You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
C a z a d o r e s d e m i c r o b i o s<br />
P a u l d e K r u i f<br />
todo ello exigía muchos días, semanas más bien. Nunca ha tenido solución más<br />
sencilla un problema que, a no ser por una rara casualidad, habría quedado tal vez sin<br />
resolver.<br />
Tan pronto como Theobald Smith pudo incubar varios millares de garrapatas en<br />
su laboratorio, procedió a confirmar su maravilloso descubrimiento, consiguiéndolo<br />
con una absoluta claridad, porque todo el ganado norteño, atacado por los<br />
regimientos de garrapatas incubadas, fue víctima de la fiebre de Tejas. Cuando pasó<br />
el verano de 1890 y vinieron los primeros fríos, instaló una estufa de carbón en un<br />
establo, e incubó garrapatas en un local templado, que depositó con todo cuidado<br />
sobre los lomos de una vaca que pasó a ocupar el establo con calefacción: haciendo la<br />
estufa las veces de sol, fomentó el desarrollo de las garrapatas y la vaca contrajo la<br />
fiebre de Tejas en pleno invierno, cosa que nunca sucede en el estado natural.<br />
Durante dos veranos más, Smith y Kilborne descubrieron hechos curiosos<br />
relacionados con la inmunidad; vieron terneras norteñas con ataques benignos de<br />
fiebre de Tejas, un par de ellas en el verano, a lo sumo, y que al siguiente año, más o<br />
menos crecidas, pastaban cuidadosamente en campos que resultaban mortales para<br />
las vacas del Norte no inmunizadas. De este modo se explicaron por qué el ganado del<br />
Sur no es víctima de la fiebre de Tejas: esta cruel enfermedad existía en el Sur, en los<br />
sitios donde hay garrapatas, que están en todas partes; las garrapatas estaban<br />
continuamente picando a las vacas del Sur e inoculándoles los fatales microbios<br />
piriformes, que no les afectaban, porque los ataques benignos que habían tenido<br />
cuando eran terneras las habían hecho inmunes.<br />
Finalmente, después de cuatro veranos sofocantes, pero llenos de éxito, Theobald<br />
Smith se dispuso, en 1893, a contestar a todas las intrincadas cuestiones que puede<br />
transmitir una enfermedad. Exterminando ese insecto, bañando el ganado en<br />
soluciones antisépticas, para matar las garrapatas y manteniéndolo en campos limpios<br />
de estos bichos, desaparecerá de la tierra la fiebre de Tejas. Actualmente el ganado<br />
es bañado en soluciones antisépticas, y la fiebre de Tejas, que era una amenaza para<br />
los millones de cabezas de ganado vacuno de Norteamérica, no es ya una cuestión<br />
que preocupe.<br />
86