05. Robots e Imperio
Robots e Imperio es una novela de ciencia ficción escrita por Isaac Asimov y publicada en 1985. Es la continuación de Los robots del amanecer, dentro de su serie de novelas sobre robots. Esta novela es, cronológicamente, la que da inicio a las siguientes sagas de Asimov, como el Tríptico del Imperio y el Ciclo de Trántor, y en la que el robot Daneel Olivaw se erige como un personaje de gran importancia en la historia de la humanidad.
Robots e Imperio es una novela de ciencia ficción escrita por Isaac Asimov y publicada en 1985. Es la continuación de Los robots del amanecer, dentro de su serie de novelas sobre robots. Esta novela es, cronológicamente, la que da inicio a las siguientes sagas de Asimov, como el Tríptico del Imperio y el Ciclo de Trántor, y en la que el robot Daneel Olivaw se erige como un personaje de gran importancia en la historia de la humanidad.
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—Cuando la presentaron a la señora Gladia, señora, antes de que nos sentáramos<br />
todos, dijeron que era usted la Subsecretaría de Energía, Sophia Quintana.<br />
—Tiene buena memoria. Ése es mi nombre y mi cargo.<br />
—¿Se refiere el cargo a todo el planeta Tierra o sólo a la Ciudad?<br />
—Soy Subsecretaría Global, se lo aseguro.<br />
—Entonces, ¿es usted experta en campos energéticos?<br />
Quintana sonrió. No parecía que la molestara ser interrogada. Quizá lo encontró<br />
divertido o quizá se sintió atraída por el aspecto de deferente gravedad de Daneel, o<br />
quizá por el mero hecho de que un robot la interrogara. En cualquier caso, dijo sonriente:<br />
—Estudié Energética en la Universidad de California y poseo el título de Licenciada en<br />
la especialidad. En cuanto a si sigo siendo una experta, no estoy segura. He dedicado<br />
demasiados años a la Administración, y eso es algo que embota el cerebro, se lo<br />
aseguro.<br />
—Pero seguirá estando bien enterada de los aspectos prácticos de la actual fuente de<br />
energía de la Tierra, ¿no es cierto?<br />
—Sí. Confieso que así es. ¿Necesita saber algo respecto de ella?<br />
—Hay algo que estimula mi curiosidad, señora.<br />
—¿Curiosidad? ¿En un robot?<br />
—Si un robot es lo suficientemente complejo, puede descubrir dentro de él algo que<br />
requiere información. Esto es una sensación análoga a la que, según he observado, los<br />
humanos llaman "curiosidad", y me tomo la libertad de servirme de dicha palabra en<br />
relación con mis propios sentimientos.<br />
—Me parece justo. ¿Qué es lo que despierta su curiosidad, R. Daneel? ¿Puedo<br />
llamarle así?<br />
—Sí, señora. Tengo entendido que la fuente de energía de la Tierra procede de las<br />
estaciones de energía solar en órbita geoestacionaria en el plano ecuatorial de la Tierra.<br />
—Lo ha entendido correctamente.<br />
—¿Dichas estaciones energéticas son la única fuente de energía de este planeta?<br />
—No, son las fuentes primarias, pero no las únicas fuentes energéticas, Se utiliza<br />
considerable energía procedente del calor interno de la Tierra, de los vientos, de las olas,<br />
de los ríos. Disponemos de un conjunto muy complejo y cada variedad tiene sus ventajas.<br />
No obstante, la energía solar es la principal.<br />
—No ha mencionado la energía nuclear, señora. ¿No utilizan la microfusión? Quintana<br />
enarcó las cejas.<br />
—¿Es esto lo que despierta su curiosidad, R. Daneel?<br />
—Sí, señora. ¿Qué razón hay para la carencia de fuentes de energía nuclear en la<br />
Tierra?<br />
—Las tenemos, R. Daneel. Se encuentran en pequeña escala. Nuestros robots...<br />
Disponemos de varios en las zonas agrarias, ¿sabe? Están microfusionados. A propósito,<br />
¿también usted?<br />
—Sí, señora.<br />
—También disponemos —prosiguió la señora— de máquinas microfusionadas muy<br />
diseminadas, pero en conjunto son insignificantes.<br />
—¿No es cierto, señora Quintana, que las fuentes de energía procedentes de la<br />
microfusión son sensibles a la acción de los intensificadores nucleares?<br />
—Por supuesto. Claro que sí. Las fuentes de energía por microfusión estallarían y<br />
supongo que esto puede considerarse como "sensibles".<br />
—Entonces, ¿no es posible que alguien, utilizando un intensificador nuclear dañe<br />
gravemente alguna porción crucial del abastecimiento energético a la Tierra?<br />
Quintana se echó a reír:<br />
—No, en absoluto. En primer lugar, no veo a nadie arrastrando un intensificador<br />
nuclear de un sitio a otro. Pesa toneladas y no creo que pueda manejarse por las calles y