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EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

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los hombres han alterado por falta <strong>de</strong> preparación y comprensión. La humanidad<br />

habrá <strong>de</strong> estudiar mi mensaje para que penetrando en el fondo <strong>de</strong> cada pa<strong>la</strong>bra<br />

encuentre un solo i<strong>de</strong>al, una so<strong>la</strong> verdad, una misma luz que <strong>la</strong> guiará hacia <strong>la</strong><br />

espiritualidad. (348, 26)<br />

11. Vengo a reve<strong>la</strong>ros lo que el hombre <strong>de</strong> ciencia no pue<strong>de</strong> enseñaros, porque no se<br />

conoce; él ha dormido en su gran<strong>de</strong>za terrenal y no se ha elevado a Mí en busca <strong>de</strong> mi<br />

sabiduría.<br />

12. Se han cerrado los corazones <strong>de</strong> los pastores que en diferentes sectas y religiones<br />

<strong>de</strong>bieron enseñar <strong>la</strong> ciencia espiritual que es gran<strong>de</strong>za y riqueza para el espíritu.<br />

13. He mirado que <strong>la</strong> Ley y Doctrinas que legué a <strong>la</strong> humanidad en tiempos pasados,<br />

se encuentran ocultas y han sido sustituidas por ritos, cultos exteriores y tradiciones.<br />

14. Mas vosotros, que reconocéis íntimamente que <strong>la</strong> esencia <strong>de</strong> esta pa<strong>la</strong>bra es <strong>la</strong><br />

misma que recibió Israel en el Monte Sinaí y <strong>la</strong> que escucharon <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s en<br />

<strong>la</strong>bios <strong>de</strong> Jesús en el Segundo Tiempo, seréis los que, con vuestro culto y vuestras<br />

obras, enseñéis que <strong>la</strong> Ley divina no <strong>de</strong>be olvidarse por cumplir con necias<br />

tradiciones que no benefician al espíritu. (93, 10-13)<br />

15. Os he recordado los nombres <strong>de</strong> mis enviados, a través <strong>de</strong> los cuales recibisteis<br />

mensajes, mandatos, profecías y lecciones.<br />

16. Así, en una so<strong>la</strong> lección he reunido el contenido <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s lecciones.<br />

17. <strong>El</strong> Espiritualismo es <strong>la</strong> herencia en <strong>la</strong> cual se unen los Tres Testamentos en un<br />

solo libro espiritual. (265, 62 - 64)<br />

18. Esta Doctrina que por reve<strong>la</strong>r lo espiritual se l<strong>la</strong>ma espiritualista, es el camino<br />

trazado al hombre, por el cual llegará a conocer, servir y amar a su Creador. Es el<br />

libro que enseña a los hombres a amar al Padre en sus propios semejantes. <strong>El</strong><br />

Espiritualismo es una ley que dicta lo bueno, lo puro, lo perfecto.<br />

19. <strong>El</strong> <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> acatar esta ley, es <strong>de</strong> todos, sin embargo, no obliga a nadie a<br />

cumplir<strong>la</strong>, porque cada espíritu goza <strong>de</strong> libertad en su voluntad, para que su lucha y<br />

todos sus actos, al juzgarse, puedan ser tomados en cuenta como méritos propios.<br />

20. Ved entonces que esta Doctrina es <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ma <strong>de</strong>l amor divino que ha iluminado y<br />

dado calor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primero hasta el último <strong>de</strong> mis hijos. (236,20-22)<br />

La re<strong>la</strong>ción entre el Espiritualismo y <strong>la</strong> doctrina <strong>de</strong> Jesucristo<br />

21. La Doctrina Espiritualista no es una teoría, es una enseñanza práctica, tanto para<br />

<strong>la</strong> vida humana, como para <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l espíritu. No existe otra enseñanza más<br />

completa y perfecta que el<strong>la</strong>. Os acompaña <strong>de</strong>s<strong>de</strong> antes <strong>de</strong> llegar a <strong>la</strong> Tierra, os sigue a<br />

través <strong>de</strong> <strong>la</strong> jornada sobre este mundo y se fun<strong>de</strong> a vuestro espíritu cuando él retorna a<br />

su primer morada.<br />

22. No seré Yo quien aparte <strong>de</strong> vuestros cultos <strong>la</strong> liturgia y <strong>la</strong>s tradiciones, será el<br />

espíritu <strong>de</strong>l hombre el que, sin darse cuenta, se eleve sobre sus concepciones antiguas,<br />

ante <strong>la</strong> necesidad <strong>de</strong> mayor luz que ilumine el sen<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> su evolución. Pronto<br />

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