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2º AÑO DE CONFIRMACIÓN - Catequesis Familiar Salta

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Elementos de la parte superior del ícono:<br />

La casa<br />

El árbol<br />

La montaña.<br />

LA CASA: Que se eleva en la parte superior izquierda designa a la Iglesia, dela<br />

que San Pablo afirma que es templo del Espíritu. También dice que el templo<br />

verdadero es el cristiano en quien habita el Espíritu de Dios. El ángel de la izquierda<br />

simboliza, por lo tanto, al Espíritu Santo.<br />

EL ÁRBOL: Es el árbol de la vida, el árbol de la creación. Y siempre es el Padre<br />

al que se considera como el Creador. El ángel central es sin duda el Padre. Es él quien<br />

atrae en primer lugar la atención. Y la teología, admitiendo la igualdad entre las<br />

Personas, le otorga al Padre una cierta precedencia: siempre: siempre es nombrado<br />

primero; es considerado como fuente de la vida; el Credo le atribuye la creación, y<br />

agrega que el Hijo es engendrado por él y que el Espíritu procede de él. Su centralidad<br />

en el ícono expresa manifiestamente esta preminencia que sólo puede designar al<br />

Padre. Su actitud tiene algo de monumental, irradia una paz sublime y una inmovilidad<br />

paradojalmente dinámica.<br />

LA MONTAÑA: a nuestra derecha se ve la montaña, o más bien una gran roca, que<br />

tiene forma de ola, en movimiento hacia nuestra izquierda. Esa roca designa al ser<br />

divino que viene a instaurar un nuevo reino, reemplazando a los otros, que destruirá.<br />

Se trata del Mesías, de Cristo, el Hijo de Dios. Como dice San Pablo, aunque en un<br />

contexto diferente, “esa roca era Cristo”. Si la roca es símbolo de Cristo, el ángel que<br />

está debajo de ella puede ser designado como el Hijo.<br />

Esta identificación de las tres Personas queda corroborada por los colores de las<br />

ropas. Los colores poseen su propio lenguaje. El oro de las alas simboliza la<br />

sobreabundancia divina. El Padre está vestido con una túnica rojo púrpura (el amor<br />

divino) y un manto azul (la sabiduría celestial). Tiene, además, una banda amarilla,<br />

“claviculum”, que es la insignia de los grandes dignatarios imperiales bizantinos. Es,<br />

pues, el personaje principal.<br />

El Hijo, simbolizado en el ángel de la derecha, está vestido de una túnica azul<br />

(como el manto del Padre) y de un manto verde. El azul simboliza la sabiduría, el verde<br />

la naturaleza. Se trata, entonces, de la Sabiduría que se va a encarnar, es decir, del<br />

Verbo, la segunda persona de la Trinidad. En cuanto al ángel de la izquierda, es<br />

imposible indicar el color de su vestimenta, ya que refleja una multitud de colores: azul,<br />

rojo, ocre amarillo, tintes nacarados...”El Espíritu sopla donde quiere”, dice el<br />

Evangelio; por eso no tiene una atribución definida en el plano de los colores.<br />

LA COPA: El corazón del ícono, simboliza la copa Eucarística. Pero ¿cuál es su<br />

contenido? Sin duda, la Sangre de Cristo (Fig. 5). Pero Roublev ha pintado allí una<br />

figura, que es difícil descifrar, debido al estado de conservación del ícono. Como para<br />

identificación de las personas divinas, he aquí una interpretación entre otras posibles:<br />

Parecería que el ángel de la derecha se mira en el vino o la sangre de la copa y,<br />

en la superficie, aparecen los rasgos de su Rostro, de la Santa Faz. Inclinado sobre la<br />

copa, el Hijo contempla su rostro en cuanto Verbo encarnado sufriente, contempla y<br />

percibe ya, desde toda la eternidad, la Cruz donde entregará su Vida en el Misterio<br />

doloroso de su Pasión.<br />

Los tres personajes anunciando la salvación, hablan de la manera en que ésta se<br />

realizará: mediante la Pasión de Cristo. El ángel de la derecha, el Hijo, con la cabeza<br />

inclinada hacia la copa, acepta ya, desde “antes de la creación del mundo” (1Pe 1,20),<br />

su misión dolorosa: la mano derecha inclinada hacia abajo manifiesta el misterio de su<br />

libre consentimiento.(Fig.6)<br />

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