07.05.2013 Views

2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Jesús eligió discípulos los formó. Esta fue siempre una preocupación primordial<br />

durante su vida en la tierra. Ellos serían la base de la Iglesia, los continuadores de su<br />

obra, los primero cristianos. Esta preocupación del Señor se prolonga hoy en su Iglesia,<br />

que con la fuerza del Espíritu continúa llamando, convocando y formando cristianos<br />

discípulos, en nombre de Cristo.<br />

Hay muchas manera de definir a un cristiano; la más antigua y obvia es decir que<br />

es un discípulo de Cristo. El cristianismo no es un título, es un camino de discipulado.<br />

Como cualquier discípulo, el cristiano tiene un Maestro, que es Jesús mismo, actuante<br />

hoy por su Espíritu y por su Iglesia. El cristiano tiene un modelo, Jesús de Nazareth.<br />

Tiene un programa de formación, que es el seguimiento de Cristo con la guía, la vida y<br />

la inspiración que ofrece la Iglesia.<br />

Ser cristiano no es una calificación. Es un permanente aprendizaje del discipulado<br />

de Jesús, como todo buen discipulado, debe permanecer y ahondar una adecuada y<br />

continua relación con el Maestro. Es el desafío cristiano: crecer en la imitación del<br />

Señor, identificándose con su estilo de vida y con su misión. Para responder a él, la<br />

Iglesia nos ofrece la vida de Cristo por los sacramentos, y pone en nuestras manos los<br />

evangelios, para que descubramos en ellos el ejemplo y las enseñanzas del Maestro.<br />

JESÚS abandonó Nazaret cuando llegó la hora de predicar el evangelio del reino<br />

de Dios. Ungido por el Espíritu Santo, va a anunciar la Buena Nueva a los pobres, a los<br />

cautivos su libertad, y a los ciegos que pronto verán. Despedirá libres a los oprimidos<br />

por el mal y proclamará el año de gracia del Señor. (Lc. 4,18 – 19).<br />

Se considera habitualmente el momento en que Jesús se hizo bautizar por Juan<br />

Bautista en el río Jordán, como el acontecimiento que dio inicio a su misión pública. En<br />

ese momento se explicita la presencia del Espíritu en Jesús, así como el amor<br />

absolutamente único que le tiene Dios Padre (Lc. 3, 21 – 22). Y tras ese hecho, el<br />

Bautista empieza a señalarlo al pueblo y particularmente a su propios discípulos, como<br />

el Cordero que quita el pecado del mundo, ungido por el Espíritu de Dios (Jn 1, 29 –<br />

34).<br />

De ahí en adelante, Jesús comienza a actuar. Y su principal gestión será elegir<br />

sus primeros discípulos (Jn 1, 35ss). Este aspecto de su misión será primordial y<br />

permanente; en el futuro. Una vez que Cristo hubiera ascendido al celo, la extensión de<br />

su Reino y su anuncio universal iba a depender de los discípulos que él había llamado<br />

para llevar adelante su misión y constituir la Iglesia.<br />

La gracia de la llamada de Jesús a sus discípulos es progresiva. Su educación al<br />

apostolado y a la santidad es un proceso pedagógico. Él va entregado su gracia, su luz<br />

y su santidad, de acuerdo a la capacidad de respuesta. Esto es un dato de experiencia<br />

cristiana; un elemento esencial de la espiritualidad. Tiene su paradigma en los<br />

evangelios, que nos relata el modo como Jesús fue conduciendo, a los que él llamó, al<br />

discipulado santo.<br />

Los evangelios además contiene una riqueza especial: nos muestran la relación<br />

de Jesús con los primeros discípulos, y la relación de éstos con Jesús. Esta relación<br />

maestro – primeros discípulos es un espejo de nuestra propia relación con el Señor.<br />

En este espejo se reflejan los logros e incoherencias de nuestro propio discipulado, así<br />

como la infinita paciencia y bondad de Jesús, y las exigencias más significativas para<br />

los que hemos sido llamados a seguirlo como sus discípulos.<br />

El encuentro con Jesús, el Maestro, pasa por el encuentro con el hombre.<br />

Encontrarse consigo mismo es camino de apertura a Dios, en Jesús. El encuentro<br />

consigo mismo supone plantearse con seriedad y profundidad el sentido de la vida.<br />

27

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!