07.05.2013 Views

2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Pero, al igual que Elías, Eliseo y los profetas, uno siente una llamada de dejar<br />

todo para servir de otra manera a la gente, y es tan fuerte la atracción por las cosas de<br />

Dios que uno se abre a ese servicio, porque se da cuenta de que sólo allí tiene sentido<br />

nuestra débil y frágil vida.<br />

Entonces vienen las dudas, las inconsistencias, los miedos, los<br />

condicionamientos y uno está tentado a decir como san Pedro: “apártate de mí, Señor,<br />

porque soy un pecador”. En esos momentos, uno se pregunta, por qué a mí, por qué<br />

Dios me eligió, y descubrimos que no hay méritos personales, no nos elige ni por lo<br />

lindo, ni por lo maravilloso, ni por lo inteligente, ni por lo sabio. Nos elige gratuitamente,<br />

nos elige porque nos ama y quiere que ese amor gratuito abrace a todos los hombres,<br />

y porque además desea que haya hombres dedicados a llevar su mensaje a todos. Y<br />

ante la inmensidad de Dios, su santidad, omnipotencia, majestad y gloria, advertimos<br />

que eso no lo toma en cuenta sino que quiere plenificar y salvar a todas las personas,<br />

se hace uno de nosotros, para que no nos falte lo indispensable, su relación con él. Y<br />

además a aceptarnos y a aceptar su misterio, que pacifica, une, construye un pueblo<br />

de Dios, un reino de hermanos. Y en esa palabra transformadora que siempre es<br />

nueva, te vas conformando, y aunque nos caemos miles de veces, descubrimos su<br />

misericordia que siempre está allí para levantarnos. Dos toma nuestra vida para que lo<br />

anunciemos, para decirnos con hechos que está de nuestro lado, lo mostró en su hijo y<br />

lo muestra en nuestras manos.<br />

Como vemos, la historia es simple, nacemos de la tierra, y el llanto, pero Dios<br />

nos dio vida con su llamado, y ese hecho profundo se vuelve don, tarea, trabajo que<br />

nos pone a favor de los hombres y de recrear lo creado. Nos pone en clave de siembra<br />

y de animar todas las vocaciones para que sean un servicio de amor, a semejanza de<br />

aquél que nos ha formado.<br />

Nos tenemos que hacer conscientes de todo, que nos eligió desde el vientre de<br />

nuestra madre y que nos dio una vocación como a todos los hombres que es un<br />

servicio de amor.<br />

En esa vocación es donde tenemos que canalizar lo mejor que tenemos; es ahí<br />

donde nos sentimos como una vasija de barro llenos de un inmenso tesoro que no se<br />

agota nunca. Dios en nuestra vida nos muestra que el amor ya nos alcanzó, y que<br />

siempre hemos de correr para alcanzarlo. Esta es la vocación de servicio: decir todos<br />

los días sí al amor.<br />

¿Qué vamos a hacer de nuestras vidas?...¿Qué hizo Jesús con su vida?...¿A<br />

quién se la vamos a entregar?...¿A quién se la entregó Jesús, el Maestro?<br />

Reflexionemos para que podamos si no lo hemos hecho aún, responder al<br />

Señor cuando nos llame por nuestro nombre.<br />

ENRIQUECEMOS EL ENCUENTRO CON EL CATIC.<br />

Nº 1: Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de<br />

pura bondad, ha creado libremente al hombre para que tenga parte en su vida<br />

bienaventurada. Por eso, e todo tiempo y en todo lugar, está cerca del hombre. Le<br />

llama y le ayuda a buscarlo, a conocerle y a amarle con todas sus fuerzas. Convoca a<br />

todos los hombres, que el pecado dispersó, a la unidad de su familia, la Iglesia. Lo<br />

hace mediante su Hijo que envió como Redentor y Salvador al llegar la plenitud de los<br />

tiempos. En El Y por El, llama a los hombres a ser, en el Espíritu Santo, sus hijos de<br />

adopción y, por lo tanto, los herederos de su vida bienaventurada.<br />

Nº 160: El hombre, al creer, debe responder voluntariamente a Dios; nadie debe estar<br />

obligado contra su voluntad a abrazar la fe. En efecto, el acto de fe es voluntario por su<br />

29

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!