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EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

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porque son dignas <strong>de</strong> vuestro respeto y <strong>de</strong> vuestro acatamiento y porque obe<strong>de</strong>cer<strong>la</strong>s,<br />

os traerá <strong>la</strong> felicidad.<br />

32. Os enseñé a dar a Dios lo que es <strong>de</strong> Dios y al César lo que es <strong>de</strong>l César, mas para<br />

los hombres <strong>de</strong> hoy sólo existe el César y a su Señor nada tienen que ofrecerle. Y si al<br />

menos le dieseis al mundo lo justo, vuestras penas serían menores; pero el César que<br />

habéis puesto <strong>de</strong><strong>la</strong>nte <strong>de</strong> vuestras acciones, os ha dictado leyes absurdas, os ha<br />

convertido en esc<strong>la</strong>vos y os quita <strong>la</strong> vida sin daros nada en compensación.<br />

33. Estudiad cuan distinta es mi Ley, que no ata al cuerpo ni al espíritu; sólo os<br />

persua<strong>de</strong> con amor y os guía con dulzura; todo os lo da sin interés y egoísmo y todo lo<br />

premia y os lo compensa a lo <strong>la</strong>rgo <strong>de</strong>l camino. (155, 14- 16)<br />

<strong>El</strong> cumplimiento <strong>de</strong>l mandamiento supremo<br />

34. Si os dijo" el Señor: "Amarás a Dios <strong>de</strong> todo corazón y espíritu y a tu semejantes<br />

como a ti mismo", y si el Maestro os predicó <strong>la</strong> Doctrina <strong>de</strong>l amor, esta voz espiritual<br />

que proviene <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma fuente, viene a <strong>de</strong>ciros que os abracéis a <strong>la</strong> Ley <strong>de</strong>l Amor,<br />

porque el<strong>la</strong> tiene una fuerza que no encontraréis en los mayores ejércitos <strong>de</strong>l mundo, y<br />

que sus conquistas serán firmes y dura<strong>de</strong>ras, porque todo lo que construyáis sobre<br />

cimientos <strong>de</strong> amor, tendrá vida eterna. (293, 67)<br />

35. Os estoy <strong>de</strong>mostrando <strong>la</strong> vida verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong>l espíritu, para que no viváis bajo<br />

injustas amenazas, que no cumpláis con mi Ley sólo por el temor al castigo <strong>de</strong>l que os<br />

han hab<strong>la</strong>do, los que no han sabido interpretar mi pa<strong>la</strong>bra.<br />

36. Tomad mi ley, no es complicada ni difícil <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r. Todo el que <strong>la</strong> conoce y se<br />

rige por el<strong>la</strong>, no se confun<strong>de</strong> ni da cabida a pa<strong>la</strong>bras o pronósticos falsos, a i<strong>de</strong>as<br />

erróneas ni a ma<strong>la</strong>s interpretaciones.<br />

37. Mi ley es sencil<strong>la</strong>, seña<strong>la</strong> siempre el camino que <strong>de</strong>béis <strong>de</strong> seguir, confiad en Mí.<br />

Yo soy el camino que os conducirá a <strong>la</strong> ciudad b<strong>la</strong>nca, <strong>la</strong> tierra prometida, <strong>la</strong> cual<br />

tiene abiertas sus puertas, esperando vuestra llegada. (32, 9)<br />

38. ¿Hasta cuándo vais a convenceros <strong>de</strong> que sólo en el cumplimiento <strong>de</strong> mi ley<br />

podéis encontrar <strong>la</strong> salud, <strong>la</strong> felicidad y <strong>la</strong> vida?<br />

39. Reconocéis que en <strong>la</strong> vida material existen principios a los que tenéis que<br />

apegaros para po<strong>de</strong>r sobrevivir; pero os habéis olvidado <strong>de</strong> que también en lo<br />

espiritual hay principios que es necesario respetar, para que el hombre logre disfrutar<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> fuente <strong>de</strong> vida eterna que existe en lo divino. (188, 62)<br />

40. Recordad que sólo Yo soy vuestra salvación. En los tiempos pasados, en los<br />

presentes y en los veni<strong>de</strong>ros, mi Ley fue, es y será el camino y guía <strong>de</strong> vuestro<br />

espíritu.<br />

41. Benditos sean los que confíen en mi Ley porque jamás se per<strong>de</strong>rán en <strong>la</strong>s<br />

encrucijadas <strong>de</strong>l camino. Llegarán a <strong>la</strong> Tierra Prometida y entonarán el himno <strong>de</strong>l<br />

triunfo. (225, 31-32)<br />

42. Yo sé que mientras mayor sea vuestro conocimiento, más gran<strong>de</strong> será vuestro<br />

amor hacia Mí.<br />

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