24.06.2015 Views

05. Robots e Imperio

Robots e Imperio es una novela de ciencia ficción escrita por Isaac Asimov y publicada en 1985. Es la continuación de Los robots del amanecer, dentro de su serie de novelas sobre robots. Esta novela es, cronológicamente, la que da inicio a las siguientes sagas de Asimov, como el Tríptico del Imperio y el Ciclo de Trántor, y en la que el robot Daneel Olivaw se erige como un personaje de gran importancia en la historia de la humanidad.

Robots e Imperio es una novela de ciencia ficción escrita por Isaac Asimov y publicada en 1985. Es la continuación de Los robots del amanecer, dentro de su serie de novelas sobre robots. Esta novela es, cronológicamente, la que da inicio a las siguientes sagas de Asimov, como el Tríptico del Imperio y el Ciclo de Trántor, y en la que el robot Daneel Olivaw se erige como un personaje de gran importancia en la historia de la humanidad.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

abajo.<br />

—Entonces, ellos también inventarán una y nosotros tendremos que fabricar un escudo<br />

anticuchilla, y ellos también, y seguiremos igual pero a más alto nivel.<br />

—Entonces necesitamos algo completamente nuevo.<br />

—Bueno —comentó el consejero—, puede que aparezca algo. Su misión no era<br />

específicamente el asunto de la mujer Solaria y sus robots, ¿verdad? Hubiera sido<br />

perfecto haberlos forzado a abandonar la nave colonizadora, pero eso era secundario,<br />

¿no es cierto?<br />

—De todos modos, al Consejo no le va a gustar nada.<br />

—Hablarles es cosa mía. El hecho importante es que Amadiro y Mandamus no sólo<br />

abandonaron la nave sino que están en un transbordador camino de la Tierra.<br />

—En efecto.<br />

—Y no solamente distrajo a la nave colonizadora, sino que incluso la retrasó. Esto<br />

quiere decir que Amadiro y Mandamus salieron sin ser vistos y estarán en la Tierra antes<br />

que nuestro bárbaro capitán.<br />

—Eso creo. Pero ¿para qué?<br />

—No lo sé. Si se tratara solamente de Mandamus, me olvidaría del asunto. No cuenta,<br />

pero ¿y Amadiro? ¡Abandonar las guerras políticas de casa en tiempo crucial, y venir a la<br />

Tierra! Algo tremendamente importante debe de ocurrir allí.<br />

—¿Qué? —El comandante parecía disgustado de haber estado a punto de verse<br />

envuelto en algo de lo que no entendía nada.<br />

—No tengo la menor idea.<br />

—¿Supone que pueda tratarse de negociaciones secretas al más alto nivel para una<br />

modificación del tratado de paz que Fastolfe había negociado?<br />

El asesor sonrió:<br />

—¿Tratado de paz? Si cree esto, es que no conoce a nuestro doctor Amadiro. No<br />

viajaría a la Tierra para modificar una o dos cláusulas en un tratado de paz. Lo que busca<br />

es una Galaxia sin colonizadores y si va a la Tierra..., bueno, lo único que puedo decir es<br />

que no me gustaría encontrarme en la piel de los bárbaros colonizadores a partir de<br />

ahora.<br />

74<br />

—Confío, amigo Giskard, en que Gladia no se encuentre incómoda sin nosotros.<br />

¿Puedes saberlo, a distancia?<br />

—Puedo captar su mente, de modo débil pero inconfundible, amigo Daneel. Está con el<br />

capitán y hay una clara aura de excitación y alegría.<br />

—Excelente, amigo Giskard.<br />

—Pero menos excelente para mí, amigo Daneel. Me encuentro en un estado de vago<br />

desorden. He soportado una tremenda tensión.<br />

—Me entristece oírlo, amigo Giskard. ¿Puedo preguntarte la razón?<br />

—Hemos estado aquí durante mucho tiempo mientras el capitán negociaba con la nave<br />

aurorana.<br />

—Sí, pero la nave aurorana se ha ido ya, así que el capitán ha negociado con éxito.<br />

—Lo ha hecho de un modo del que tú, por lo visto, no te has dado cuenta. Yo sí, hasta<br />

cierto punto. Aunque el capitán no estaba aquí con nosotros, me costó poco captar su<br />

mente. Irradiaba una tensión y suspenso abrumadores y, por debajo de todo ello, una<br />

fuerte sensación de pérdida de algo.<br />

—¿Pérdida, amigo Giskard? ¿Pudiste descubrir en qué consistía?<br />

—No puedo describir mi método de análisis de semejantes cosas, pero la pérdida no<br />

parecía ser del tipo de las que había asociado en el pasado con generalidades o con<br />

objetos inanimados. Sentí el tacto..., ésta no es la palabra, pero no hay otra que sirva ni

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!