0. introductorias agrad. y estruc - Acceda - Universidad de Las ...
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Ecosistemas Errantes: Epibiontes como indicadores biogeográficos <strong>de</strong> tortugas marinas <strong>de</strong> Canarias<br />
zonas <strong>de</strong> arrecife o el litoral rocoso (Dick et al., 2002). Por otro lado, el grupo <strong>de</strong> los caprélidos esta<br />
totalmente adaptado a la escalada, gracias a que presentan garras prensiles que les permiten<br />
agarrarse a las algas, así como a hidroi<strong>de</strong>os o briozoos sobre los que acostumbran a vivir (Caine,<br />
1979). Un gran número <strong>de</strong> anfípodos presentan asociaciones con otras especies como ascidias y<br />
esponjas en el caso <strong>de</strong> los gammáridos, microhábitat que les brinda la oportunidad <strong>de</strong> llevar a cabo<br />
un cuidado parental prolongado (Dick et al., 2002; Thiel, 1997 a,b, 1999), o como los hidroi<strong>de</strong>os para<br />
los caprélidos, como por ejemplo el caprélido Paracaprella tenuis que <strong>de</strong>sarrolla una relación <strong>de</strong><br />
mutualismo con el hidroi<strong>de</strong>o Bougainvilia rugosa, por la cual el caprélido recibe un sustrato con el<br />
diámetro a<strong>de</strong>cuado para su agarre (Caine, 1979) y el acceso a comida diversa (<strong>de</strong>tritus, diatomeas,<br />
nematodos y copépodos), mientras que el hidroi<strong>de</strong>o recibe la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l caprélido frente a<br />
predadores como el nudibranquio Tenellia pallida, hasta tal punto que la <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong> la población <strong>de</strong>l<br />
caprélido influye en el volumen <strong>de</strong> la colonia <strong>de</strong>l hidroi<strong>de</strong>o (Caine, 1998).<br />
Otras especies, sin embargo, son capaces <strong>de</strong> habitar en galerías o tubos fabricadas por ellos mismos,<br />
como es el caso <strong>de</strong> las especies <strong>de</strong>l Or<strong>de</strong>n Tanaidacea (Peracarida, Malacostraca), que son habitantes<br />
<strong>de</strong>l fondo en las zonas litorales, don<strong>de</strong> viven enterrados en el barro o escondidos en pequeñas<br />
cavida<strong>de</strong>s o grietas en las rocas. Este or<strong>de</strong>n también presenta diferencias entre sus especies, por<br />
ejemplo, según Gutu & Sieg (1999) los tanaidáceos <strong>de</strong> la superfamilia Tanaoi<strong>de</strong>a están generalmente<br />
asociados con pra<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> algas; la superfamilia Paratanoi<strong>de</strong>a con los sedimentos; y el subor<strong>de</strong>n<br />
Apseudomorpha viven asociados a ecosistemas <strong>de</strong> arrecifes coralinos (especialmente las familias<br />
Apseudidae y Metapseudidae). En el caribe mexicano, García-Madrigal et al. (2005), registraron la<br />
mayor diversidad <strong>de</strong> tanaidáceos en las zonas <strong>de</strong> arrecife coralino, pero su mayor cantidad o<br />
abundancia se localizó en las pra<strong>de</strong>ras <strong>de</strong> algas y en los sistemas <strong>de</strong> raíces <strong>de</strong> manglares. Sin<br />
embargo, estos autores, también encontraron algunas especies <strong>de</strong> este or<strong>de</strong>n suspendidas en la<br />
columna <strong>de</strong> agua en áreas oceánicas <strong>de</strong>l Caribe mexicano, seguramente porque fueron transportadas<br />
por las corrientes mar a<strong>de</strong>ntro, aunque otros autores sugieren que este comportamiento pue<strong>de</strong><br />
consi<strong>de</strong>rarse como un mecanismo <strong>de</strong> dispersión, sobretodo en aquellas especies que presentan<br />
