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Ruy Pérez Tamayo – ¿Existe el método científico?

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VI.2. LUDWIG WITTGENSTEIN<br />

<strong>el</strong> <strong>el</strong>emento a posteriori kantiano), y <strong>el</strong> subjetivo, que corresponde a la malla, o sea <strong>el</strong> sujeto que conoce (o <strong>el</strong><br />

<strong>el</strong>emento a priori kantiano). Es claro que la superficie blanca con manchas negras nunca podrá ser vista en<br />

ausencia de alguna malla; la realidad tal cual es (la famosa Ding an sich kantiana) nos está vedada. Pero en cambio<br />

existe la posibilidad de que podamos aprender más acerca de la naturaleza investigando cuál tipo de malla (o de<br />

teoría científica) permite la descripción más simple.<br />

Wittgenstein escribió otras obras, pero aparte d<strong>el</strong> Tractatus y de un breve artículo ninguna más se publicó durante<br />

su vida. Sus tres libros póstumos (dos de <strong>el</strong>los dictados durante sus conferencias como profesor de filosofía en<br />

Cambridge, <strong>el</strong> otro integrado por devotos alumnos a partir de sus desordenadas notas), son de interés menor para<br />

nuestro tema, excepto por un aspecto: en su Philosophical investigations ("Investigaciones filosóficas"), que tan<br />

mal le supo a Russ<strong>el</strong>l, Wittgenstein se abre a la sociología de la ciencia. A partir de que las proposiciones lógicas<br />

nos parecen válidas por razones "no lógicas" sino más bien por nuestra educación y medio cultural, de que las<br />

expresamos en un lenguaje que tiene sus propias reglas, que también se derivan de la práctica cotidiana, que nos ha<br />

enseñado que ciertas formas de expresión tienen sentido y otras no lo tienen, debe concluirse que <strong>el</strong> conocimiento<br />

<strong>científico</strong> reside, en última instancia, en la forma de la sociedad y en sus costumbres, especialmente en r<strong>el</strong>ación<br />

con <strong>el</strong> lenguaje. De manera que realmente <strong>el</strong> <strong>científico</strong> (y también <strong>el</strong> no <strong>científico</strong>) nunca "ve" pasivamente al<br />

mundo absorbiendo impresiones que posteriormente interpreta, como creían los empiristas y los positivistas, como<br />

Wittgenstein afirmó en su Tractatus y como defendieron los positivistas lógicos, sino que la observación es un<br />

proceso activo, matizado por las expectativas teóricas, las suposiciones culturales, los atributos d<strong>el</strong> lenguaje, y<br />

otros factores más, tanto sociales como individuales; en otras palabras, la observación es un proceso conceptual<br />

que influye o determina la percepción. Como veremos en un momento, esto se opone al concepto de la estructura<br />

de las teorías científicas que postularon los positivistas lógicos, basados en <strong>el</strong> Tractatus de Wittgenstein.<br />

http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/161/htm/sec_39.htm (5 of 5)01-11-2004 10:49:37

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