09.05.2013 Views

Historia del Cristianismo II - iglesia evangélica el olivo

Historia del Cristianismo II - iglesia evangélica el olivo

Historia del Cristianismo II - iglesia evangélica el olivo

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>iglesia</strong>s ya establecidas en otras regiones a alcanzar mayor madurez. Durante su<br />

pontificado <strong>el</strong> número de misioneros católicos se duplicó, y fue él quien consagró a<br />

los primeros obispos chinos. Como veremos, más tarde en <strong>el</strong> mismo siglo XX ese<br />

énfasis en <strong>el</strong> desarrollo <strong>d<strong>el</strong></strong> catolicismo en otras tierras daría frutos inesperados.<br />

Además, Pío XI se interesó en estimular la participación <strong>d<strong>el</strong></strong> laicado en la vida de la<br />

<strong>iglesia</strong>, aunque siempre bajo la supervisión de la jerarquía. A <strong>el</strong>lo dedicó la primera<br />

de sus encíclicas, que estableció los propósitos y reglas fundamentales para la<br />

Acción Católica, que vino a ser la organización laica más importante <strong>d<strong>el</strong></strong> catolicismo<br />

durante la primera mitad <strong>d<strong>el</strong></strong> siglo XX.<br />

Mientras se preocupaba por los p<strong>el</strong>igros <strong>d<strong>el</strong></strong> comunismo y de su ateísmo declarado,<br />

Pío XI no dio muestras de la misma preocupación frente al fascismo, especialmente<br />

en aqu<strong>el</strong>los lugares en que <strong>el</strong> fascismo se presentaba a sí mismo como <strong>el</strong> principal<br />

enemigo <strong>d<strong>el</strong></strong> comunismo. Además, <strong>el</strong> fascismo se basaba en principios semejantes a<br />

los que Pío IX había defendido en su Sílaba de Errores: una visión jerárquica de la<br />

sociedad, un fuerte sentido de la autoridad, y <strong>el</strong> estado como defensor y supervisor<br />

de la: vida moral. Puesto que <strong>el</strong> fascismo italiano en sus primeras etapas parecía<br />

favorecer al catolicismo, <strong>el</strong> Papa se mostró dispuesto a colaborar con él y a<br />

favorecer su búsqueda <strong>d<strong>el</strong></strong> poder. En 1929 <strong>el</strong> papado firmó con Mussolini un acuerdo<br />

mediante <strong>el</strong> cual se resolvió por fin la cuestión de la soberanía sobre los antiguos<br />

estados papales, especialmente Roma. Según los términos de ese acuerdo, Italia<br />

reconocía la existencia de un estado soberano, la "Ciudad <strong>d<strong>el</strong></strong> Vaticano", bajo <strong>el</strong><br />

gobierno <strong>d<strong>el</strong></strong> papa, y además le pagaría al papado una indemnización por la pérdida<br />

de los otros territorios pontificios. Por su parte, Pío reconocía al Reino de Italia como<br />

estado legítimo, con Roma por capital. Algún tiempo después Pío chocó con <strong>el</strong><br />

fascismo italiano y se apartó de él.<br />

También se opuso al nazismo en las primeras etapas de su marcha hacia <strong>el</strong> poder.<br />

Pero después mitigó su oposición a Hitler y su régimen. Y en España, Franco<br />

siempre contó con <strong>el</strong> apoyo <strong>d<strong>el</strong></strong> papado. En Alemania, durante los primeros años <strong>d<strong>el</strong></strong><br />

nazismo hubo muchos católicos que apoyaron a Hitler por temor al liberalismo y al<br />

comunismo. En 1933 toda oposición católica a Hitler se deshizo, y <strong>el</strong> partido político<br />

que dirigía Monseñor Kaas le dio a Hitler la mayoría que necesitaba para adueñarse<br />

<strong>d<strong>el</strong></strong> poder. Por la misma época, los obispos se reunieron en Fulda y se retractaron de<br />

sus anteriores advertencias sobre los p<strong>el</strong>igros <strong>d<strong>el</strong></strong> nazismo. En Roma, Pío XI y su<br />

Secretario de Estado, <strong>el</strong> cardenal Pac<strong>el</strong>li -quien después fue <strong>el</strong> papa Pío X<strong>II</strong>-estaban<br />

convencido de la necesidad de llegar a un acuerdo con Hitler, y pocos meses<br />

después se firmó un concordato que fue visto por <strong>el</strong> resto <strong>d<strong>el</strong></strong> mundo como una<br />

aprobación tácita <strong>d<strong>el</strong></strong> nazismo. Por varios años <strong>el</strong> Papa no parece haberse percatado<br />

de los p<strong>el</strong>igros y horrores <strong>d<strong>el</strong></strong> nazismo, que le parecía ser una alternativa aceptable<br />

frente a la amenaza comunista. Por fin en 1937, Pío XI promulgó dos encíclicas, una<br />

contra <strong>el</strong> nazismo y otra contra <strong>el</strong> comunismo. La primera, Mit brennender Sorge,<br />

declaraba que <strong>el</strong> nazismo era una nueva forma de paganismo, y acusaba a Hitler de<br />

haber violado <strong>el</strong> concordato de 1933. Cinco días más tarde, la encíclica paral<strong>el</strong>a, Di<br />

vi ni Redemptoris, condenaba también al comunismo, que ahora le preocupaba aun<br />

más al Papa por cuanto Rusia había aumentado su propaganda antirr<strong>el</strong>igiosa, <strong>el</strong><br />

comunismo avanzaba rápidamente en Asia, y Pío temía que la Revolución Mexicana<br />

diera en otro estado comunista. En esta segunda encíclica, <strong>el</strong> Papa condenaba la<br />

doctrina marxista de que la r<strong>el</strong>igión es utilizada para oprimir a las masas, y afirmaba<br />

que no hay base alguna de colaboración entre cristianos y marxistas. Mientras tanto,<br />

445

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!