07.05.2013 Views

2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

4)<br />

inseparablemente unidos al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. En la redención,<br />

con el Hijo, el Padre y el Espíritu están en Jesús de Nazareth. En la<br />

santificación, no sólo el Espíritu Santo nos va conduciendo, sino que con Él<br />

están el Padre y el Hijo. Apropiamos cada una de estas realidades a alguna de<br />

las Personas Divinas, aunque siempre están las Tres.<br />

6. La Trinidad y nosotros.<br />

Cuanto más conocemos, más amamos a Aquel que conocemos. Y si conocemos y<br />

amamos a Dios, nuestra vida irremediablemente se verá transformada, transfigurada,<br />

rejuvenecida, revitalizada. El cambio será irreversible y se dará. La relación con Dios<br />

transfigura la relación con los hermanos y con el medio ambiente que nos rodea:<br />

1) Con el Padre tenemos que relacionarnos como hijos que se abandonan<br />

confiadamente en su seno o regazo (rasgos maternales de Dios), con filial<br />

abandono.<br />

“Al designar a Dios con el nombre de “Padre”, el lenguaje de la fe indica principalmente<br />

dos aspectos: que Dios es origen primero de todo y autoridad trascendente y que es al<br />

mismo tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos, esta ternura paternal<br />

de Dios puede ser expresada también mediante la imagen de la maternidad. Conviene<br />

recordar, entonces, que Dios trasciende la distinción humana de los sexos. No es<br />

hombre ni mujer, es Dios. (CATIC 239)<br />

2) Con el Hijo nuestra relación es la de hermanos, compañeros y amigos que<br />

transitan el Camino para llegar al Padre común.<br />

3) El Espíritu Santo se relaciona con nosotros como Esposo de nuestras almas, a<br />

las que conduce, guía y dirige hacia la deificación (la divinización del hombre).<br />

7. Además podemos decir que:<br />

1) Nuestra inteligencia se une al Hijo por medio de la fe, creyendo en Jesús<br />

el Señor, que sana y salva.<br />

2) Nuestra voluntad se une por medio del Amor al Espíritu Santo, por la<br />

virtud teologal de la caridad. (Rm. 5,5).<br />

3) Nuestra memoria se une al Padre Celestial por medio de la esperanza,<br />

despojándose de sus recuerdos caducos, haciendo el vacío de las cosas<br />

creadas y del pasado, y dejándose invadir por la Vida Eterna de Dios que<br />

viene del futuro, Vida que cura, sana, libera y reconcilia.<br />

Pistas para vivir en Trinidad<br />

• Pon interés: sólo amamos lo que conocemos. Mucha gente se impone a sí<br />

misma una extrema pobreza en este campo. “Alimenta tu alma con las grandes<br />

verdades de la fe, que revelan la inmensa riqueza de Dios”.<br />

• Vigila. Si queremos que haya un trato auténtico y verdadero con la Santísima<br />

Trinidad, debemos prestar atención a su presencia en nosotros.<br />

• Renueva la presencia de Dios. Todos sabemos lo fácil que es perder el<br />

contacto con Dios. Necesitamos volver frecuentemente a El, “Por la mañana<br />

despertémonos en el Amor. Pasemos el día entregados al Amor. Y por la<br />

noche, durmámonos también en el Amor”.<br />

• Haz de esa presencia un hábito. “Piensa en Dios que habita en ti y del cual<br />

eres el templo. Poco a poco el alma se acostumbra a vivir en su dulce<br />

compañía”.<br />

• Busca a Dios en toda circunstancia. En la belleza de la creación. En el<br />

prójimo: “En ti abrazo a Dios”. En todo lo que pasa. En la Eucaristía, porque<br />

nada expresa mejor el amor que hay en el corazón de Dios”.<br />

62

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!