4.LAS SITUACIONES TIPO DESDELA PERSPECTIVA DEL ESPACIO PÚBLICOEste capítulo está dedicado exclusivamente a estudiarel ingreso de la Fenaes y Asagrapa al espacio público.Luego se describirá la direccionalidad de sus demandas,el influjo que tienen en la arena pública -considerandolos nexos, respaldos o disputas- así como laefectividad según el grado de materialidad-inmaterialidadde las mismas, todo esto conjuntamente con lassubjetividades de los actores juveniles.16Asimismo, Habermas aclara elconcepto de espacio de la opiniónpública como “un fenómeno socialtan elemental como la acción, elactor, el grupo o el colectivo; peroescapa a los conceptos tradicionalesdel orden social (…) no puede entendersecomo institución y, ciertamente,tampoco como organización; noes un entramado de normas condiferenciación de competencias yde roles (…); tampoco representaun sistema; permite, ciertamente,trazados internos de límites, pero secaracteriza por horizontes abiertos,porosos y desplazables hacia el exterior.El espacio de la opinión pública,como mejor puede describirse escomo una red para la comunicaciónde contenidos y tomas de postura, esdecir de opiniones, y en él los flujosde comunicación quedan filtradosy sintetizados de tal suerte que secondensan en las opiniones públicasagavilladas en torno a temas específicos.Al igual que el mundo de la vidaen su totalidad, también el espaciode la opinión pública se reproduce através de la acción comunicativa… “(2001: 439-440).La direccionalidad de las demandas delas dos Situaciones Tipo analizadas en elapartado precedente, se las puede interpretarcomo activándose y desplegándoseen una especie de zoom en el espaciopúblico, que como una cámara, capta elmovimiento general de la sociedad. Peroademás en sus distintos recorridos, esdable detenerse en ciertos niveles y superficiespara captar la trama de las densidadesparticulares que pueblan la realidadde cada Situación Tipo. También coneste zoom, es posible realizar una comprensiónde los rasgos más singulares deldesarrollo de las demandas en movimiento,así como un análisis más pausado encuestiones político-institucionales y culturales,específicas de cada entorno.Tanto para Habermas como paraArendt, como se adelantara en el ítem2.4, lo común del espacio público son lasacciones que allí se producen, y una vezhabilitadas, son procesadas, pasando seguidamentea regir en la política.Partiendo del aporte de Habermas,quien se aleja de la institucionalidad delas normas y preceptos, lo común y centraldel espacio público reside en lo quedenomina acción comunicativa, aquellaacción orientada al entendimiento.Pero ante todo, en el espacio o esferapública, aparecen realidades sociológicas,necesidades e intereses que ya existenen diferentes ámbitos de la sociedad.Visto así, en el espacio público seproducen intercambios, se trama el sentidode lo que sucede en la sociedad, y esel lugar donde las demandas son susceptiblesde convertirse en cuestiones sustantivaspara el sistema político.Siguiendo a Habermas, entonces, elespacio público es “una estructura decomunicación” de la sociedad civil queactúa como “un sistema de avisos consensores no especializados, pero quedespliegan su capacidad perceptiva a lolargo y ancho de toda la sociedad” 16 .En este sentido, el mundo exterior y losescenarios ajenos a cada sector o clase social,impactan sobre los diferentes segmentospoblacionales y actores. En particular,las libertades comunicativas se expresanen configuraciones bajo la forma de movimientosy organizaciones sociales. O hastade manera más laxa, en la opinión pública,la cual se asienta en una red comunicativade una producción discursiva que siempreresulta móvil, empero, en cierta medida ordenalas subjetividades y la acción.Por su parte, para la pensadora alemanaArendt, la sociedad tiene una escenaque es el espacio público, distinto al gobierno,en donde se trama el sentido de lo quesucede en la misma. En el espacio públicose libran múltiples disputas de intereses yhasta necesidades de diferentes esferas delsistema político, en especial de la sociedadcivil. De allí los modos de exhibición en laescena pública, de aparición de los movimientossociales, recreando sus discursosy significaciones, el tipo de exigibilidad desus derechos y hasta su sociabilidad.De manera complementaria a la concepciónarendtiana del espacio públicoque alude a la vida en “común” quepermite la “libertad política”, también re-38 Base IS/<strong>Ibase</strong>/Pólis
