09.05.2013 Views

He Vivido

He Vivido

He Vivido

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La plaza del Ayuntamiento con su kiosco fue nuestro lugar de cita, tanto en los años infantiles<br />

para jugar a chorro-morro, chiriquilas, canicas o tabas, como una vez despertado<br />

en nostros el deseo de acercamiento hacia el sexo opuesto. Allí bailábamos al son<br />

impuesto por la batuta de Guillermo Lasagabaster a su Banda de Música.<br />

Azkarate, Juan Juanillo Arenaza, Venancio Venanch Vitoria, Dámaso Garbantso<br />

Azkoaga, Ricardo Axal Azkoaga y tantos otros? Me he quedado un<br />

rato bastante largo mirando al txorimalo situado sobre la iglesia de San<br />

Francisco intentando saber si estará llorando por la desaparición para<br />

siempre de tanta gente. Pero parece que no, yo diría que sigue tan frío<br />

como siempre.<br />

El reencuentro con mis convecinos, además de una sensación emocionante,<br />

me ha producido también cierto desasosiego. Mis conocidos han envejecido,<br />

y la mayoría ya no está aquí. Llevaron sus cuerpos a la tierra santa<br />

del enterrador Lasa y ya no me queda más que su recuerdo, como la imagen<br />

borrosa de las fiestas que se celebraban en los aledaños del pueblo. Desaparecieron<br />

para siempre las romerías a pie de carretera, como la de San<br />

Prudencio o la de Santa Águeda, entre otras, arrinconadas por un despreciable<br />

real decreto. La vuelta a casa era digna de ver, largas hileras de jóve-<br />

54

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!