Ruy Pérez Tamayo – ¿Existe el método científico?
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V.4. CHARLES PEIRCE<br />
este capítulo. Todas estas influencias e interacciones entre las distintas "escu<strong>el</strong>as" mencionadas son convenientes<br />
en teoría pero falsas (o mejor aún, parciales y artificiales) en la realidad. Los <strong>científico</strong>s y filósofos cuyos<br />
pensamientos y contribuciones hemos mencionado no se preocuparon por mantenerse dentro de esquemas que<br />
posteriormente resultaran cómodos a los historiadores, sino que pensaron y argumentaron según su época y su leal<br />
saber y entender. Somos nosotros, sus estudiantes e intérpretes, los que intentando comprenderlos mejor, tratamos<br />
de encasillarlos en compartimentos más o menos rígidos; la medida en que nuestros esquemas se apartan de la<br />
perfección teóricamente anticipada no es sólo reflejo de nuestra incapacidad sino también d<strong>el</strong> grado en que las<br />
distintas casillas se superponen.<br />
En r<strong>el</strong>ación con los aspectos prácticos, la lógica es la cualidad más útil que pueden poseer los<br />
animales y, por lo tanto, debe haberse derivado de la acción de la s<strong>el</strong>ección natural.<br />
El darwinismo prevaleció como filosofía en los últimos escritos de Peirce, quien señaló:<br />
En años posteriores, Peirce consideró cuatro <strong>método</strong>s por los que se pueden "fijar las creencias": 1) tenacidad, o<br />
sea creyendo lo que se quiere creer, 2) autoridad, aceptando que <strong>el</strong> Estado (o cualquier otra estructura de poder)<br />
controle las creencias; 3) <strong>el</strong> <strong>método</strong> a priori, en <strong>el</strong> que las conclusiones se alcanzan racionalmente; 4) <strong>el</strong> <strong>método</strong><br />
<strong>científico</strong>. En términos generales, la evolución d<strong>el</strong> pensamiento humano habría progresado a partir de las ideas<br />
prefilosóficas primitivas a las especulaciones autoritarias de la Edad Media, de ahí al racionalismo europeo<br />
tipificado por Descartes, para finalmente alcanzar su último desarrollo, las teorías científicas de Peirce. Pero no se<br />
detuvo ahí, porque de la misma manera que Mach, Peirce aceptó <strong>el</strong> marco darwiniano para reformular sus ideas,<br />
que de esa manera confirmaron una de sus propiedades más valiosas: su capacidad para reconformarse siguiendo la<br />
nueva información. De acuerdo con Aristót<strong>el</strong>es y con Santo Tomás de Aquino, pero por razones muy distintas,<br />
Peirce aceptó la existencia de una afinidad especial entre <strong>el</strong> hombre y la naturaleza, lo que explicaría que a través<br />
d<strong>el</strong> tiempo <strong>el</strong> ser humano hubiera ido adquiriendo progresivamente cierta capacidad o aptitud especial para<br />
s<strong>el</strong>eccionar, d<strong>el</strong> universo de todas las hipótesis posibles, las mejores para explicar un fenómeno dado.<br />
Para justificar <strong>el</strong> razonamiento inductivo, Peirce se adhirió al realismo epistemológico, que postula la existencia<br />
independiente de los objetos estudiados por la ciencia. Las ideas o conceptos sólo tendrían significado si eran<br />
capaces de producir efectos experimentados en condiciones controladas. En escritos previos, Peirce había señalado<br />
que la esencia de cualquier idea era la creación de un hábito específico, de modo que cuando dos ideas en<br />
apariencia distintas resultaban en <strong>el</strong> mismo hábito, o sea que disipaban la misma duda por medio de la misma<br />
acción, en realidad no eran esencialmente diferentes, aun cuando se expresaran de manera muy disímbola. Para<br />
determinar <strong>el</strong> significado de alguna idea, lo que debe hacerse es:<br />
...determinar los hábitos que produce, porque <strong>el</strong> significado de una cosa es simplemente los hábitos<br />
que causa. Ahora bien, la identidad de un hábito depende de cómo nos lleve a actuar no sólo en<br />
circunstancias comunes sino en cualquiera que pudiera ocurrir, aunque fuera la más improbable. Lo<br />
que <strong>el</strong> hábito es depende de cuándo y cómo nos induce a actuar. En r<strong>el</strong>ación con <strong>el</strong> cuándo, cada<br />
estímulo para actuar se deriva de una percepción; en referencia al cómo, cada propósito de actuar es<br />
producir algún resultado sensible. De esta manera llegamos a que lo tangible y práctico es la raíz de<br />
todas las diferencias verdaderas en <strong>el</strong> pensamiento, no importa qué tan sutiles sean, y no existe una<br />
distinción de significado tan fina que no sea otra cosa que una diferencia posible en la práctica.<br />
Aceptar que un cuerpo es blando es lo mismo que decir que otros cuerpos lo rasguñan, lo cortan o lo deforman; en<br />
otras palabras, las cualidades de los objetos se transforman en r<strong>el</strong>aciones entre los objetos. Para Peirce, las<br />
consecuencias derivadas de las acciones basadas en una idea no determinan su significado, sino que éste más bien<br />
depende de las proposiciones que r<strong>el</strong>acionan las consecuencias mencionadas con las circunstancias en que ocurren;<br />
en otras palabras, <strong>el</strong> significado de una idea está contenido en proposiciones de la forma "si X, entonces Y", o sea<br />
que r<strong>el</strong>acionan operaciones en <strong>el</strong> objeto de la idea con efectos experimentados por <strong>el</strong> investigador o filósofo.<br />
En su magnífico libro sobre la evolución histórica de la filosofía de EUA, Kuklick señala que la salida de Peirce de<br />
la Universidad Johns Hopkins significó su aislamiento progresivo d<strong>el</strong> ambiente académico, y aunque <strong>el</strong> filósofo<br />
continuó trabajando y modificando su sistema, al final la inevitable combinación de los años + la soledad<br />
terminaron por hacer sus ideas primero desconocidas (aparte de unos cuantos artículos en revistas periódicas, no<br />
publicó nada en los 30 años que sobrevivió después de salir de la Universidad Johns Hopkins), después oscuras y<br />
difíciles, y finalmente anacrónicas. Kuklick termina su examen de la vida y filosofía de Peirce con <strong>el</strong> siguiente<br />
http://omega.ilce.edu.mx:3000/sites/ciencia/volumen3/ciencia3/161/htm/sec_35.htm (3 of 4)01-11-2004 10:49:24