sulta clave incluir en lo común, lo planteadopor Tocqueville, aquellos aspectoscontemporáneos más sociológicos de ladiversidad, a saber: la situación de pobreza,el desempleo, las desigualdadesen el acceso a la educación, el avasallamientode la cultura y las identidades. Eneste sentido, más allá de las hegemonías,las exclusiones y la tendencia a la forzadasupervivencia del pueblo paraguayo,lo “público” es cada vez más un espaciode la pluralidad de las voces de la sociedadcivil. Ciertamente, el espacio públicoestá allí como un terreno apto para quetambién las juventudes busquen, y luchencon otras fuerzas para dar sentido asus proyectos, en definitiva, para lograr laefectivización de sus sueños e intereses.Teniendo en cuenta los lineamientosseñalados, será interesante ver seguidamenteen qué medida la Fenaes y Asagrapase constituyen en el espacio publico,observando con detenimiento los diferenteszócalos de la vida publica en que actúan,cuáles son las disputas que se libranen estos lugares, qué sentidos y nuevashistorias se generan a partir de sus múltiplesacciones y expresiones juveniles.4. 1. LA JUVENTUD COMO CAJA DERESONANCIA DE LA CRISIS DEREPRESENTATIVIDADDesde la perspectiva del espacio público,las Situaciones Tipo, en especial el comportamientode las organizaciones como actoresen sus entornos, actúan algo así comoun parlamento de autoexpresión juvenil alrededordel motor de sus demandas.En un primer momento, la juventudparaguaya poco conocedora de cuestionespúblico-políticas, hace quizás quesus necesidades y expectativas las expresenen ámbitos casi familiares, bebiendo,compartiendo en ronda de amigos el típicotereré, en aquellos espacios más acotadosde su vida cotidiana.Sucesivamente, la intensidad de lasnecesidades e intereses de las juventudespermite que, en ciertos momentos ybajo ciertas circunstancias, se vayan configurandoorganizaciones de juventud,para luego salir en búsqueda de espaciosmás públicos donde cobrarán efectivoauge sus demandas, mediante determinadasacciones y posicionamientos antela sociedad adulta.El espacio público a su vez, se articulacon el estilo propio de cada generaciónjoven 17 , y dentro de esta diversidadde juventudes, con el tiposociocultural específico de ser joven, devivir la juventud: joven campesino sintierra, joven rural asalariado, mujer jovenmigrante, estudiante mujer, estudiantede sectores desfavorecidos, estudiantede clases privilegiadas, jovenque no estudia ni trabaja, etc.En el Paraguay, las manifestacionesy demandas juveniles en estos nuevostiempos saltan a la palestra, ahora porvías no convencionales. En efecto, las juventudesviven un momento de la historiaen que sienten que los partidos políticosy el Estado son inútiles en sus vidas. Esmás, algunas personas jóvenes piensanque los perjudican fuertemente y estimanque no hay mucho sentido en la vida delas corporaciones.Para el caso de la juventud paraguayaen general, es posible situar parte de la inconformidadjuvenil y -de la sociedad- enel raquítico papel del Estado a la hora deabrir condiciones para viabilizar sus proyectosde vida, fundamentalmente, inser-17Como asegura Margulis y Urresti(1996) “La generación, más queuna coincidencia en la época denacimiento remite a la historia, almomento histórico en el que se hasocializado. Aquí es donde debeinscribirse a las cronologías como genealogías,es decir, como parentescoen la cultura y en la historia y no enla simple categoría estadística (…)una verdadera humanidad frente a losestímulos de una época (…) que implicauna cadena de acontecimientosde los que se puede dar fe en primerapersona, como actor directo, comotestigo al menos como contemporáneo(…) y, justamente por ello, noes lo mismo estar en una edad o enla otra, aun compartiendo el mismomomento presente, el sentido quese le otorga a lo que acontece, en lamedida que se remite a una profundidadtemporal diferente, no coincide.Y esto puede suceder con relativaindependencia de la clase a la que sepertenezca” (26).Informe Nacional de Paraguay39
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