05. Robots e Imperio
Robots e Imperio es una novela de ciencia ficción escrita por Isaac Asimov y publicada en 1985. Es la continuación de Los robots del amanecer, dentro de su serie de novelas sobre robots. Esta novela es, cronológicamente, la que da inicio a las siguientes sagas de Asimov, como el Tríptico del Imperio y el Ciclo de Trántor, y en la que el robot Daneel Olivaw se erige como un personaje de gran importancia en la historia de la humanidad.
Robots e Imperio es una novela de ciencia ficción escrita por Isaac Asimov y publicada en 1985. Es la continuación de Los robots del amanecer, dentro de su serie de novelas sobre robots. Esta novela es, cronológicamente, la que da inicio a las siguientes sagas de Asimov, como el Tríptico del Imperio y el Ciclo de Trántor, y en la que el robot Daneel Olivaw se erige como un personaje de gran importancia en la historia de la humanidad.
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—¿Respecto de qué, amigo Daneel?<br />
—No puedo evitar preguntarme si realmente hemos superado la crisis de la que habló<br />
el colega Elijah, tantas décadas atrás. ¿Es en realidad demasiado tarde para represalias<br />
espaciales?<br />
—¿Por qué tienes estas dudas, amigo Daneel?<br />
—Me las ha provocado el comportamiento del doctor Mandamus.<br />
La mirada de Giskard se fijó en Daneel por unos segundos y en medio del silencio<br />
oyeron el susurro de las hojas movidas por la brisa. Las nubes se separaban y el sol<br />
aparecería pronto. Su conversación, según su estilo telegráfico, había llevado poco<br />
tiempo y Gladia no se preocuparía, lo sabían, por su ausencia.<br />
—¿Qué ha habido en la conversación que te cause inquietud? —preguntó Giskard.<br />
—En cuatro ocasiones distintas, tuve la oportunidad de observar como Elijah Baley<br />
manejaba un problema desconcertante. En cada una de ellas observé el modo en que<br />
conseguía sacar conclusiones útiles de información limitada y a veces engañosa. Desde<br />
entonces he intentado siempre, dentro de mis limitaciones, pensar como él.<br />
—Me parece, amigo Daneel, que no te ha ido mal en este aspecto. Ya te he dicho que<br />
tiendes a pensar como un ser humano.<br />
—Entonces habrás observado que el doctor Mandamus traía dos asuntos que quería<br />
discutir con Gladia. Insistió en ello. Uno era el asunto de su propia ascendencia, si era o<br />
no de Elijah Baley. El segundo, pedir a Gladia que recibiera a un colono e informara<br />
después. De los dos, el segundo era importante para el Consejo. La importancia del<br />
primero era sólo para él.<br />
—El doctor Mandamus presentó el asunto de su ascendencia como importante también<br />
para el doctor Amadiro — observó Giskard.<br />
—En ese caso sería un asunto de importancia personal para dos personas, no para<br />
una sola, amigo Giskard. Así y todo, no sería tema importante para el Consejo y por tanto<br />
para el planeta en general.<br />
—Sigue, amigo Daneel.<br />
—No obstante, el asunto de Estado, como lo calificó el propio doctor Mandamus, fue<br />
tratado en segundo lugar, casi como si se le ocurriera de pronto, y acabó con él<br />
enseguida. A decir verdad, me pareció un tema que no requería una visita personal. Pudo<br />
haberse tratado por imagen holográfica y a través de cualquier funcionario del Consejo.<br />
Por el contrario, el doctor Mandamus tocó el tema de su ascendencia en primer lugar, lo<br />
discutió con gran lujo de detalles, siendo un asunto que sólo él y nadie más podía tratar.<br />
—¿Cuál es tu conclusión, amigo Daneel?<br />
—Creo que el asunto del colono fue aprovechado por el doctor Mandamus como<br />
excusa para una conversación personal con Gladia, a fin de poder discutir su ascendencia<br />
en privado. Era esto y nada más que esto lo que verdaderamente le interesaba... ¿Tienes<br />
algún medio de confirmar esta suposición, amigo Giskard?<br />
El sol de Aurora no había salido aún de entre las nubes y el leve resplandor de los ojos<br />
de Giskard era bien visible. Dijo:<br />
—La tensión mental del doctor Mandamus parecía mucho más intensa en la primera<br />
parte de la entrevista que en la segunda. Esto quizá te sirva para corroborarlo, amigo<br />
Daneel.<br />
—Entonces debemos preguntarnos por qué la cuestión de la ascendencia del doctor<br />
Mandamus es un asunto de tanta importancia para él.<br />
—El doctor Mandamus lo explicó. Solamente demostrando que no desciende de Elijah<br />
Baley se le abrirá el camino de la promoción. El doctor Amadiro, de cuya buena voluntad<br />
depende su futuro, se pondría decididamente contra él si fuera descendiente de Elijah<br />
Baley.<br />
—Eso fue lo que dijo, amigo Giskard, pero lo que ocurrió durante la entrevista me hace<br />
pensar lo contrario.