conocía el terreno que pisaba, tardó poco en descubrir el microbio<br />
de la nueva plaga.<br />
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