You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Previo a atravesar el puente de los noventa y dos años, celebré las fiestas<br />
de Noche Buena y Natividad en lejana soledad, en el solsticio de verano de<br />
estos parajes, y quise hacer un esfuerzo especial, dando un salto de ochenta<br />
años, para disfrutar de los días memorables con los familiares del pueblo de<br />
aquella época. El humo oloroso de la cazuela llena de manzanas con arándanos<br />
llenaba la cocina. Resguardados del frío ambiente de las nieves de<br />
Udalaitz y Anboto, el calor invitaba a la dulce placidez, para deleite de sabañones<br />
y oídos.<br />
Quise charlar contigo, pero mi abuela Ramona –Ramona Ayastuy, madre<br />
de mi madre– apercibida de mi preocupación, me miró a los ojos y me dijo:<br />
Pero Jesús... Josemari está de camino... Aparecerá dentro de unos años... Y<br />
tú no estarás en casa... Y al objeto de aliviar mi tristeza, me contó sobre los<br />
gritos y el estrépito de aquella familia que recibió una serpiente descomunal<br />
de mazapán de casa Lorenza. Una vez terminados los postres, los más jóvenes<br />
se dirigieron a misa de gallo. Yo estaba seguro de que nada más salir de<br />
casa tomarían caminos diferentes, ¡quién sabe hacia dónde!<br />
Ya sabes que de joven perdí la fe. En mi caso, los consejos y lecciones de<br />
Sor Delfina fueron baldíos. Mi mente no podía comprender lo que dictaba<br />
el corazón. Tampoco he sido creyente en otros ámbitos, como, por ejemplo,<br />
el de la lengua, y nunca entenderé por qué te empeñas tanto en escribir en<br />
euskera. En mi opinión, tu esfuerzo es un paso hacia atrás. El resultado no<br />
justifica el esfuerzo. La velocidad del mundo exige diferentes dimensiones.<br />
¿No deberíamos dirigirnos todos hacia un único idioma? ¿Qué ocurrió en<br />
Babel? ¿Acaso la vanidad del hombre fue la que nos llevó a la eterna penitencia?<br />
¡Quién sabe!<br />
Con todo, si trasladáramos polémicas como ésa a un escenario, frente al<br />
público, creo que haríamos el ridículo, pues no sabemos nada ni sobre el género<br />
humano ni sobre la naturaleza. Nos creemos los reyes de la creación.<br />
¡Pobres de nosotros! Todos los días tenemos que transformar historias que<br />
alguna vez se inventaron; debemos actualizarlas, porque nos avergonzamos<br />
el escuchar una y otra vez que Dios creó el mundo en seis días: Y al séptimo<br />
–digo yo– ¡se fue a la romería de San Prudencio! Mi difunto abuelo murió<br />
entre terribles lamentos por el mal funcionamiento de su próstata. Cuando<br />
vinieron a administrarle la extremaunción, salí al balcón con intención de pe-<br />
109