machos nadadores (Sieg, 1983). Este hecho, ya sea por dispersión o por transporte pasivo, pue<strong>de</strong><br />
verse agravado en aquellas zonas con una plataforma continental reducida, ya que el intercambio<br />
entre los frentes costeros y oceánicos es mayor (Suárez-Morales & Gasca, 1996).<br />
Los tanaidaceos se han consi<strong>de</strong>rado generalmente como formas <strong>de</strong> vida libre, pero son varias las<br />
especies que se han asociado, <strong>de</strong> forma poco precisa, con diferentes especies <strong>de</strong> vertebrados e<br />
invertebrados, tales como corales, briozoos, moluscos, balanos, e incluso el inusual caso <strong>de</strong><br />
Hexapleomera robusta que forma diminutos tubos en las grietas entre los escudos <strong>de</strong> las tortugas,<br />
tanto marinas como dulceacuícolas (Larsen, 2005). Un caso parecido es el <strong>de</strong> ciertas especies <strong>de</strong><br />
anfípodos que se asocian con algas filamentosas que habitan comúnmente sobre el caparazón <strong>de</strong><br />
tortugas marinas, como es el caso <strong>de</strong>l caprélido Caprella andreae y los gammáridos Hyale spp., que<br />
viven asociados a algas <strong>de</strong>l género Polysiphonia, el cual posee una especie específica <strong>de</strong> la tortuga<br />
Caretta caretta, Polysiphonia carettia, por lo que ambas especies se han observado comúnmente<br />
sobre el caparazón <strong>de</strong> esta tortuga marina (Caine, 1986). Algunos autores han llegado a sugerir que<br />
ambos anfípodos viven asociados al alga P. carettia, llegando incluso a <strong>de</strong>nominarlos “La Comunidad<br />
<strong>de</strong> la Polysiphonia” (Gramentz, 1988), mientras que obtienen su alimento raspando el material<br />
incrustado o adherido a esta alga o al caparazón <strong>de</strong> la tortuga (Caine, 1986).<br />
En relación a la epibiosis <strong>de</strong> tortugas marinas, los crustáceos son los organismos mas comunes y<br />
abundantes para esta asociación, siendo los pertenecientes al Or<strong>de</strong>n Cirrípeda los mas citados en la<br />
bibliografía y los anfípodos el segundo grupo mas abundante. Hasta la fecha el número <strong>de</strong> especies<br />
<strong>de</strong> malacostráceos observadas como epibiontes <strong>de</strong> tortugas marinas es numerosa (19 solo para<br />
Caretta caretta), aunque tres <strong>de</strong> ellas presentan una asociación específica: Podocerus chelonophilus<br />
observado en la cola y en la base <strong>de</strong> las extremida<strong>de</strong>s en tortuga boba (Caretta caretta) y tortuga<br />
carey (Eretmochelys imbricata) en el Atlántico y Mediterráneo (Chevreux & Fage, 1925; Thomas &<br />
Barnard, 1992, Badillo, 2007); Podocerus umigame citado por Yamato (1992), sobre el caparazón <strong>de</strong><br />
tortuga boba en Japón; e Hyachelia tortugae, registrado por Barnard (1966) en la cavidad bucal <strong>de</strong><br />
tortuga ver<strong>de</strong> (Chelonia mydas) en las islas Galápagos.<br />
Para la tortuga Caretta caretta, hasta la fecha se han <strong>de</strong>scrito un total <strong>de</strong> 19 especies <strong>de</strong> anfípodos<br />
epibiontes, <strong>de</strong> las cuales 8 son especies <strong>de</strong> caprélidos y entre las que <strong>de</strong>stacan Caprella andreae,<br />
principalmente en juveniles <strong>de</strong>l noreste <strong>de</strong>l Atlántico (Azores) (Moore, 1995; Frick et al., 2003), y <strong>de</strong>l<br />
Mediterráneo (Francia, Grecia y España) (Chevreux & De Guerne, 1893; Kitsos et al., 2005; Badillo,<br />
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