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EL TERCER TESTAMENTO - El Libro de la Vida Verdadera

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23. A <strong>la</strong>s generaciones <strong>de</strong>l mañana les será dado contemp<strong>la</strong>r abiertas <strong>la</strong>s puertas que<br />

les aproximen a otros mundos y tendrán motivo para maravil<strong>la</strong>rse ante el Padre.<br />

24. <strong>El</strong> bien y el amor, <strong>de</strong> los cuales se <strong>de</strong>riva <strong>la</strong> caridad y <strong>la</strong> paz, serán <strong>la</strong>s l<strong>la</strong>ves que<br />

abran <strong>la</strong>s puertas <strong>de</strong>l misterio, dando así los hombres un paso hacia <strong>la</strong> armonía<br />

universal.<br />

25. Hoy estáis ais<strong>la</strong>dos, confinados, retenidos, porque vuestro egoísmo sólo os ha<br />

hecho vivir para el mundo, sin ambicionar <strong>la</strong> libertad y <strong>la</strong> elevación <strong>de</strong>l espíritu.<br />

26. ¿Que sería <strong>de</strong> vosotros, hombres vanidosos, seres empequeñecidos por vuestro<br />

materialismo, si antes <strong>de</strong> <strong>de</strong>spojaros <strong>de</strong> vuestras <strong>la</strong>cras humanas, os fuese concedido<br />

llegar hasta otros mundos? ¿Cuál sería <strong>la</strong> semil<strong>la</strong> que iríais a sembrar? La discordia, <strong>la</strong><br />

ambición insana, <strong>la</strong> vanidad.<br />

27. En verdad os digo que para alcanzar ese conocimiento a que todo humano aspira y<br />

esa reve<strong>la</strong>ción que aleje <strong>de</strong> su mente <strong>la</strong>s preguntas que le torturan y le intrigan, mucho<br />

tendrá que purificarse el hombre, y mucho habrá <strong>de</strong> ve<strong>la</strong>r y orar.<br />

28. No será <strong>la</strong> ciencia por sí so<strong>la</strong> <strong>la</strong> que le revele mis arcanos, es preciso que ese<br />

anhelo <strong>de</strong> saber esté inspirado en amor espiritual.<br />

29. Cuando <strong>la</strong> vida <strong>de</strong> los hombres tenga reflejos <strong>de</strong> espiritualidad, Yo os digo que ni<br />

siquiera tendrán que esforzarse en buscar más allá <strong>de</strong> su mundo, porque al mismo<br />

tiempo serán buscados por quienes habitan moradas más altas. (292, 3-5 y 7-11)<br />

La <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s estrel<strong>la</strong>s<br />

30. En <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> vuestro Padre hay muchas moradas, que son los infinitos peldaños<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> esca<strong>la</strong> que conduce a <strong>la</strong> perfección; <strong>de</strong> allí <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> el mundo espiritual a<br />

manifestarse entre vosotros.<br />

31. Me habéis interrogado muchas veces <strong>de</strong> espíritu a Espíritu el por qué <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

existencia <strong>de</strong> ese número inmenso <strong>de</strong> estrel<strong>la</strong>s, <strong>de</strong> esos p<strong>la</strong>netas que bril<strong>la</strong>n sobre<br />

vuestro mundo, y me habéis dicho: "Maestro, ¿Están vacíos esos mundos?<br />

32. Y Yo os digo: <strong>El</strong> tiempo no ha llegado en que os lo revele plenamente; cuando el<br />

hombre alcance espiritualidad, entonces le serán dadas a conocer gran<strong>de</strong>s reve<strong>la</strong>ciones<br />

y podrá comunicarse con aquellos seres amados <strong>de</strong> mi Divinidad, <strong>de</strong> espíritu a espíritu<br />

y vendrá <strong>la</strong> comunicación <strong>de</strong> pensamiento <strong>de</strong> todos los hermanos".<br />

33. Mas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hoy sabed: todos los mundos se encuentran habitados por mis criaturas,<br />

nada está vacío, todos son jardines y huertos benditos cuidados por María, <strong>la</strong> ternura<br />

Divina.<br />

34. <strong>El</strong> Espíritu Santo volverá a hab<strong>la</strong>r por vuestras bocas <strong>de</strong> lecciones más elevadas,<br />

<strong>de</strong>sconocidas para vosotros y para <strong>la</strong> humanidad, ¿Cuándo, pueblo amado? Cuando<br />

haya espiritualidad en vosotros y consagración en vuestra misión. (312, 10-12)<br />

35. Mirad, pueblo, contemp<strong>la</strong>d el cielo, miradlo bien y veréis que en cada estrel<strong>la</strong> hay<br />

una promesa, un mundo que os espera, son moradas prometidas a los hijos <strong>de</strong> Dios en<br />

<strong>la</strong>s que vendréis todos a habitar, porque todos conoceréis mi reino, el cual no fue<br />

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